Con la llegada del verano y el aumento a la exposición solar es frecuente la aparición de reacciones en nuestra piel a las que no siempre damos la importancia que merecen, en la mayoría de los casos por desconocimiento. Una de las manifestaciones más comunes de nuestra piel después de exponernos al sol son las erupciones cutáneas, en muchos casos asociadas a alergias solares como la erupción solar polimorfa o la urticaria solar. Desde el Servicio de Alergología del Hospital Vithas Xanit Internacional, perteneciente al grupo sanitario Vithas, explican la importancia de diagnosticar este tipo de alergias que la mayoría de personas que la padecen desconocen, ya que no acuden a un especialista cuando se manifiestan.
La denominada alergia al sol es una reacción frecuente de la piel que aparece principalmente en los meses de primavera y verano pero que no todos los que la padecen lo tienen diagnosticado ya que, normalmente, no le dan importancia. Las personas que más consultan por sospecha de padecer alergia al sol son mujeres jóvenes, aunque cada vez vemos pacientes de más edad afectadas, explica la Dra. Clara Isabel Pérez Padilla, Jefa del Servicio de Alergología del Hospital Vithas Xanit Internacional.
Las dos alergias relacionadas de forma directa con el sol más frecuentes son la erupción solar polimorfa y la urticaria solar. La primera de ellas se caracteriza por brotes repetidos de lesiones cutáneas que producen picor y que se localizan principalmente en la cara, el cuello, la zona alta del tórax, los antebrazos y la cara anterior de las piernas. Respecto a la urticaria solar, se caracteriza por intensos picores seguidos de ronchas que se observan a los pocos minutos de la exposición y que persisten durante horas, desapareciendo posteriormente sin dejar lesiones residuales. Esta es la causa principal por la que las personas no acuden al especialistas, porque la lesión desaparece, añade.
La Dra. Clara Isabel Pérez Padilla insiste en la importancia de visitar a un especialista si observamos alguna de estas reacciones en nuestra piel. Las alergias solares suelen confundirse con otras patologías de la piel como la fototoxia y la fotoalergia, que, aunque son reacciones cutáneas acaecidas tras la exposición solar, no se deben únicamente al sol, sino a la suma del sol y la presencia de agentes exógenos: toma de ciertos medicamentos (diuréticos, antiinflamatorios ), aplicación tópica de cremas, uso de perfumes, filtros solares, etc. Es importante saber que también hay otras enfermedades que empeoran con la exposición solar, como el lupus o la dermatomiositis, pero que no se tratan de alergias solares. Por eso es importante que un especialista revise la piel después de este tipo de reacciones, para poder establecer un adecuado diagnóstico y aplicar el correcto tratamiento, explica.
Respecto a los tratamientos para esta patología, desde el Servicio de Alergología de Vithas Xanit explican que éstos dependerán, en gran medida, del tipo de alergia que padezca el paciente así como de sus condiciones personales (tipo de piel, sensibilidad de la persona a productos químicos de los filtros solares, etc.). Uno de los tratamientos que se usan habitualmente para aliviar los síntomas de estas alergias son los corticoides, para reducir la inflamación y el enrojecimiento y los antihistamínicos, que ayudan a aliviar el picor. Hay pacientes que pueden beneficiarse también de fotoprotectores que se administran por vía oral. Sin embargo, lo más importante de todo es la prevención. El uso de una fotoprotección tópica adecuada al fototipo de piel y cumplir las recomendaciones básicas a la hora de exponernos al sol es el mejor de los tratamientos, explica la especialista.