Naciones Unidas ha vuelto a adoptar una Decisión de Consenso sobre Gibraltar acordada entre el Reino Unido y España. Éste es un acontecimiento anual que no afecta en modo alguno a la continuidad de la Soberanía Británica en Gibraltar.
La postura del Gobierno de Gibraltar es que la ONU debería preocuparse más por cumplir sus obligaciones en virtud de la Carta de la organización y los pactos fundamentales, entre los cuales está el derecho de los pueblos a la autodeterminación. Por ello, el Gobierno de Gibraltar nunca ha apoyado el proceso ni ha respaldado determinados aspectos del contenido de las Decisiones de Consenso. La Decisión de Consenso presenta ahora las visiones opuestas del Reino Unido y España.
Este año, por primera vez, hace referencia al mecanismo de doble bloqueo por el que el Reino Unido jamás celebrará acuerdos en virtud de los cuales se transfiriera la soberanía de Gibraltar a otro Estado en contra de los deseos expresados libre y democráticamente por su pueblo, ni tampoco entrará en un proceso de negociaciones sobre la soberanía que no satisfaga a Gibraltar.
El Ministro Principal de Gibraltar, Fabián Picardo, declaró: La nueva Decisión de Consenso adoptada en el seno de la Cuarta Comisión de la ONU no cambia nada. No representa avance alguno de la reivindicación rancia y fracasada de España acerca de nuestra soberanía. De hecho, la referencia al doble bloqueo de la soberanía ayuda a reafirmar que nuestros deseos constituyen el factor determinante y esencial. En lugar de perseguir propuestas inútiles como la de la soberanía compartida, que España ha llevado hasta la ONU, lo que debería hacer es volver al diálogo en beneficio mutuo de los residentes de ambos lados de la frontera. Como hemos defendido desde que ganamos por primera vez las elecciones en 2011, éste es un tiempo para la reflexión, el diálogo, la discreción y la cooperación y no para el conflicto y la confrontación que han caracterizado las declaraciones de los representantes de España en los últimos cinco años. Avancemos y centrémonos en mejorar la vida de la gente, que es la labor que se encomienda a los políticos.