En la Mesa de Trabajo por La Línea crece la idea de que Diputación no tiene un verdadero interés en el cumpliniento de su compromiso de licitar y reiniciar las obras dela nueva residencia de mayores que nos prometieron.
Empezamos a pensar que su compromiso sólo fue una estrategia para que aceptáramos el cierre de la que teníamos y la privatización de las 34 plazas que aún mantenía.
Diputación cerró su residencia de mayores en La línea porque, según ellos, los ancianos estaban en unas condiciones indignas. Lo verdaderamente indigno es la negligencia, la desatención y el abandono con que distintos gobiernos de Diputación trataron a nuestra residencia de mayores y, por lo tanto, a los ancianos allí acogidos.
La misma actitud que mantuvieron hacía la nueva residencia que se empezó, se pararon las obras y se dejó en el abandono, hasta el punto que convirtió en refugio y establo de un grupo de burros.
Diputación no ha cumplido ni lo que nos prometió en el año 2016, ni en el 2017, ni en el 2018.
Nos preocupa y mucho esta actitud de Diputación porque a estos incumplimientos se suma la falta de transparencia y la dificultad para obtener información.
Queremos recordar que, sólo en nuestra ciudad, se han perdido más de cien plazas públicas de atención a mayores en los últimos años.
Recordemos también que sólo un número de plazas suficientes, en residencias de carácter público, garantizará una asistencia de calidad y una vejez digna a nuestros mayores que carecen de recursos para ingresar en centros privados. No podemos olvidar ni la precariedad de las pensiones en general, ni las escasas pensiones de los trabajadores españoles en Gibraltar. La asistencia social no es un lujo sino una necesidad y más aún en colectivos tan vulnerables como el de las personas mayores.
La nueva residencia, que se ubicará en Santa Margarita, de carácter público según el compromiso adquirido, contará con 40 plazas de estancia permanente y 30 de estancia diurna. Bastante lejos del número de plazas perdidas y más lejos aún de la demanda existente.
Por otra parte nuestra ciudad, tan olvidada por las distintas administraciones y en una situación crítica como la que atraviesa, necesita que se la dote de recursos, no que se le quiten, y este de la prestación de servicios a mayores, se puede encuadrar en el anhelo de convertir a La Línea en un referente como ciudad de turismo, comercio y servicios.
No podemos permanecer impasibles, ni mirar hacía otro lado, tenemos que reclamar a la Diputación Provincial que cumplas sus compromisos para que en el año 2020 podamos ver abierta y en funcionamiento la Nueva Residencia de Mayores de Diputación que tenemos prometida.