Por José Luis Yagüe
El presidente de Puertos del Estado, del Gobierno de España, el algecireño Salvador de la Encina, conocedor del gran potencial que tienen, todos y cada uno de ellos, aboga por crear la marca internacional conjunta de “Puertos del Estrecho” con la que competir a nivel mundial y complementarse unos con otros, huyendo de la perjudicial competencia.
Salvador de la Encina sabe el gran potencial que tiene el Puerto de Algeciras al que el Rey de España ha distinguido estos días en Rota. También de sus muchas carencias y dificultades y de la problemática de costes laborales que asustan a las grandes empresas mundiales del containers.
Sabe De la Encina de las posibilidades y carencias del Puerto de Ceuta y conoce la alta profesionalidad y el prestigio a nivel mundial que tiene el Puerto de Gibraltar que estos días ha celebrado con gran éxito e interesantes conferencias su Semana Marítima. Y ha sido noticia por la detención de un petrolero con crudo iraní para Siria, precisamente tras las labores de avituallamiento que este puerto proporciona con experiencia demostrada. Y sabe que Gibraltar figura en las cartas marinas de cualquier navegante que se precie, como lugar acreditado con empresas muy conocidas y solventes en el mundo del avituallamiento, en el del obligado cambio de tripulaciones y en otros muchos aspectos técnicos. Y no nos referimos a Gibraltar solo como puerto de llamada o escala para los grandes buques de crucero que aportan cada año más de medio millón de visitantes a la Roca; ni su especialización en la flota blanca especialmente atractiva para los grandes megayates y los barcos de recreo de todo tipo.
Y en el Estrecho ha surgido un gran gigante, con el que mejor buscar fórmulas de complementaridad que de enfrentamiento. Nos referimos a Tánger Med, cuyas luces se divisan cada noche desde este lado del Estrecho mostrando su grandiosidad.
Y es que Marruecos ha abierto estos días unas nuevas terminales en el puerto de Tanger Med, que le permiten superar a los puertos más grandes del Mediterráneo, Algeciras y Valencia, en términos de capacidad de contenedores, y con ello poder atraer más inversiones y fábricas de manufacturado a Tánger, cuyo número de fábricas y naves industriales crece cada día. Ese era el objetivo de Tánger Med, traer productos en bruto, materia prima y en Tánger poder manufacturarlo y, por obligación, reexportarlo. Ventajas fiscales facilitan esta tarea y dan más actividad al puerto de Tánger Med, mientras que la ciudad de Tánger crece con cerca de dos millones de habitantes ya.
Hoy en día se considera que Tánger Med, es uno de los puertos más grandes de África con un volumen anual de 3.5 millones de unidades de TEUS, un equivalentes a 20 pies, conseguidos en 2018.
Ahora, podrá llegar a los seis millones de capacidad después de ampliarse con una inversión de 1.3 mil millones de euros, según ha manifestado el director del puerto Rachid Houari.
Marruecos espera que el puerto, que ofrece una plataforma para las exportaciones de las plantas de producción locales, como las de los fabricantes de automóviles franceses Renault y Peugeot, alcance volúmenes de 4,5 millones de TEUs al final de este año.
La situación de este el puerto en el extremo occidental del Mediterráneo, frente a la costa de Punta Carnero, en Algeciras, es de pleno auge y su objetivo es el poder desarrollar su papel como punto de referencia para las empresas de transporte de contenedores, especialmente entre Asia, África y Europa. Pero también tiene sus carencias y dificultades, que De la Encina bien conoce.
Tánger posee también su puerto de toda la vida en el mismo centro de la ciudad, llamado Tánger Ville especializado en el tráfico de pasajeros, especialmente a través de los ferrys que llegan desde Tarifa, a tan solo media hora de travesía acogiendo también a embarcaciones deportivas y megayates, como el nuevo “Mdiq” del Rey Salmán de Arabia Saudita que suele estar amarrado en el mismo, gran parte del año.
En Tánger Med, se calcula que cerca de un 90% de los volúmenes de contenedores que pasan por él están en tránsito a otros destinos. El mercado más grande, con una participación del 40%, es África Occidental, donde las empresas marroquíes se han expandido considerablemente en los últimos años. Un 20% va a destinado a Europa y el 10% a América.
