El Boletín Oficial de la Provincia de Cádiz ha publicado la resolución de la convocatoria de ayudas al desarrollo, de la que se beneficiarán 21 entidades que realizan otros tantos proyectos de cooperación en 15 países del mundo. Este año la convocatoria ha multiplicado por tres su cuantía, pasando de los 50.000 de 2015 a los 150.000 euros en 2016. Se han concedido ayudas a todos los proyectos que han concurrido a la convocatoria.
La Diputación de Cádiz en sus bases estableció áreas y países de actuación preferente. África con siete proyectos y Latinoamérica, con cinco, son las zonas donde se ejecutan más. Por países, Mozambique y El Congo, con tres proyectos cada uno, y Marruecos y Guatemala, con dos, son los países donde más iniciativas se llevan a cabo. También India, México, Perú, Palestina, Kenia, Togo, Bolivia, Ruanda, Costa Rica, Túnez y Camerún están incluidos.
Los proyectos subvencionados son de muy variada índole. Destacan los dedicados a la construcción de infraestructuras básicas, con diez casos. La educación y la formación suman 7 proyectos más, y la salud tres. Por citar algunos ejemplos de esta variedad, Acción sin fronteras trabaja en la construcción de Edutecas de Educación Sexual en México, para mujeres víctimas de agresiones sexuales; ASECOP ha presentado un proyecto de formación para Jóvenes y Mujeres en riesgo de exclusión social en Palestina; o, las Mercedarias Descalzas van a construir un tanque para almacenar agua en un país como Kenia, donde es un bien preciado. Precisamente esta entidad es una de las dos novedades con respecto a las subvencionadas el año pasado, junto con Ibermed.
El aumento de la cuantía permitirá que las entidades reciban cantidades más altas para sus fines. Como explicó el vicepresidente Juan Carlos Ruiz Boix cuando se presentaron estas ayudas, el esfuerzo de la Diputación por subir la dotación responde a lo que el equipo de gobierno considera un deber moral y ético. La finalidad de estas partidas es, es entre otras, propiciar un desarrollo humano integral, favorecer el crecimiento socio-económico sostenible y cubrir las necesidades básicas de los países en vías de desarrollo, dentro de los principios de solidaridad y justicia.