La presidenta de la Audiencia Provincial de Málaga, Lourdes García Ortíz, abrió en la catedral malagueña el turno de emotivos discursos, que culminaron el solemne acto organizado por la Cofradía de Jesús El Rico, para otorgar la libertad a tres reclusos, antes de que la imagen del Nazareno moviese su brazo en su tradicional gesto de impartir su bendición, que en el nombre del Padre hizo efectiva el obispo Jesús Catalá Ibañez.
Fue la presidenta Lourdes García Ortiz, tras citar con su saludo a todas las autoridades presentes, la que primero hizo referencia a la importancia del perdón en la conducta humana, algo en lo que coincidieron los siguientes oradores, como el subdelegado del Gobierno de España, Teófilo Ruiz y el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Angel Luis Ortíz que remarcó el gran sentido que alcanza la palabra perdón, que en esta Semana Santa cobra más fuerza y más sentido que nunca.
Se acordó el secretario general de la gran labor humana que llevan a cabo los funcionarios que han vivido y han sufrido la pandemia, algunos de ellos entregando su vida infectados por el covid y el trabajo en el interior de los centros.
En ese momento, el director del centro Málaga 1, en Alhaurín de la Torre, José Jesús Miranda Martínez, asentía con la cabeza reafirmando con su gesto la importancia de la labor que los funcionarios, en general, realizan.
Decía Angel Luis Ortíz que “desde nuestra condición de personas, todos tenemos derecho a que alguien nos tome de la mano y nos ayude. Y en esta ceremonia en presencia de Jesús Nuestro Padre El Rico, es la mano que también vosotros cofrades miembros de esta Cofradía estáis obligados a tender”.
La rúbica al mensaje de amor y de perdón la puso con sus palabras el Obispo monseñor Catalá Ibañez afirmando “que Dios ama al hombre de manera gratuita y plena, situándose en el lugar del otro, para participar en sus necesidades y sufrimientos en una donación que no humille.
Desde la Cruz nos ha redimido y nos ayuda constantemente, asume cargar con nuestra cruz y nos perdona y redime. En el misterio de la Cruz, resplandece el gran amor de Jesús por nosotros”, dijo el obispo.
El solemne acto al que asistieron también el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre Prados, el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, el Jefe de Policía Nacional, Manuel Javier Peña Echevarria, cuyo Cuerpo es hermano mayor de la Cofradía de El Rico y María Santísima del Amor y otras autoridades y representaciones comenzó con la lectura del indulto a Manuel C.L., a Antonia L.R. y a Jorge M.R. los tres reclusos liberados por El Rico este año. Siguiendo con las intervenciones de las responsables del centro num. 2 en Archidona, Noelia Moreno y la responsable del centro de Inserción Social de Málaga
El hermano mayor de la cofradía de El Rico, Antonio Martínez Piñar presidió todo el desarrollo del acto acompañado de otros miembros de la misma.
Tradicionalmente, este acto de la liberación de un preso (este año han sido tres), por Jesús El Rico se ha venido celebrando en la gran escalinata que da acceso a la Catedral de Málaga y que ha sido seguido por una gran cantidad de público que se agolpaba en la Plaza del Obispo el acto aguardando la llegada del paso de Jesús El Rico.
La tradición tiene su origen en una epidemia de peste que, según las crónicas locales de la época, asoló la ciudad. Los reclusos de la prisión, ubicada entonces en la actual plaza de la Constitución, propusieron procesionar a la imagen de ‘El Rico’ para lograr la intermediación divina y acabar con la epidemia.
Las autoridades se negaron a la iniciativa de los reos, que decidieron sublevarse y lograron sacar a la imagen de su capilla para recorrer con ella las zonas de la ciudad más golpeadas por la peste.
Cuando concluyeron, devolvieron al nazareno a la iglesia, tornaron a la cárcel pese a poder huir y la epidemia desapareció. El milagro llegó a oídos del monarca Carlos III, quien en 1756 concedió a la imagen el privilegio de indultar cada año a un preso durante su procesión. Constitucionalmente, ese privilegio se mantiene en la actualidad y por ello, durante el acto se hizo referencia a que el indulto, en esta ocasión a los tres reos, se concedía por el Consejo de Ministros a propuesta del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo Moreno y se realizaba con la “gracia” de Su Majestad el Rey Felipe VI.
La ceremonia del perdón y del indulto marcó con el sello de la confraternidad, la misericordia redentora y el amor al hombre, en un acto donde se ensalzó la reiserción y la ley de la segunda oportunidad a que todo ser humano tiene derecho. Nuestro Padre Jesús Nazareno “El Rico”, lo hizo posible.