Hoy día existe una tremenda brecha que separa a la política y los políticos de los problemas reales de los ciudadanos. Y lo peor es que esta brecha es cada vez más grande. Nuestros dirigentes políticos intentan convencernos de que lo que estamos viendo, oyendo, o leemos y tocamos no es , en realidad lo que parece y que son nuestros sentidos los que nos engañan y no quienes nos gobiernan.
Jesucristo hizo el milagro de convertir el agua en vino, pero ellos transforman el hambre, el paro y la miseria de la pandemia en lo que ellos llaman una transición ecológica y digital inclusiva, resiliente y con perspectiva de género, toma yá. Y Pedro todopoderoso proveerá en el año 2050 pero, mientras tanto, su apóstol Iván Redondo nos muestra los mandamientos que regirán nuestro destino.
Son malabaristas y prestidigitadores del lenguaje que quieren llevarnos a su realidad que no tiene que ver nada con la nuestra. La Ministra de Hacienda con un simple toque de varita mágica, nos quiere hacer ver que la finalidad de los nuevos impuestos deja de ser recaudatoria para convertirse en una forma de fomentar desde las instituciones el cuidado del medio ambiente y los hábitos saludables, toma yá.
Habrán visto también en las últimas horas imágenes de miles de marroquíes, muchos menores de edad, llegando a nado a la playa del Tarajal de Ceuta desde Marruecos. Se habla de en torno a 10.000, lo que para una ciudad que ronda los 85.000 habitantes resulta terrible. Mientras, la Ministra González Laya aseguraba que esto no era fruto de un desencuentro con España, arrastrando por el fango el casi nulo prestigio que le quedaba al Ministerio de Exteriores, la diplomacia marroquí avisaba minutos después de que: “Hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir”.
Y es que España acogió a mediados de abril al líder del Frente Polisario por “motivos estrictamente humanitarios”. Se trata de Brahim Ghali y fue ingresado en el hospital de Logroño por dificultades respiratorias. Pero es que la “cagada” de nuestra Ministra es que lo hizo llegar a la base aérea de Zaragoza con nombre falso cuando está con una causa pendiente con el la Audiencia Nacional de la que no entro ni salgo pero , desde luego, algún “supuesto” delito habrá en traerlo a escondidas a una base con nombre falso para que no fuese reconocido y eso es también obra de la Ministra González Laya que cada vez que habla o hace algo , sube el pan.
La única respuesta de nuestro Gobierno del 2050 es la de transferir otros 30 millones de euros a Marruecos para la vigilancia de las fronteras que se suman a los otros 30 de 2019 y los 32 de la Unión Europea para los coches de policías.
A principios de este mes Marruecos ya avisó de que tendría consecuencias, pero el Ejecutivo no las vio venir porque estaba ocupado en las cosas de 2050. Nos ha costado afrontar el pago de un chantaje de 30 millones. Y encima, Pedro utilizó sus artes de malabarista para echar la culpa de todo a la oposición.
Algeciras, 21 de mayo de 2021
Patricio González