A finales del pasado mes de julio hicimos la presentación oficial de este ilusionante proyecto que hemos denominado “Otra Línea es Posible (OLEp—LaLínea)”. Con él, un nutrido grupo de linenses, comprometidos con nuestra ciudad y muy preocupados por la actual situación de la misma tratamos de aportar un granito de arena en pos del futuro de La Línea.
En sus inicios, allá por el mes de mayo de 2021, una comisión promotora formada por una escasa decena de miembros decidimos dar el paso de formar este partido localista. Entendíamos entonces, y lo seguimos pensando, que desde partidos de ámbito nacional no se podía esperar una respuesta clara y contundente a los problemas históricos que sufrimos. Además, a esta circunstancia añadimos que el único grupo político con carácter localista existente había culminado una clara deriva hacia el populismo más propio de la (extrema) izquierda lo que, bajo nuestro punto de vista, perjudica a la ciudad y sólo beneficia, fundamentalmente, al propio partido de La Línea 100×100 y no al común de los linenses.
Así, decidimos arrancar este partido político, que definimos como un grupo con interés únicamente local, volcado en solventar los problemas de nuestra ciudad; centrista; conservador moderado y con el que se pretende ofrecer un paraguas político bajo el que cualquier ciudadano de ese corte ideológico pueda sentirse cómodo y bien representado.
Hoy, dos meses después de la puesta en marcha de este partido, contamos con el respaldo de más de 60 afiliados, más de 500 seguidores en Facebook y un grupo aún más numeroso de linenses que, incluso sin afiliarse, nos ofrecen y muestran su apoyo en este camino que acabamos de emprender.
Hemos estado realizando una tarea de ‘control y oposición’ al equipo de gobierno local, que echábamos en falta por parte de otras agrupaciones políticas. Más de 20 notas de prensa en estos escasos 60 días sobre diversos temas que preocupan a los linenses como el abandono y estado de dejadez de las barriadas; el estado real de la deuda local; los derroches de dinero público en las contrataciones municipales; la mala gestión de los recursos públicos; el estado y aprovechamiento de las playas; falta de planificación en las infraestructuras públicas; los problemas y tarifas de aparcamiento o el actual momento de abandono del antiguo hospital que ha provocado, a su vez, un gran perjuicio en la barriada de San Bernardo.
Al mismo tiempo, se ha acompañado estas observaciones con sugerencias y propuestas de mejora que, en nuestra opinión, deberían acometerse desde el gobierno de la ciudad. Entre ellas están exigir de las administraciones supramunicipales un tratamiento o régimen fiscal especial acorde a nuestra situación, sin necesidad de recurrir a temas meramente populistas como esa innecesaria reclamación de ciudad autónoma; la ampliación de la temporada de playas y el acondicionamiento de las playas urbanas para atraer turismo durante todo el año; la mejora significativa del servicio de limpieza urbana en toda la ciudad; y, sobre todo, algo que en estas últimas semanas hemos advertido básico y fundamental, en relación al estado de dejadez de San Bernardo y de la zona de la antigua parcela sanitaria, como es aparcar el mensaje victimista que de nuevo hemos podido en el último video difundido por el alcalde. El alcalde de la ciudad debe entender que los linenses que le votaron lo hicieron confiando en que era capaz de encontrar soluciones, no para que se sentara a esperar a que otros se las hicieran llegar desde Cádiz, Sevilla o Madrid.
Para eso no sería necesario contar con un alcalde político, sobraría con un funcionario que abriera los mensajes de correo con las recetas mágicas para solucionar los problemas de la ciudad que nos mandaran otras administraciones. El mensaje que el máximo regidor de la ciudad tiene que mandar a los linenses no es “es que no me dan soluciones” sino “voy a ir con propuestas y soluciones” a exigir el apoyo institucional.
En resumen, Otra Línea es Posible (OLEp—LaLínea) ha crecido en estos dos meses desde su puesta de largo bastante más de lo que se podía sospechar en un principio. Esto muestra que el mensaje, la honradez y el compromiso con La Línea, tanto del proyecto como de los linenses que lo conforman, ha calado en la calle. Se ha realizado un intenso trabajo de análisis de la situación real de la ciudad, de control de la acción de gobierno de la corporación y de propuestas de mejora de la ciudad.
En estos próximos meses continuaremos llevando a cabo esta labor, que nos parece indispensable en el actual estado de nuestra ciudad, y pretendemos ampliar nuestra presencia en redes y, principalmente, nuestra presencia en la calle y contacto con los distintos colectivos que representan los intereses de los ciudadanos. A corto plazo, queremos poner a disposición de los afiliados, simpatizantes y de cualquier linense que quiere acercarse a conocer mejor este proyecto, una sede social donde poder llevar a cabo nuestra actividad política; dar a conocer nuestro mensaje a los ciudadanos; dialogar con las asociaciones representativas; ampliar el número de afiliados y el respaldo de simpatizantes y, en definitiva, hacer partícipe a todo aquel linense comprometido con La Línea, de este proyecto de ciudad que representa OLEp—LaLínea.