Estamos en el mes de mayo, el mes de María. Este pasado lunes 24 de mayo fue el Día de María Auxiliadora. Fíjense que advocación más preciosa y, sobre todo, para mí que soy salesiano y eso es para toda la vida, eso te marca.
Desde niño, este adjetivo convertido en sustantivo me sonó siempre al nombre propio mi colegio, a Don Bosco, a Domingo Savio, a Luis Gonzaga y , por supuesto, a María Auxiliadora.
Y en su advocación, Auxiliadora, dicho así, también me evocó desde siempre la interjección que repetía mi madre como fórmula fingida de ayuda: «¡Auxilio, socorro!». Había que decir aquellas dos palabras, en ese orden o al contrario, en los incendios o si uno estaba en apuros en la playa.
Ahora, tantos años después, Auxiliadora me recuerda, me evoca a esas voluntarias, a esos voluntarios, de la Cruz Roja, como LUNA a la que han abucheado, increpado e insultado por abrazar a un chico senegalés desamparado al que habían arrastrado las olas y al acogerlo lloraba porque no sabía donde estaba su hermano que venía nadando con él. Y Luna le abrazó en un gesto precioso de auxilio y de humanidad. La misma que no tienen quienes le han insultado.
Me parece que auxiliadoras y auxiliadores nos hacen falta muchos, y ahora más que nunca, que nos auxilien en todos los campos de la teoría y de la práctica, ahora que el fascismo sibilino, disimulado, hipócrita, camastrón, se introduce sin que lo notemos por las rendijas más vulnerables de nuestra sociedad, dando por naturales situaciones que son creadas, inducidas, construidas por quienes desearían un mundo polarizado entre el paraíso y el infierno que construyen el propio azar y el capitalismo.
Porque hay gente, mucha, que es absolutamente incapaz de entender la injusticia profunda que supone que nazcas a un lado o al otro de un estrecho pero que es también del mismo mundo para todos .
Y es por lo que nos hace falta un auxilio de empatía en cada hogar. Y lo que nos sobra es esa gente odiosa que anda siempre metiendo cizaña desde que sale el sol, un sol que, , les recuerdo , sale para todo el mundo.
Por eso quiero hacer este pequeño homenaje a LUNA, después de auxiliar a una persona , ha recibido todo tipo de insultos. Pero , aunque les pese a esos pocos, tú eres auxiliadora de los cristianos y de los que no son y cuyo único apellido es el de “persona”.
Algeciras, 26 de mayo de 2021
Patricio González