El Secretario de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino y el Secretario de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz, han enviado una carta a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, en la que instan al Gobierno a mejorar el SMI, incrementando su cuantía hasta los 800 euros en 2017 y situarlo al final de la legislatura en torno a 1.000 euros, aproximándose al 60% del salario medio, objetivo que establece la Carta Social Europea. Una cuantía que permitirá recuperar el poder adquisitivo perdido y aproximarse a los salarios mínimos existentes en la Unión Europea de los 15.
Gonzalo Pino y Ramón Górriz, ante la proximidad del periodo de actualización del Salario Mínimo Interprofesional para el año 2017, reiteran la necesidad de preservar la protección de las personas que se encuentran en situación de desempleo, así como mejorar el poder adquisitivo de la población que recibe un salario menor y cuyas condiciones de vida se han ido deteriorando desde la crisis y a pesar de la llegada de la recuperación económica».
En este sentido, recuerdan que las erróneas políticas económicas aplicadas desde 2010, las políticas de austeridad y devaluación salarial han tenido como resultado que en los últimos siete años los hogares españoles hayan perdido de media un 13% de su renta, que un 35% de los asalariados (casi 5,9 millones de personas) reciba una remuneración inferior al SMI, que un 28,6% de la población española esté en riesgo de pobreza o exclusión social, casi 5 puntos por encima de las cifras de 2008.
Asimismo el SMI, que afecta a los trabajadores que perciben los salarios más bajos, ha sufrido una importante pérdida de poder de compra en los últimos 5 años, 2,7 puntos. Hay que recordar que durante ese periodo de tiempo las subidas nominales del SMI han sido irrisorias: menos de 14 euros (un 2,1%).
Para que la recuperación económica se consolide, UGT y CCOO inciden en que es necesario que se incrementen los salarios ya que el consumo es la base del crecimiento económico. Un argumento que ha sido señalado por el propio presidente del BCE, Mario Draghi, quien ha pedido ante el Parlamento Europeo «una subida de los salarios, que llevan años creciendo por debajo de la productividad», con el objetivo de impulsar la recuperación en Europa.