Hay políticos de todos los colores ideológicos , de derechas e izquierdas , que no admiten otro criterio, posición u opinión que no sea la propia, No son demócratas y además son cobardes, porque no ponen su cara, nombre y apellidos en lo que afirman sino que mandan a alguno de sus siervos por delante para hacer el trabajo sucio.
O bien emplean un método de lo más fascista que es hacer correr un bulo o una mentira como si fuera verdad, para desprestigiar al adversario y si es posible arruinarlo personal y políticamente. Son además de unos miserables, muy mala gente.
Todos han de obedecer lo que piense o diga el máximo hacedor, sea Presidente., Ministro o Alcalde. Y si no lo hacen serán condenados al fuego eterno, por cometer el grave pecado de irritarles o contradecirles. Ante cualquier contrariedad, movilizan cielo y tierra para que caiga sobre el hereje todo el poder de sus poderosas y maléficas influencias.
Si las cosas no salen tal y como a él le gustan pataleta al canto, instrucciones a sus bufones al servicio del faraón o la faraona de turno, y todo el mundo a seguir las ordenes, sino será expulsado del paraíso, no irá en las próximas listas, peligrará la publicidad del medio o el trabajo del director o redactor de turno.
En psicología social hay numerosos estudios y análisis sobre los perfiles de personalidades autoritarias , que se manifiestan en actitudes amenazantes y represivas .Este tipo de conductas, si ostentan el poder , son muy difíciles de combatir y erradicar porque intentan sembrar el miedo y si me apuran el terror entre sutiles mensajes y elementos ocultos.
Hay quienes intentan justificar sus pataletas autoritarias enmascarándolas en base a desestabilizaciones, creencias religiosas, quimeras imposibles o paranoias persecutorias y braman contra quienes osen contradecirles o se les crucen en su camino. Incluso hay ocasiones en que pierden completamente los papeles y comienzan a gritar y despotricar como almas que lleva el diablo.
Ellos solo admiten a quienes les dan la razón aunque mientan o digan grandes disparates, a quienes se conforman y admiten la mayor de las injusticias y se someten a su autoridad sin rechistar. Son gente que tiene vocación de mando no de dirección política. Gente que no concibe el trabajo en equipo sino la obediencia ciega de los demás.
Y ante cualquier contrariedad, sacan fuera toda la agresividad del mundo y castigo a todos los individuos que no aceptan o acatan los valores que ellos dicen defender y que no son ni más ni menos que basura. Por supuesto en su torpeza, sin límites, rechazan a todo el que muestre un gramo de creatividad o imaginación, sobre todo adversarios políticos, periodistas y artistas.
Son tan rígidos, estereotipados e incluso en ocasiones supersticiosos , que solo les obsesiona la preocupación por dominar , porque le identifiquen con la gente que manda , y que todo el mundo vea que son tipos duros , incapaces de mostrar una gota de sensibilidad con los problemas de los demás.
Creo que este tipo de personajes, tienen un síndrome destructivo de hostilidad contra el resto de la humanidad, y con una tendencia permanente de proyectar en el mundo las cosas terribles y peligrosas que pasan por su mente. Esa hostilidad a admitir las diferencias y las discrepancias le provoca en demasiadas ocasiones conflictos que podrían evitarse.
Quienes ante una crítica, no son capaces de pensar, reflexionar y rectificar y solo saben insultar y descalificar, en una actitud autoritaria, con malos modos, peor educación y trato despótico, es que además de carecer de razones y argumentos son seres acomplejados y con serios problemas.
Menos mal, que este perfil psicológico que les he dibujado en el artículo de esta semana, es solo una elucubración psicológica, y afortunadamente no he detectado ningún responsable en nuestra Comarca del Campo de Gibraltar que responda a este perfil.
Sí, les ruego encarecidamente, si cualquiera de nuestros lectores, descubriera algún espécimen de estas características nos lo comuniquen sin falta. Son muy peligrosos y necesitan un rápido abordaje terpeutico.Esperemos encontrar pronto, una vacuna eficaz contra este tipo de conductas.
Juan Antonio Palacios Escobar