Marruecos ha invertido 1.000 millones de euros en la primera terminal, con la que se han creado unos 6.000 puestos de trabajo en el puerto y otros 70.000 en una zona industrial en régimen de Puerto Franco donde se transforma la materia que en bruto llega de diferentes partes del mundo.
Las terminales son operadas por APM Terminal y son propiedad de la danesa Maersk, cuyo presidente vino expresamente a Algeciras hace diecinueve años para inaugurar junto con el Rey Juan Carlos I la terminal de Contenedores en el nuevo muelle que lleva el nombre del monarca. Posteriormente el príncipe Felipe inauguró la terminal surcoreana en la ampliación de la Isla Verde donde previamente se había llevado a cabo el relleno más grande existente en la Bahía para ofrecer una ingente plataforna de terreno ganado al mar,
Salvador de la Encina con la internacional propuesta de creación del ente supranacional de Puertos del Estrecho, lograría unir una serie de sinergias muy interesantes. Podría ser un enfoque eminentemente empresarial, ya que son las grandes empresas multinacionales las que rigen la actividad primordial de estos puertos.
Pero no es nada fácil. El puerto de Algeciras sigue sin tren que lo conecte por tierra con Europa.
La posibilidad real de que el Ave llegue a Algeciras
Cuando antes de inaugurarse la Autovía Los Barrios-Jerez y se estaba en lo de superar las dificultades medioambientales del cruce del Parque Nacional de Los Alcornocales, yo propuse, en un documentado artículo de opinión con mi firma como José Luis Yagüe, en la página 3 del Diario AREA, hacer un nuevo trazado para el Tren de Alta Velocidad (que nunca va a llegar al Campo de Gibraltar como tal AVE con la perspectiva actual) que discurriendo en paralelo o casi, pudiese cruzar el Parque y con la validez de los mismos estudios medioambientales, enlazara con Sevilla Santa Justa y quizá con un bypass dejando incluso de lado para determinados trenes rápidos, la parada en la capital sevillana, situarse de inmediato en Córdoba u en Madrid.
Ese trazado del AVE Los Barrios-Santa Justa, de menor coste que los viaductos y túneles necesarios para atravesar la Serranía de Ronda y con grandes llanuras que permitirían la alta velocidad en torno a los 350 kms. hora, situarían Sevilla a poco más de media hora y Madrid, Zaragoza, Huesca, Barcelona o Valencia a pocas horas de Algeciras. Y con una visión de futuro, si algún día el túnel o el puente sobre el Estrecho se hace realidad, que se hará, no lo duden, la conexión con la Alta Velocidad Marroquí que ya funciona con gran éxito entre Tánger y Casablanca lo tendrá fácil para unir Africa con Europa. Un simple desvío desde Alcalá de los Gazules a Facinas facilitaría el poder acceder al Túnel bajo el Estrecho por Punta Paloma, para en un trayecto de 28 kilómetros llegar a Punta Malabata, en Tánger. Un acuerdo firmado entre Marruecos y España en la época de la ministra Magdalena Alvarez, una entusiasta de Tánger, preveía ese más largo recorrido de 28 kilómetros, en lugar del camino más corto de los 14 que separan los dos continentes, para salvar, entre otros problemas, el enorme barranco o hendidura de gran profundidad que existe en el centro del Estrecho y por donde se dice navegan con gran pericia los submarinos rusos para no ser detectados. La empresa española Typsa era la encargada de redactar los estudios junto con otras, italiana, suiza y marroquí. Pero del túnel no se ha vuelto a hablar, dicen que para que las navieras que hacen la travesía del Estrecho, herederas de la Transmediterránea, puedan seguir haciendo su agosto. Hoy, la tecnología puede solventar los problemas técnicos y la conexión a través del Estrecho, se puede hacer posible, claro que sí.
Igual que esa plurinacional entidad de Puertos del Estrecho, que propugna Salvador de la Encina. Al fin y al cabo, son las grandes compañías mundiales las que mueven todos esos puertos de nuestro entorno. Y ya se sabe, las compañías se ponen de acuerdo, porque les interesa. Y la competencia entre naciones o territorios, poco tiene que decir, cuando hay un interés superior de negocio y de mejor funcionamiento.
Salvador de la Encina, lo sabe.