¿Qué decir? ¿Una opinión heterodoxa, como todas las mías? ¿De verdad? Poder hablar, poder decir, poder escribir en un lugar que existe en su presente entre mitos y ritos, la mayoría de estos laicos, pero al fin y al cabo ritos y mitos resultan siendo, de verdades a medias que no son sino medias mentiras, cuando no son mentiras del todo. Además no es tan simple porque la primera. Incluso la segunda vez puede resultar uno el engañado
a partir de la tercera es uno, como dice el proverbio oriental, el que se deja engañar, sea por desidia, sea porque le conviene
A veces no quedan palabras que escuchar, ni que pronunciar, ni que leer, ni que escribir
¡La realidad supera toda posibilidad expresiva!. Barbarie o más allá, el ambiente vital que nos rodea no puede definirse con menor calificativo a pesar de la sugestión que la masa social recibe de los que se han ido conformando como sus dirigentes o se ha ido autoinoculando con el paso del tiempo
. ¿Qué no es verdad?, ¿Qué exagero?
. Si les gusta más creerlo así, que nadie me pida que opine
Hoy, ayer, cada día una, dos
varias vidas se extinguen a causa de actos de trágica y vandálica violencia que opacan cualquier sentimiento positivo que surja en la gente. La ciudadanía vive con temor el día a día de una convivencia difícil, de un clima de hostilidad y duda, aunque no lo quiera reconocer y, por supuesto, no se atreva a expresarlo, pero es evidente que ya no se frecuentan con tranquilidad ciertas zonas de las ciudades, se evitan ir por algunos lugares, y por aquellas calles, plazas o jardines donde iban a pasear o a hacer deporte al amanecer o a la luz de las estrellas ya no se ve aquel ir y venir de hace unos años
¿Por qué? .
Aquellas algaradas entre bandas rivales que veíamos en las películas, encarnizadas luchas por dominar un barrio de aquellos marginales extremos, desarraigados, sin ocupación ni preocupación, las tenemos hoy en nuestras ciudades, los mismos arquetipos, los mismos personajes pero afincados en nuestras ciudades con las bendiciones de la sociedad oficial, arrasando en sus batallas lo que se encuentran por delante. De la falta de respeto se ha pasado a la agresión verbal, cuando no física, como instrumento fundamental de expresión e imposición de los deseos de una buena parte de esa amplia generación de deambulantes que constituyen el amplio espectro de la juventud desmotivada que ni estudia, porque no encuentra ningún aliciente en ello, ni trabaja, porque no tiene acceso al empleo, ante cuyos ojos se han abierto oficios como el de famoso o famosa, espécimen de vergonzante de devaluado ser humano que los medios, ese infinito gran poder de hecho, han elevado al altar de la ejemplaridad y han divinizado.
Una juventud de la que se dice que es la mejor formada que jamás se soñó tener, evidentemente en referencia a aquellos que si han accedido a la preparación que se considera adecuada. No deja de ser este otro de los grandes sofismas delos tiempos, pero ¿para qué opinar? Los embrollos de las tesis doctorales, los célebres masters, la adoración y el culto a la titulitis al modo del gran vigilante americano y la especialización que aleje del universalismo
Para mí, que al fin y al cabo soy el que opino, todo es posible bajando niveles, creando carreras, y haciendo crecer las apariencias. ¡Hoy se puede ser inculto en seis o siete idiomas a la vez!.
Ese insulto, esa agresión, esa verbalización y gesticulación, el lenguaje de la amenaza y la corrosión, del asedio, del acoso, está en todas partes y rodea a todos los ciudadanos. Está en la escuela, en la enseñanza media, en todo movimiento que no alcanza su objetivo por el conducto reglamentado y ve frustradas sus aspiraciones. Un revés electoral, o una victoria del rival, imponen el insulto, la amenaza, la coacción, la persecución y un sinfín de métodos que coartan las libertades y que llegan hasta la propia acción agresora, y estas conductas se instigan desde los responsables de las distintas opciones que no solo no miden sus palabras sino que desatan las iras de sus seguidores porque, como dijera en su día aquel ejemplar que creíamos insuperable de dirigente político, lo necesario, lo preciso era la crispación, hacía falta crispación
Después hemos podido comprobar que aquel iluminado era poco para lo que nos venía encima, y es que el refranero español es sabio: ¡Detrás vendrá quien bueno te hará!.
Leer la prensa, oír las noticias, cualquier medio de informarse de lo que ocurre en España constituye un martirio, y mucho más para quien se informa desde dentro, y desde fuera, a través de opiniones, comentarios y noticias de medios extranjeros
Esta situación que vivimos es más que preocupante y un Congreso de Diputados que desarrolla sus sesiones a golpe de insultos y amenazas es una vergüenza para los ciudadanos y un peligro para la sociedad porque esas amenazas son las que en la calle, a golpe de teléfono móvil se convierten en algaradas y conflictos, y si los supuestos representantes de la soberanía popular, que realmente no se representan más que a ellos mismos y a los intereses de sus partidos, no son capaces de mostrar un mínimo de civilización y cordura, todo lo demás sobra.
