Paloma Gálvez, portavoz del PP, ha afirmado esta mañana que el Ayuntamiento de Benalmadena debe explicar como Emabesa tiene en su tarifa, la que pagan los vecinos por su agua, los costes de comprar a Acosol. Sin embargo, no compra prácticamente agua a Acosol, salvo cuando hay sequía extrema y ni así, es decir, que, al usar pozos propios, aunque el agua sea de peor calidad y lleve más cal, supone un ahorro muy importante en la factura de los gastos de Emabesa que hace negocio con los vecinos de Benalmadena
De este modo, Gálvez ha afirmado que el recurso interpuesto ante el Juzgado número 4 de lo Contencioso-Administrativo de Málaga por parte de Emabesa, es símbolo de deslealtad no solo institucional sino a los propios ciudadanos. La realidad es que nada ha sido como lo cuentan, excepto una cosa, que -como reconocen- la administración socialista de Acosol recaudó de todos los vecinos de Benalmádena un impuesto para pagar obras que no hizo, usando el dinero en otras cosas.
Cuando la administración del Partido Popular en Mancomunidad detecta el desfase de dinero recaudado, hace dos cosas, ordenar que se deje de recaudar ese canon, y procede al estudio jurídico para devolver las sumas no invertidas de ese exceso. Así, debe devolver a los vecinos que lo pagaron, pero debe hacerse a través de las concesionarias que como Emabesa lo recaudaron, y ser éstas las que lo devuelvan. La cuestión es que esa recaudación tiene la condición de un tributo y así las liquidaciones que se emiten tienen un plazo de cuatro años para reclamar, transcurrido ese tiempo, son firmes y ya no pueden ser anuladas.
Como nadie recurrió en su día ni hasta que lo detecta el Partido Popular, nadie hizo nada, pese a que el Interventor ya había advertido del asunto, cuando se detecta en 2015. No es verdad que se trate de un asunto de prescripción, como dice el Ayuntamiento socialista, sino de plazos para devolución porque para devolver una liquidación, primero hay que anularla y no se puede hacer eso a las que tengan más de cuatro años.
Del mismo modo, Paloma Gálvez ha querido resaltar que lo cierto es que, ante esto, la Man-comunidad acuerda que respecto de esas cantidades que no se pueden devolver porque han pasado los cuatro años, se hagan obras de abastecimiento a las poblaciones, lo que se conoce como abastecimiento en alta, para así garantizar que el destino para el que se recaudó el dinero se cumpla.
Todo esto está en los acuerdos del Pleno de la Mancomunidad y puede ser consultado por cualquiera. De hecho, todas las concesionarias, menos Emabesa, y por sumas mucho mayores, han manifestado que al no poder devolver el importe a los vecinos que lo pagaron por lo antes explicado, y como las concesionarias son simples recaudadoras, ni siquiera aceptan que se les devuelvan las sumas que tienen menos de cuatro años, indicando que se hagan obras con esos importes, lo que se está haciendo en todos los municipios menos en Benalmádena, ha añadido la delegada de relaciones institucionales.
Por último ha señalado que no solo estamos a favor de los intereses de los ciudadanos de Be-nalmádena sino de todos los que forman parte de la Costa del Sol, por ello, nuestra línea de tra-bajo desde 2011 siempre se ha basado en el consenso y el diálogo; sin embargo, la postura adop-tada por Emabesa, la empresa mixta de aguas de Benalmádena, deja claro su incapacidad a la hora de dialogar.