Lo que ayer eran focos víricos y se nos convirtió en una epidemia, hoy ya es una pandemia aunque cueste emplear este término que cuando escribo estas palabras afecta a más de 165 países y 215.000 casos. Pero no voy a hablar de estadísticas ni de aspectos técnicos sanitarios que corresponde a los expertos correspondientes.
Entiendo además que hay una cierta saciedad por el exceso de información en extensión e intensidad, pero resulta absolutamente necesaria, ya que las novedades son continuas y la información sobre el tema es muy dinámica y por tanto cambia minuto a minuto.
Por tanto de poco valdría que habláramos de los datos de hoy, porque cuando estén ustedes leyendo estas líneas, habrán cambiado sensiblemente tanto los que afectan a España como al resto de los países que presentan casos.
Si me van permitir, que haga algunas reflexiones sobre los cambios que van a suponer en nuestras vidas, refiriéndonos de manera más concreta a lo que se refiere a España. Cambios no solo en lo que a la higiene personal y colectiva se refiere, sino a nuestras relaciones sociales y laborales y las repercusiones económicas y políticas que entrañará.
Desde el primer momento, el Gobierno de España ha seguido en el abordaje de esta crisis, de esta pandemia, cuatro grandes líneas de actuación, tomar las medidas de acuerdo con las indicaciones de la comunidad científica, total transparencia informativa, máxima colaboración y coordinación con nuestros socios europeos, los agentes sociales y económicos y el resto de las administraciones, en especial con las Comunidades Autónomas, que tienen la competencia en materia sanitaria.
Estas medidas se han concretado el viernes y el sábado pasado en la Declaración del Estado de Alarma, que se produce por segunda vez en nuestra democracia. La primera fue en el 2010 con ocasión de la huelga de los controladores aéreos y en esta ocasión por la crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus. Ambas medidas estaban respaldadas por el artículo 116 de nuestra Constitución.
Con esta medida se han limitado la circulación o permanencia de personas, vehículos en horas y lugares determinados, o condicionarla al cumplimiento de ciertos requisitos, además de prácticas requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales obligatorias.
Así mismo se podrá intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fabricas, talleres , explotaciones o locales de cualquier naturaleza , limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad , e impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el funcionamiento de los servicios y de los centros de producción afectados.
Tras el tenso Consejo de Ministros del pasado sábado 14 de más de siete horas, en el que don Pablo Iglesias quiso aprovechar el Estado de Alarma para exigir más poder, se concretaron en una serie de medidas concretas que limitan fundamentalmente nuestra libertad de circulación, laboral, comercial, educativa y refuerzan el Sistema Nacional de Salud, garantizando el suministro alimentario y la energía eléctrica y operadores críticos esenciales.
Para el desarrollo de estas medidas se faculta por delegación a los Ministerios de Defensa, con su titular Margarita Robles y los de Interior, con Grande Marlaska, Transportes, con José Luis Ábalos y Sanidad con Salvador Illa, que podrán dar todo tipo de instrucciones en el ámbito de sus competencias, y el Gobierno ha puesto encima de la mesa 200.000 millones de euros.
Esta estrategia responde a un objetivo fundamental y es que lo más importante, sin ningún tipo de condicionante, es la salud pública y el interés general de la Comunidad. Por lo que lejos de producirnos intranquilidad y ansiedad debe tranquilizarnos porque es la garantía de poder ejercer nuestros derechos básicos.
Mientras que la Unión Europea a través del Banco Central Europeo ofrecía más liquidez a la Banca y ampliaba en 120.000 millones la compra de bonos, el Gobierno de España en la reunión del Consejo de Ministros de pasado jueves día 12 inyectaba 14.000 millones y reforzaba la sanidad con 3.800 y en el del martes 17 se adoptarán una serie de medidas de gran calado para trabajadores y empresas, compareciendo el Presidente ante el Congreso el miércoles 18.
Las medidas aprobadas van a tener traducción, además de en el campo sanitario, en la atención a las familias, en la protección al empleo y en el apoyo a los sectores turístico y de transporte. Esta situación excepcional, exige medidas extraordinarias y hace aún más evidente la necesidad de contar con unos nuevos Presupuestos Generales.
Estamos ante un fenómeno totalmente nuevo, que va cambiar sensiblemente nuestros comportamientos y va dar la medida de la amplitud de miras y la altura política de nuestros representantes, en el Gobierno y en la oposición.
Pero también va a exigirnos a todos nosotros, que demostremos nuestro patriotismo siendo responsables y disciplinados socialmente. No vale querer ir por libre, cual verso suelto, como la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, cuando censura a la Presidenta del Congreso Merítxell Batet; por la medidas tomadas con relación a adecuar la actividad parlamentaria a las actuales circunstancias; afirmando que un Parlamento no debe cerrarse “ni en una guerra”
Hay que sacarle tarjeta roja al Señor Casado, Presidente del PP y líder de la oposición para decirle alto y fuerte que en política “no todo vale”: y que hay momentos en los que tenemos que dar, como españoles y europeos, la cara y marchar todos unidos.
