Dejaré para mañana el tema de Astrazéneca porque la crisis de Ceuta es de lo más preocupante aunque no se trata de un acto violento, ni se trata de una declaración de guerra, ni siquiera se trata de algo oficial. Pero lo cierto es que la población de Ceuta son unas 83.000 personas y, en estos momentos, allí hay otras 8.000 (Eso dicen diversas fuentes, pero pueden ser más) llegadas en los últimos dos días.
Es decir, han cruzado la frontera de España, de forma irregular, tantas personas como para que la población de Ceuta se haya convertido de la noche a la mañana en un 7 por cierto más de población. En las guerras convencionales, con un porcentaje mucho menor, se consideraba invadido un país (es verdad que aquí no hay carros de combate o fusiles de asalto).
Pedro Sánchez, mientras, dice que no pasa nada, que todo esto está bajo control y que no hay duda alguna sobre la soberanía española y ese tipo de cositas. Sin embargo, las imágenes que nos llegan desde nuestra Ciudad Hermana de Ceuta son más que preocupantes. Esto ha empezado muy mal y puede terminar mucho peor. Suele ser así y no hay nada que invite a pensar en un final feliz.
Cuando un Gobierno es débil lo es para todo tipo de situaciones. Pedro Sánchez se empeñó en gobernar apoyándose en partidos minoritarios y plegados a los intereses del terruño que representan cada uno de ellos. Así nos va a todos. Que nadie dude que Gabriel Rufián mira de perfil lo que sucede en Ceuta y se frota las manos porque sabe que algo va a sacarle a un Gobierno que hoy es un poco más flojito que ayer. Lo mismo les pasa al resto. Y, mientras, los jóvenes marroquíes correteando por las calles de Ceuta con total libertad. La angustia de los comerciantes ceutíes va en aumento; la inseguridad de los ciudadanos es absoluta; el miedo que viven nuestros compatriotas es doloroso.
El señor Sánchez debería empezar a pensar que España es mucho más que su propio despacho en La Moncloa, que los intereses nacionales son mucho más importantes que los suyos propios y que, cuando las cosas se ponen feas (y esta crisis o como quieran llamarlo es fea de verdad) hay que tomar decisiones difíciles y contundentes.
Si no se interrumpe la entrada masiva de inmigrantes, el efecto llamada será brutal y en un mes tendremos a miles de personas nadando hasta nuestras costas. Y , entonces, no habrá solución que no sea violenta. Mejor que se tomen medidas fuertes ahora que puedan evitar conflictos posteriores. Y si le cuesta el puesto a alguien que le cueste. Ya está bien de tanta desfachatez y cara dura.
Un abrazo muy fuerte a todos los ceutíes.
Algeciras, 18 de mayo de 2021
Patricio González