Por iniciativa del Instituto Fernando El Católico se ha vuelto a realizar por tercera vez en la historia, la recreación histórica de la conquista de Marbella por el Rey Fernando el Católico en el año 1485.
Coincide con la festividad del Patrón San Bernabé, el dia 11 de junio, el hecho histórico de la capitulación y así se viene celebrando desde siempre en la Cruz del Humilladero, lugar de la calle Málaga, a los pies del castillo prácticamente, donde la tradición dice que el alcaide musulman del Castillo de Marbella, Mohanmmad Abuneza, acató el poder del Rey Católico, una vez que ya se había consumado la conquista de Granada, de Ronda y de otros lugares de la Serranía y entregó las llaves de la fortaleza. Se humilló (de ahí el nombre de Cruz del Humilladero) ante el Rey Católico, capituló y entregó las llaves del Castillo de Marbella.
En esta recreación, más o manos rigurosa de lo que sucedió en aquella ocasión se ha tratado de teatralizar aquel histórico momento.
Lamentablemente el acto de la Recreación Histórica no tiene aún arraigo entre la población y ha sido muy escasa la presencia del público que lo ha disfrutado, entre el que había no pocos turistas disfrutando de la siempre atractiva visita al Casco Antiguo o Casco Histórico de Marbella.
La plaza de la Iglesia a los pies de la muralla del castillo, hoy coronado por las aulas del colegio de las Salesianas, ha sido el marco inicial de la Recreación, con la carpa real instalada, grandes lienzos con los escudos de Castilla y Aragón pendiendo de las murallas y una ambientación bastante bien conseguida.
En la Recreación Histórica se han escenificado las negociaciones entre Pedro de Villandrado, conde de Ribadeo, en representación de Fernando el Católico, y el alcaide musulmán de Marbella, Mohammad Abuneza.
La historia dice que dichas capitulaciones no fueron fáciles. El acuerdo, cuentan, no fue muy discutido ya que se imponía a los moradores musulmanes del castillo de Marbella la obligación de abandonarlo a toda prisa, dejando atrás sus armas y saliendo del recinto, propiciando una rendición sin derrame de sangre. Muchos salieron hacia el campo, buscando lugares donde refugiarse. Y sobre todo, los gomeres, soldados de tribus del norte de África que luchaban por el Corán, debían abandonar el castillo de Marbella totalmente desarmados. Ha sido un momento muy bonito de gran plasticidad, cuando el Rey Fernando ha recogido las llaves de la fortaleza de manos del moro.
Luego, la comitiva partió para seguir , por la calle Salinas cuyos muros lucen cientos de macetas con flores, desfilando hasta la capilla del Apóstol Santiago (sede del Cristo del Amor, San Juan Bautista y Nuestra Señora de la Caridad).
También ante el histórico edificio de la Casa del Corregidor, actal Ayuntamiento, que conserva su fisonomía histórica desde hace años.
La narración de todo lo que iba sucediendo, con marcadas notas históricas permitió a los asistentees revivir esta Recreación, viendo a los personajes más representativos de aquel episodio de la historia.
Encabezaba la comitiva el Rey maño, muy bien pertrechado y enfundado en su armadura, montado en su caballo, al igual que lo hacía, pero sin silla ni montura, el cardenal Mendoza reconocible por su sombrero. Un tambor marcaba el paso de la comitiva.
Fue emocionante el momento de oración ante el apóstol Santiago y ante el Cristo del Amor, reflejado con mucho recogimiento tal y como la ocasión merecía. Ante la puerta enrejada del Palacio del Corregidor y una fachada llena de flores del histórico edificio del Ayuntamiento, muy a propósito, sin duda para imbuir al espectador en la Recreación, se han escenificado la ceremonia de armar caballeros a algunos personajes.
Empuñando su espada, el Rey Fernando la dejó caer suavemente sobre uno y otro hombro del nuevo caballero.