Don Pablo, con esas actitudes de calificar de graves negligencias las medidas del Ejecutivo de su País, no demuestra ser una alternativa al actual Gobierno, así que por favor, déjese de juegos y tonterías. Lo más importante no es sus salidas de tono sino la salud de los ciudadanos. Y parece que en los últimos días ha recapacitado y se coloca a disposición del Presidente Sánchez. ¿Cuánto le durará?
Mientras en CIUDADANOS no se ponen de acuerdo, ya que en tanto su líder Inés Arrimadas decía estar de acuerdo con la declaración del Estado de Alarma, aunque argumentaba que ella ya lo había pedido y llegaba tarde, su seguidor en Andalucía Juan Marín, hizo el pasado viernes día 13, tal vez por la leyenda de la fecha.
Una comparecencia que no venía a cuento , entre surrealista e irresponsable, en una especie de reclamación publica de crítica al Presidente Sánchez, afirmando que se habían perdido 24 horas, e ignorando que el decreto con las medidas de declaración del estado tenían que ser aprobadas por el Consejo de Ministros. Y es que como día Rafael “el Gallo” o Rafael Guerra “Guerrita”, que a ambos se les atribuye ¡Hay gente pa to!
Está produciéndose un cambio cultural en nuestra sociedad, no solo en el celo sobre la higiene personal, sino que cada vez se están haciendo más virales en las redes sociales, el # YO ME QUEDÓ EN CASA# o la palabra SUSPENDER. También se está produciendo una transformación en nuestra forma de trabajar o de aprender, con el teletrabajo y la enseñanza online.
Se están tomando todas las medidas para parar la extensión del virus, desde el cierre de todas las instituciones educativas en todo el País, hasta el de teatros, cines o centros de Día, o actividades y la suspensión de celebraciones de movimiento de masas, y un especial cuidado con las poblaciones de riesgo. El Gobierno de España y las CCAA lo están haciendo con valentía y prudencia a la vez.
El virus no distingue de ideologías, ni posiciones sociales, y afecta desde las personas más humildes hasta miembros de diferentes partidos políticos o del propio Gobierno como la Ministras de Igualdad y Política territorial, Irene Montero y Carolina Darías o la Presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso o el President de la Generalitat, Quim Torra Podría continuar este artículo siguiendo el camino del optimismo o del pesimismo.
Pero si queremos ser serios y rigurosos hemos de huir de cualquier lectura triunfalista ni catastrofista , y seguir las indicaciones la Comunidad científica, que barajan la duración de esta pandemia entre dos y cuatro meses para que no haya transmisión, y en el peor de los escenarios entre cinco o seis.
Ahora es el momento de ser responsable, de elegir salvar vidas. Nos creíamos que lo teníamos todo controlado pero somos vulnerables. Es el momento de la unidad, de la responsabilidad, de la disciplina. Ya llegarán los tiempos de la valoración y de la autocrítica. Debemos tener mucho cuidado de la inmoralidad de los especuladores sin escrúpulos,
No entendemos por mucho que nos lo explique el porqué de que el señor Iglesias, estando en cuarentena, haya asistido al último Consejo de Ministros presencialmente, cuando lo podía haber hecho telemáticamente. Con todo el respeto al señor Vicepresidente Segundo, me parece un gesto irresponsable.
Si comprendemos la postura responsable de los partidos políticos en los parlamentos vasco y gallego, quedando todos de acuerdo en aplazar las Elecciones Autonómicas en ambos territorios, y no fijando ninguna fecha hasta pasada y superada la crisis del Covid -19.
Y la penúltima de las medidas que se ha adoptado a propuesta de la Unión Europea es un cierra de fronteras, con lo que el Gobierno español cierra las nuestras y solo permitirá la entrada a españoles o por fuerza mayor lo no españoles y las mercancías, a fin de garantizar la cadena de Suministros, con lo que se suspende Schengen.
Tampoco van muy bien las cosas en la Casa Real, y el Rey Felipe VI en un gesto que le honra, y se lo dice un republicano, ha renunciado a su herencia personal y elimina la asignación oficial de Juan Carlos en los Presupuestos, con la finalidad de preservar la ejemplaridad de la Corona. No deja de ser una decisión grave que no puede quedar tapado con la crisis del Coronavirus.
Entre precedentes y legados, diálogos y confrontaciones, acuerdos y enfrentamientos, peligros y seguridades, amores y odios, luchas y logros, agresiones ya brazos, bajadas y subidas, alianzas y fracturas, secretos y evidencias, propios y ajenos, durezas y blanduras, reglas y anarquías, ganaremos la batalla y LO SUPERAREMOS.
Juan Antonio Palacios Escobar