Nuevo éxito en la actividad de investigación desarrollada desde el hospital Quirónsalud Marbella. El Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular ha dado a conocer los resultados de la investigación llevada a cabo recientemente sobre la seguridad y eficacia de TCAR realizado por especialistas de quince centros hospitalarios de todo el mundo, un listado de participantes en el que el hospital marbellí ha sido el único representante español.
Durante cuatro años (de 2015 a 2019) más de 630 pacientes se sometieron a esta técnica en un ensayo cuyos resultados se han desvelado ahora. Todos los seleccionados presentaban factores de alto riesgo para endarterectomía carotídea, la técnica quirúrgica convencional para tratar la estenosis carotídea y el 26 % presentaba algún tipo de afectación neurológico. El éxito técnico se produjo en el 99,7% de todos los casos. Unas cifras que avalan la garantía del innovador procedimiento debido a la ausencia de accidente cerebrovascular perioperatorio, muerte o infarto de miocardio.
“El éxito del TCAR (revascularización transcervical de la arteria transcarotídea) radica en el sistema de protección cerebral y es precisamente esa cualidad lo que marca la diferencia con el resto de tratamientos mínimamente invasivos disponibles», explica el Jefe de Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del hospital Quirónsalud Marbella, el doctor Rubén Rodríguez Carvajal. “El procedimiento puede realizarse con anestesia local, por lo que el paciente está despierto en todo momento. Esta circunstancia es una gran ventaja porque nos permite evaluar y monitorizar de forma continua la función cerebral del paciente”, subraya.
El procedimiento TCAR se realiza a través de una pequeña incisión justo por encima de la clavícula. El cirujano coloca un tubo directamente en la arteria carótida y lo conecta a un sistema que temporalmente dirigirá el flujo sanguíneo lejos del cerebro, para protegerlo de que los desechos peligrosos que puedan desprenderse de la placa de ateroma no lleguen al mismo durante el procedimiento. La sangre fluye a través del sistema y cualquier material será capturado en un filtro fuera del cuerpo. La sangre del filtro es devuelta a través de un segundo tubo conectado por punción a una vena en la parte superior del muslo.
Los criterios de selección de este estudio han sido altamente restrictivos. Todos los pacientes fueron mayores de 75 años y debían presentar una o varias dolencias que les situara en una situación de riesgo ante la cirugía convencional (enfermedad de las arterias coronarias de dos vasos o angina inestable, insuficiencia cardíaca congestiva, disfunción ventricular izquierda grave, infarto de miocardio reciente, enfermedad pulmonar grave (EPOC), Insuficiencia renal crónica…)