En la vida del día a día de cualquier ciudad la vida sigue un curso que aparenta una normalidad irreal, nadie debe engañarse, véanse los carteles de las tiendas que anuncian liquidaciones por cierres, una, otra, otra
. Se traspasan negocios recién abiertos que no han resistido un año
Si le preguntan a los taxistas, termómetro de la vitalidad de un lugar turístico como este donde vivo, la respuesta sobre la temporada que van a dar es diametralmente opuesta a la oficial, y señalarán que ha sido catastrófica. Por supuesto que no somos ajenos a la crisis que se sufre a nivel mundial, a los conflictos e incertidumbres que enfrentan a las grandes potencias, a la decadencia de la Unión Europea
Pero España se ha convertido en un país errático y tendente a la fragmentación con problemas que no se quieren resolver pero ya tampoco cabe disimular. El miedo y la inseguridad afectan a la inversión, el residente extranjero jubilado, poseedor de cierto capital va despoblando zonas costeras buscando acomodo en otras partes, en Portugal, por ejemplo, y el estatuto de país de servicios que tenemos da poco margen para el desarrollo de un tejido industrial que cubra las promesas electorales de creación de empleo. ¿Cuándo se queden vacías las arcas y no haya a quien cobrarle impuestos, ni subiéndolos ni bajándolos, que se hace?
¿Y con Cataluña? El Poder impone que se haya de soportar a un desquiciado dentro, Torra, y uno fuera Puigdemont, y todas sus comparsas, sin actuación contundente. Ya lo dije hace mucho
. Esto acaba en guerra, esto es una guerra, cada enfrentamiento callejero, corte de autopista, toma de instituciones públicas, es un acto de guerra, se quiera creer o no, se acepte o no, y el fenómeno se ha de expandir.
Me temo que en esta especie de repetición de otras épocas históricas que vive la vieja y asfixiada Europa: Por un lado la crisis de la V República Francesa que no es sino la demostración de que Francia le viene grande al Sr. Macron y que gobernar como quiere él requiere tres cosas: La primera llamarse Charles de Gaulle, la segunda rodearse de las fidelidades que el general tuvo desde todos los terrenos ideológicos, la tercera, ser llamado por aclamación popular a dirigir el país, Macron no es de Gaulle, y Francia decae día a día, sumida en el caos. Gran Bretaña, por mucho que se diga, y por mucho que pierda saliendo de la Unión Europea, cuenta con algo que nadie quiere nombrar pero que juega a su favor económicamente y que España pudo también tener pero renuncio a ello con tal de estar a cualquier precio en la Unión; se trata de la Commonwealth, que significa literalmente riqueza común, fundada en 1.931, formada por 53 países asociados con el fin de lograr bienestar económico común, reúne a países vinculados a la Corona Británica y a Ruanda y Mozambique y se extiende por todo el mundo. De su desarrollo y tácticas dependerá mucho la economía mundial tras el Brexit y puede afectar mucho a la debilitada UE,, aunque de este tema en Bruselas se guarde sepulcral silencio. España abandonó su posición privilegiada con Hispanoamérica porque habia que ser europeos. Y el resto: Italia, Malta, Hungría, Grecia, Polonia
Alemania no es lo que era
¿Cómo quedaría España? De momento ¿cómo arreglar los problemas internos con unos países asociados en ebullición por sus propios conflictos y con poco margen para poder ayudar?.
Las elecciones andaluzas han sido la última prueba de la imposibilidad de resolver la eterna cuestión de la regeneración, que no era cosa de Ortega y Gasset, ni de Unamuno, sino mucho más lejana
¡Tal vez del castellano, metido a Rey de Aragón y aconsejado por Maquiavelo!. Lo cierto es que el desgobierno de aquí y ahora supera todo lo que fui capaz de imaginar, la desigualdad de condiciones de pactos ha fracturado la convivencia, la Constitución vale según donde y que parte, me parece, ¡no estoy seguro ya!
He opinado, y leo las noticias de última hora
. Abusos de un padre a su hija pequeña, confesión del asesino de la joven maestra en la provincia de Huelva, una advertencia a los inversores de que busquen refugio por parte del antiguo presidente de la Reserva Federal americana, y algo estremecedor, al menos para mí, es que hay más muertes por suicidio que por accidente de automóvil en España, ¿no es buena señal?.
En fin Igual no tengo razón.
Manuel Alba Pérez