Agentes de la Policía Nacional han intervenido más de ocho toneladas de hachís en dos operaciones contra el narcotráfico realizadas en el día de ayer en Cádiz. En una de ellas, los agentes fueron recibidos a tiros en una vivienda situada en la zona de Botafuegos (Algeciras) cuando patrullaban ese lugar al ser un punto usado por los narcotraficantes para ocultar la droga. Tras los disparos, los cuatro jóvenes se atrincheraron en el inmueble siendo necesaria la intervención del negociador policial para que depusieran su actitud.
La primera intervención sucedió en la tarde de ayer en La Línea de la Concepción. Sobre las 18 horas, los agentes detectaron a un individuo que emprendió la huida ante la presencia policial y se ocultaba en un garaje de la zona. Los agentes accedieron al lugar y sorprendieron a varios jóvenes que huyeron por el tejado, logrando la detención de uno de ellos.
Tras inspeccionar el lugar, los policías localizaron un zulo situado bajo una ducha al que se accedía mediante un sistema hidráulico con un mando de accionamiento. Bajando al zulo se localizaron sacos de arpillera, resultando un total de 172 fardos que contenían más de 6000 kilos de hachís. Además fue localizada una furgoneta con placas dobladas y que figuraba como sustraída en Francia.
Dos horas de negociación
Sobre las 22 horas del día de ayer, dos radio-patrullas de la Policía Nacional patrullaban la zona rural de Botafuegos (Algeciras) al ser un lugar habitualmente usado por los narcotraficantes para ocultar droga. Los cuatro agentes comenzaron una patrulla a pie, momento en el que recibieron al menos seis disparos provenientes del interior de una vivienda. Alguno de los disparos impactó en el suelo a escasos centímetros de los agentes.
Los policías solicitaron refuerzos, estableciéndose en el lugar un dispositivo policial entorno a la vivienda donde se habían atrincherado los agresores. Al lugar se trasladó el negociador policial que trató de entablar conversación con ellos, sin obtener respuesta al principio ya que pretendían que los policías creyeran que habían huido del lugar.
Tras continuar con los requerimientos verbales el negociador logró entablar contacto con los detenidos y, tras dos horas de negociación, deponían su actitud y se entregaban. Acto seguido, se realizó la inspección del interior de la vivienda donde se localizaron dos pistolas y dos escopetas, todas ellas municionadas, dos chalecos antibalas y más de cien fardos de hachís con un peso aproximado de unos 2500 kilos.