La noticia de que el patrullero de la Armada española haya zarpado desde el puerto de El Ferrol para defender «los intereses nacionales de las aguas del golfo de Cádiz, el estrecho gibraltareño, el sureste peninsular y peñones españoles en África”, no tendría nada de particular si no lloviera sobre mojado y por el extraño realce que han dado determinados medios decididamente “antigibraltareños” a la noticia, que, sin decirlo, parece que solicitan la presencia del “Centinela” en aguas de Gibraltar.
No queremos ser muy suspicaces, pero como ya conocemos de que pié cojean algunos patrioteros, nos gustaría lanzar una voz de alerta para que los marinos no se presten al juego patriotero y hagan el juego a determinados elementos ultras que se gozan con subir de estraperlo al Peñón e izar la bandera española, para presumir de su hazaña patriótica en las redes sociales o como ese comandante de la corbeta “Infanta Elena” que no se le ocurrió otra cosa que navegar por las aguas del Peñón con la los altavoces del barco a todo volumen interpretando el sacrosanto Himno Nacional de España, que no debería usarse para esas inútiles provocaciones.
Nunca se dijo qué almirante, que jefe de Estado Mayor o que departamento del Ministerio de Defensa y en todo caso, del Gobierno de España, que es quien paga y manda, había ordenado semejante inútil provocación. El marino al mando del “Infanta Elena” seguro que se marcharía tras la “provocación”, abandonando las aguas gibraltareñas muy satisfecho de la “hazaña” en la que se tomó la justicia reivindicativa del Peñón irredento por su mano.
Es muy peligroso que haya en las Fuerzas Armadas generales, retirados o con mando de tropa, que se alineen con los elementos ultra que “defienden el honor de la Patria” y que en la Marina Española queden residuos de otra época, como el general “afortunadamente retirado”, pero cobrando todavía una suculenta paga de 34.000€, a la que no renuncia, que comanda la “tropa” de las huestes nacionalistas de Vox en la provincia de Cádiz, que lo han aupado como parlamentario en Madrid. Ya saben que hablo del general Agustín Rosety Fernández de Castro cabeza de lista de Vox al Congreso por Cádiz y uno de los generales firmantes de la famosa carta contra el Gobierno.
No es fácil que ningún marino de la España democrática se atreva a secundar las ideas “patrioteras” de Rosety que no disimula de tener la “espinita” de Gibraltar bien clavada y se le ocurra enfilar con su barco de guerra, sea un Patrullero como el “Centinela” o una fragata como la “Princesa Elena” a provocar en las aguas que rodean a Gibraltar.
Entre otras cosas, porque esas aguas están bastante bien vigiladas, en todos los aspectos, conbtra posibles terroristas, narcos, etc.
Todo el mundo sensato que analice esa espinosa cuestión de la soberanía de las aguas de Gibraltar, sabe que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar en su artículo Tercero de la Sección 2 dice que: “Todo territorio soberano tiene derecho a establecer la anchura de su mar territorial hasta un límite que no exceda de 12 millas marinas medidas a partir de líneas de base determinadas de conformidad con esta Convención”. Y que lamentablemente España nunca quiso ir a un contencioso internacional para aclarar de una vez por todas esta cuestión, acogiéndose a que el Tratado de Utrech no concedió más soberanía sobre las aguas que la de su puerto, algo que parece incongruente a la luz del Derecho del Siglo XXI, ya que las aguas que bañan las costas de un territorio, son sin duda aguas de soberanía de ese territorio. Gibraltar y el Reino Unido ya se sabe que renunciaron a las 12 millas que le podrían corresponder para establecer los límites en 8 millas.
Pero no es el estudio legal de la soberanía de las aguas GBTW el que nos ocupa, reconociendo con la lógica, el hecho de que Gibraltar y sus aguas adyacentes son una realidad que está ahí. Y que como ya se dijo que Gibraltar no merece una guerra y que es la población gibraltareña la dueña de su destino, no merece azuzar ningún tipo de llama para encender el odio, cuando lo que nos ocupa en estos meses es que se alcance un acuerdo con la Unión Europea, como continuación del famoso “Acuerdo de Nochevieja” que nos permita huir de esos lamentables 300 años de enfrentamientos inútiles, de poner palos en la rueda de la convivencia y la hermandad en estas tierras al Sur del Sur y huir de la crispación. La “prosperidad compartida” deberíamos hacerla posible entre todos, aunque algunos elementos ultra se signifiquen en todo lo contrario.
Con ese sentido de la realidad, se estima necesario quitar las ganas al comandante del “Centinela” de venir a patrullar innecesariamente por las aguas de Gibraltar, por mucho que algunos lo jaleen para que lo haga, creando una fricción inútil, ya que nada va a conseguir con ello, a no ser que prefiera que las lanchas de la Royal Navy le salgan al paso y le conminen a abandonar las aguas. Porque Occidente, ya está vigilando cada dia esas aguas y en colaboración estrecha con España, como corroboran desde la Guardia Civil.
Hay que tener mucho cuidado con los excesos patrióticos, cuando es la diplomacia del Gobierno Español la que está negociando.
Por eso, los brotes patrióticos deben obviarse, máxime cuando una de las misiones del “Centinela” va a ser visitar Melilla, donde las aguas del puerto, como es conocido, se comparten con el vecino Nador, de Marruecos. Y ya se sabe que hay en Marruecos también elementos nacionalistas que eso de Ceuta, Melilla y los Peñones, no lo digieren muy bien.
Así que marinos y militares, elementos ultra de todo tipo, dejen la diplomacia para quienes la entienden y el patriotismo, para cuando sea menester.
En estos momentos, en los que hay que sacar España adelante, no.
La coincidencia de que la Royal Navy del Reino Unido haya destinado al patrullero “Trent” para tener su base permanente en Gibraltar, parece como si hubiese un empeño en echar a pelear al “Trent” y al “Centinela”. Como ya se ha aclarado oficialmente, el “Trent” tiene una misión al servicio de la OTAN y de atención al continente africano y no parece que su misión sea plantarle cara el “Centinela”. Dos marinas aliadas enfrentadas? Ni locos.