El próximo año la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras conmemorará el CXL aniversario de la creación de su antecesora: la Comandancia de Carabineros de Algeciras, creada por reales órdenes de 10 y 28 de enero de 1878. Son 140 años de historia, no sólo del Campo de Gibraltar, sino también de su área de influencia, incluida buena parte de la provincia de Málaga.
Aquello supuso dividir en dos la demarcación provincial de la Comandancia de Carabineros de Cádiz. El resultado fue tan positivo, «en bien de los intereses de la Hacienda», que una década después, el 15 de febrero de 1889, el teniente general José Laureano Sanz Posse, director general de Carabineros, solicitó lo mismo al ministro de Hacienda, Venancio González Fernández, respecto a la Comandancia de Málaga.
Por real orden de 23 de febrero, tras una reorganización del Cuerpo, se creó la Subinspección de Cádiz, con las Comandancias de Algeciras, Cádiz y Sevilla, al mando del coronel Fuentes, mientras que al frente de la nueva Subinspección de Granada, reubicada enseguida otra vez en Málaga, quedó el coronel José de Porras Lázaro, con las de Almería, Granada y Málaga, a la que se añadiría la futura de Estepona.
La medida conllevaba, conforme se recogía en una real orden de 18 de marzo, del ministerio de Hacienda, el aumento de plantilla en un teniente coronel como primer jefe, un capitán ayudante y un cabo de cornetas. El comandante segundo jefe sería detraído de los dos que tenía la de Málaga.
Ello se fundamentaba principalmente en la conveniencia de que residiera en Estepona «un jefe caracterizado con todos los medios de acción que le permitan obrar por si mismo enérgica y rápidamente, ya que las muchas atenciones que pesan sobre el Jefe de la Comandancia de Málaga le impiden atender debidamente al servicio».
Tal y como se reconocía en la real orden, «la frecuencia con que se repiten en Estepona los alijos de tabaco exige la adopción de una medida encaminada a regularizar el servicio e impedir los abusos de que se trata». Dicho contrabando procedía de la colonia británica de Gibraltar.
Fruto de todo lo expuesto, la reina regente María Cristina, por real orden del ministerio de Hacienda, de 1º de agosto, acordó la creación de la nueva Comandancia de Estepona.
Consecuente con ello, el teniente general José Chinchilla Díez de Oñate, ministro de la Guerra, comunicó en real orden de 31 siguiente al capitán general de Granada, que la Comandancia de Carabineros de Málaga (mandada por el teniente coronel José Suárez de Figueroa Ortega) quedaba dividida en dos, exponiendo tres consideraciones.
La primera era que la gran extensión de la demarcación de la Comandancia de Málaga y lo numeroso de la fuerza que tenía asignada, eran excesivas para que el servicio que en ella se prestaba pudiera ser vigilado por su jefe, «cual lo demanda la importancia de una comarca tan próxima a la plaza de Gibraltar, y en la que sus naturales tienen decidida tendencia al tráfico del contrabando, circunstancias que exigen una constante vigilancia y que el servicio se impulse de una manera enérgica.»
Por lo tanto se hacía indispensable que se estableciera otra comandancia en Estepona, «con objeto de que resida en este punto, el más importante de aquella zona, un jefe caracterizado con todos los elementos necesarios para obrar por sí mismo rápida y oportunamente».
La segunda consideración era la muy positiva experiencia de la Comandancia de Algeciras, creada una década antes y que había demostrado lo acertado que había sido dividir la de Cádiz en dos, para afrontar así con mayor eficacia en contrabando procedente de Gibraltar.
Y la tercera era que su creación no causaba gravamen al erario público ya que al tiempo que se aumentaba la plantilla del Cuerpo de Carabineros en 1 teniente coronel, 1 capitán y 1 cabo de cornetas para la nueva Comandancia de Estepona, se suprimían las falúas «María» y «Dolores» de la Comandancia de Algeciras y sus correspondientes tripulaciones (2 cabos y 15 carabineros de mar) así como 2 alféreces del cuadro de reemplazo.
Al dividirse la Comandancia de Málaga en dos fue necesario redistribuir también sus efectivos. Así, la real orden de 31 de agosto establecía que la 1ª (Ronda), 2ª (Estepona) y 3ª (Marbella) Compañías de Infantería y la 2ª de Caballería (Marbella) pasaban a integrarse en la nueva de Estepona, quedando conformada aquella por las otras cuatro compañías restantes de Infantería (Fuengirola, Palo, Nerja y Málaga) y la 1ª de Caballería (Antequera).
La real orden finalizaba disponiendo que en la revista del mes de octubre quedase hecha la reforma y estuviera ya en funcionamiento la nueva Comandancia. Como jefe de la misma fue destinado el 26 de septiembre el teniente coronel Juan Rodríguez Frías, procedente por ascenso de la de Santander, donde había estado como jefe de la misma.
La plantilla inicialmente fijada fue de 507 efectivos: 1 teniente coronel, 1 comandante, 457 de infantería (4 capitanes, 9 tenientes, 3 alféreces, 16 sargentos, 36 cabos, 1 cabo de cornetas y 388 carabineros), 35 de caballería (1 capitán, 1 teniente, 1 alférez, 3 sargentos, 2 cabos y 27 carabineros) y 13 de mar (2 cabos y 11 carabineros) así como 1 armero y 1 matrona de 2ª clase.
Por su parte, la plantilla de la Comandancia de Algeciras, a cuyo frente se encontraba entonces el teniente coronel José Rosales González, quedó en 715 efectivos: 1 teniente coronel, 1 comandante, 577 de infantería (5 capitanes, 9 tenientes, 6 alféreces, 19 sargentos, 47 cabos y 491 carabineros), 113 de caballería (2 capitanes, 4 tenientes, 1 alférez, 6 sargentos, 10 cabos y 90 carabineros) así como 18 de mar (2 cabos y 16 carabineros), 1 armero y 4 matronas de 2ª clase. En total 1.222 efectivos para hacer frente, a ambos lados del Peñón, al contrabando británico de Gibraltar.
Estos fueron los orígenes de la Comandancia de Estepona, la más moderna del Cuerpo de Carabineros y que desapareció medio siglo después, en aplicación de la Ley de 15 de marzo de 1940, al asumir la Benemérita sus misiones y efectivos, que fueron encuadrados en la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga.
La Comandancia de Estepona forma ya parte de la historia de la provincia de Málaga y del Campo de Gibraltar, mientras que la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras sigue manteniéndose como la única heredera superviviente, por línea directa, del Cuerpo de Carabineros. Todo un ejemplo de resiliencia.