Nos confinaron a todos, y en términos generales , el comportamiento fue excelente. Y el mismo día en el que entró el Estado de Alarma, todos tuvimos claro que se nos presentaba un desastre económico de grandes proporciones, pero entendimos que había que hacer ese sacrificio.
El resultado fue excelente y todos pensamos que estábamos muy cerca de acabar con el Coronavirus.
Sin embargo, hasta llegar a la situación en la que estamos viviendo actualmente, hemos soportado chapuza tras chapuza en una desescalada que se diseñó sin cuidado alguno y pensando en poner en marcha una maquinaria que estaba condenada a no funcionar por falta de turistas y de españoles dispuestos a consumir.
Ni turismo, ni comercio, ni nada de nada. La caída del Producto Interior Bruto está ya en el 17,8% lo que es catastrófico.
Las medidas que se toman llegan siempre mal y tarde y, además, son insuficientes porque son decisiones políticas y no sanitarias.
Las Comunidades Autónomas pidieron a gritos al Gobierno Central que les devolviera todo su poder y el resultado ha sido que se han tomado diecisiete medidas distintas para un mismo problema. El desastre es tan grande que, ahora, lo que están pidiendo a gritos es la ayuda al propio Gobierno Central.
El ridículo que están haciendo algunos políticos sería cómico si no fuera porque es directamente proporcional a la destrucción del futuro de generaciones enteras.
Los españoles merecen algo mejor. La clase política de este país está demostrando que no está a la altura de las circunstancias. Nadie, ni los unos ni los otros. Ni en los gobiernos autonómicos ni en el Gobierno Central. Provoca una desolación absoluta el tener claro que, hasta hoy, nadie ha hecho nada para que nos podamos sentir si no satisfechos, al menos sentir que tenemos alguien detrás.
Siguen los contagios, los ingresos en los hospitales, en las Ucis, y los españoles siguen muriendo por docenas. Y los políticos siguen a verlas venir.
La pandemia nos ha dejado muy claro en manos de quienes estamos. Es desolador.
Algeciras, 23 de septiembre de 2020
Patricio González