El Ministro de Asuntos Exteriores español en funciones, García-Margallo, sigue vinculando las negociaciones del Brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea a «su fantasía de que el Reino Unido y España compartan la soberanía de Gibraltar cuando claramente, una cosa no tiene que ver con la otra», según han denunciado desde el Gobierno del Peñón.
Sus últimos comentarios sobre el tema reflejan su continua e insana obsesión personal por Gibraltar, que ha sido una constante durante su mandato como Ministro de Asuntos Exteriores de España desde el mismo momento en que asumió el cargo.
El Ministro español de Asuntos Exteriores debe recordar que en 2002 el principio mismo de soberanía compartida fue rechazado de forma abrumadora por el pueblo gibraltareño de forma libre y democrática en un referéndum. Esta postura no ha cambiado y estos deseos democráticos deben respetarse.
«El pueblo gibraltareño no admitirá, por lo tanto, el chantaje de Margallo para que acepte algo que ya rechazó».
Asimismo, es bastante increíble que en vez de hacer una contribución positiva al debate sobre el Brexit, Margallo amenace con que habrá discusiones internas desagradables en el seno de la UE, presuntamente en caso de que su idea de soberanía compartida no prospere. Desafortunadamente, no parece apreciar que las consecuencias del Brexit podrían ser muy graves para la propia España en términos de inversión, comercio y turismo. No en vano, muchos españoles de a pie tienen asuntos mucho más importantes que Gibraltar de los que preocuparse y no comparten la obsesión de su Ministro de Asuntos Exteriores.
Las negociaciones entre el Reino Unido y la UE no arrancarán hasta que el Reino Unido haga una notificación formal en virtud del artículo 50 del Tratado de Lisboa. Por el interés de todos, éstas deberían llevarse a cabo con un espíritu civilizado y amistoso, no con la actitud hostil y de confrontación que Margallo sigue demostrando.
La verdad es que la soberanía española en Gibraltar está tan lejos de hacerse una realidad hoy como en cualquier otro momento del pasado.
El Ministro Principal, Fabián Picardo, declaró: Es hora de que veamos un enfoque más maduro por parte del Ministro español de Asuntos Exteriores acerca de las cuestiones que el Brexit plantea para España, el Reino Unido y Gibraltar. Esta fantasiosa y fútil repetición del sinsentido de la soberanía compartida constituya una pérdida de tiempo y energía para Europa y una pérdida de tiempo para la población de Campo de Gibraltar, que se enfrenta de nuevo a la perspectiva de perder su empleo en Gibraltar por estas amenazas veladas de un hombre que no ha conseguido hacer avanzar ni un solo milímetro la reclamación de España sobre Gibraltar durante su bastante criticado mandato como Ministro de Asuntos Exteriores. La historia pondrá a Margallo en su sitio como el responsable de la diplomacia española carente de diplomacia.