La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha eliminado los dos núcleos de camalote o jacinto de agua (Elichhornia crassipes) que habían sido detectados en la antigua esclusa y en la dársena del río Guadalquivir a su paso por el término municipal de Sevilla. Una vez concluida la operación, las actuaciones puestas en marcha por el Gobierno andaluz han permitido extraer aproximadamente 1.600 kilogramos de esta especie invasora, al tiempo que se ha activado de forma inmediata un plan de vigilancia y seguimiento sobre esta especie invasora.
El jacinto de agua o camalote está incluido en la lista de las 100 especies alóctonas más invasoras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y es muy difícil de controlar, si no se elimina en los primeros estadíos de invasión. Por esta razón, Desarrollo Sostenible ha actuado de urgencia desde el mismo día en que concluyeron las labores de prospección del canal Alfonso XIII dirigidas a conocer con detalle la ubicación de la planta.
Como resultado de este trabajo de campo realizado en estrecha colaboración con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), los técnicos del Gobierno andaluz pudieron confirmar que el 90% del territorio analizado se encontraba libre de camalote, mientras que en los alrededores del estuario del Guadalquivir sí se observaba esta especie invasora.
En concreto, se localizaron dos núcleos en proceso de propagación sobre los que se comenzó a actuar el mismo día de su descubrimiento. Además de extraer el material vegetal, también se instalaron en la zona unas mallas de contención flotantes que evitaban el desplazamiento y flotabilidad del camalote y facilitaban la recogida desde la orilla.
Tras esta actuación, la Consejería de Desarrollo Sostenible tiene previsto volver a recorrer el canal la próxima semana para realizar una limpieza minuciosa del entorno. El objetivo de esta iniciativa es garantizar que no se produzca una nueva propagación de esquejes de jacinto de agua.
Asimismo, de forma paralela se ha puesto en marcha un plan de vigilancia y seguimiento en el que colabora la Autoridad Portuaria de Sevilla y que se llevará a cabo mediante embarcaciones ligeras. Estos barcos navegarán cada semana por el río, desde la esclusa hasta el final de la dársena, para retirar los brotes que puediesen ir apareciendo en ambas orillas del Guadalquivir.