Según los datos oficiales hechos públicos este viernes por el INE, la economía andaluza finalizó el primer cuatrimestre de 2016 con un incremento de precios del 0,8%, una décima superior al registrado para el conjunto del Estado (0,7%). A su vez, Andalucía obtiene una tasa interanual de inflación del -1%, un décima inferior a la registrada a nivel estatal (-1,1%). Encadenamos ya 22 consecutivos sin incremento de precios, de ellos 20 meses con tasas negativas.
Por grupos, destaca el descenso de precios registrado en ocio y cultura (-1,8%), consecuencia de la finalización de la Semana Santa. Por el contrario, vestido y calzado (11,0%) ha sido el grupo que ha incrementado el precio de sus productos en mayor medida al iniciarse la nueva temporada de moda.
En los últimos doce meses, las caídas de precios más destacadas continúan siendo las registradas en los transporte (-5,0%) y vivienda (-7,7%) mientras que, los mayores incrementos de precios vuelven a ser los protagonizados por alimentos y bebidas no alcohólicas (2,0%) junto con comunicaciones (3,5%).
Por provincias, durante el pasado mes de abril, los precios se incrementaron en todas las provincias andaluzas. Las subidas más destacadas fueron las obtenidas por Córdoba y Jaén (ambas 1,1%). Por el contrario, Huelva, Málaga y Sevilla (las tres 0,7%), fueron las provincias donde el encarecimiento de precios fue menor.
A lo largo del último año, Almería (-1,4%) sigue siendo la provincia andaluza que registró la tasa negativa más importante, seguida, este mes, por Huelva (-1,3%). Igualmente, Cádiz (-0,8%) y Sevilla (-0,9%) destacaron por ser las provincias donde en menor medida se abarataron los precios. De esta forma, este mes, las diferencias interprovinciales se reducen levemente hasta situarse en 6 décimas.
En cuanto a lo ocurrido con los alimentos de primera necesidad, durante el pasado mes de abril, las patatas y sus preparados (3,1%) y las frutas frescas (3,1%) fueron los que registraron los incrementos de precios más destacados. En sentido contrario, también hay que señalar el abaratamiento de otros productos como las carnes de ovino (-1,2%) y de porcino (-1,1%).
En términos interanuales, los aceites y grasas (14,8%), las frutas frescas (14,2%) y las patatas y sus preparados (13,9%) fueron los alimentos más inflacionistas. A su vez, también durante el último año, las carnes de ovino (-4,6%) y de porcino (-4,6%) fueron los productos en los que se registraron los descensos de precios más pronunciados.
Otras cuestiones que, además del Índice General de Precios, afectan a nuestro poder adquisitivo de forma importante tales como los carburantes, que han registrado nuevos encarecimientos de sus precios a lo largo del cuarto mes del año. En el caso del diesel se ha incrementado en especial medida, pasando de 0,99 euros al inicio del mes a 1,045 en la parte final del mismo.
En cuanto a la energía, el mes de abril se ha traducido en un abaratamiento en torno al 4% con respecto a la factura del mes pasado. De esta forma, encadenamos ya un total de cuatro meses consecutivos (todo el 2016) con descensos en el precio de la luz.
En definitiva, desde la Unión General de Trabajadores de Andalucía entendemos que, los datos relativos a la evolución del nivel general de precios en nuestra Comunidad Autónoma, durante el pasado mes de abril prueban, de forma manifiesta, la continuidad de una crisis que dura ya casi nueve años.
Tras el descenso de la tasa interanual, registrado en abril, encadenamos ya, en Andalucía, 22 meses sin valores positivos, 20 de los mismos incluso con registros negativos. De esta forma, por mucho que algunos intenten argumentarlo, lo cierto es que Andalucía no está consiguiendo subirse al tren de la recuperación económica.
Este prolongado proceso de descontrol de precios tiene su origen en el modelo productivo andaluz. En nuestro caso, junto con la construcción residencial, el consumo interno fue el otro gran pilar sobre el que se sustentó el periodo de bonanza económica. De esta forma, la crisis ha conllevado una importante pérdida de poder adquisitivo de la ciudadanía, llegando incluso al empobrecimiento en algunos casos. Lógicamente, esta pérdida de capacidad de compra se ha plasmado en el deterioro de la demanda interna y, con ello, en la caída de los precios.
Las políticas neoliberales han fracasado, la obsesión por el control del déficit y por la reducción del gasto solo nos han traído pobreza, exclusión social y más años de crisis. Andalucía no puede seguir ni un día más en esta vorágine de políticas de destrucción de derechos y tiene que servir de ejemplo, para el resto de territorios de la UE, de que hay otra forma de hacer las cosas.
Nuestro Sindicato apuesta, decididamente, por colocar al empleo de calidad en la base de un nuevo proceso real de recuperación económica que, colocando a los ciudadanos como protagonistas de las mismas, nos permita también avanzar en términos de cohesión y justicia social.