Ha sido durante el acto de la II entrega de la “E” de Encuentros con la Cultura que ha tenido lugar en el elegante marco del Anantara Villa Padierna Palace, donde Ricardo Arranz de Miguel, el empresario y creador del lujosos hotel donde se alojó la presidenta de los Estados Unidos de América, Michelle Obama, se sometió al interrogatario periodístico de la creadora del galardón y corresponsal en Marbella de diversas publicaciones especializadas en Sociedad, Amparo de la Gama.
Antes de recibir la distinción enmarcada junto a un dibujo que del empresario realizó la pintora Rita Martorell, Ricardo Arranz habló de su pueblo, Aranda de Duero, en cuya ribera se dan tan excelentes vinos y tan excelentes asados “al estilo Aranda”, pero donde, confesó, hace mucho frío.
De allí salió para estudiar en Valladolid, desde donde dio el salto para estudiar en una sección de la Universidad de Granada que entonces funcionaba en Málaga, donde en aquellos momentos se desarrollaba la intensa campaña “Málaga por su Universidad” liderada, entre otros, por un joven Francisco de la Torre Prados (y el diario “SOL de España”) que no paró hasta que se consiguió. Y ahí está la UMA.
Ricardo Arranz obtuvo su primer trabajo vendiendo pollos y helados en la empresa “Avidesa” que surtía a todos los hoteles y restaurantes de una Costa que empezaba a despegar.
Luego vino su incorporación a La Quinta, en una gran inversión, criticada por su lejanía y según confesó calificada como “el proyecto del quinto…” en alusión a la frase que se usa cuando un sitio está muy lejos.
Ricardo Arranz hizo muy rentable aquella inversión creando una urbanización con campo de golf, muy cotizada y que él se encargó de vender muy bien. En alusión a su paso por La Quinta eludió (porque no se lo preguntaron tampoco, su relación con el empresario que financió el proyecto, su paisano de Aranda de Duero, famoso en el mundo de los lácteos y los zumos, Tomás Pascual (qepd) con el que finalmente tuvo un contencioso, dado que se le negaba el mérito de las ventas realizadas y de la comisión que, por su intenso y buen trabajo a Ricardo Arranz, le correspondía. La Justicia le dió la razón y le tuvieron que abonar la elevada cuantía que reclamaba.
Ricardo Arranz explicó como compró luego la finca donde se encuentra el lujoso Hotel Villa Padierna calificado como un Palacio de la Toscana, por su gran cantidad de esculturas, pinturas y obras de arte y diseñó los tres campos de golf de 18 hoyos que lo rodean, con lagos y un complejo residencial de lujo.
Refirió como dio cuenta a su esposa, Alicia Padierna de Villapadierna Klein de la adquisición de la finca con cinco millones de metros cuadrados y del proyecto que quería llevar a cabo en ella. Y refirió como ésta, al contárselo a su padre, éste le dijo: “Dile a ese loco, que se quite eso de la cabeza.¡Sepárate inmediatamente de él!”.
En el coloquio hubo muchas y emotivas referencias a Alicia Padierna, esposa de Ricardo Arranz a la que el cáncer se llevó a los 57 años y también se hizo referencia a su madre, la elegante Alicia Klein que fue una de las primeras mujeres jugadoras de golf de España. Los condes de Villapadierna eran muy conocidos en la sociedad y la aristocracia española, entre otras cosas por poseer una de las cuadras ganadora, que acumulaba trofeos en los encuentros hípicos de La Zarzuela, en Madrid.
Los tres nietos, hijos de Alicia y Ricardo Arranz, se hallaban presentes en el acto.
Ricardo Arranz, presidente de los Urbanizadores de España y con múltiples negocios e inversiones en el mundo del Turismo y la Hostelería, desde Sierra Nevada y el Parque Nacional de Los Alcornocales a Canarias se siente muy orgulloso del complejo Villa Padierna y dijo:
“Aquí está esta brillante realidad, aportando un hito de elegancia y categoría al que he decidido llamar como “Triángulo de Oro de la Costa del Sol” que comprende los municipios de Marbella, Benahavís, donde está enclavada esta parte del hotel y los campos de Golf y Estepona a cuyo término pertenece toda la parte baja del complejo: el Club de Playa y el Club de pistas de tenis y de padel.
El “Triángulo de Oro” es donde se concentra el mayor número de hoteles de lujo y campos de golf, aunque reconoció el peso de la marca “Marbella” a la que recurren tod,os los establecimientos de lujo vecinos.
“Estepona -reconoció- es actualmente un boom que esta ganando un gran prestigio en el mundo turístico, por su cuidado y belleza, pero Marbella es la marca y a ella, nos acogemos.
Ricardo Arranz expresó su certeza de que ha sido el lujo el que ha marcado el éxito del Triángulo de Oro y se refirió a los pioneros, felicitando al conde Rudi, presente en el acto junto a su esposa, la princesa Maria Luisa de Prusia, por haber seguido en el Marbella Club y bajo la nueva propiedad de la familia Shamoon, la senda de prestigio que marcó su primo el príncipe Alfonso de Hohenlohe, al que se hizo referencia también por su empeño en desterrar de Marbella las tentaciones de llenarla de grandes rascacielos, como estaba sucediendo en Benidorm. “Insistía Hohenlohe en que en Marbella, ninguna edificación debía sobresalir por encima de los árboles. Y por ello, influyó en José Banús para que desechara el proyecto de grandes torretas en Puerto Banús y se hiciese un “pueblo marinero”, recomendándole al arquitecto Noldi, que siguió la instrucciones del príncipe Alfonso.
Cuando Banús compró por 500 millones de pesetas la finca de El Angel, había pedido un crédito al Banco de Bilbao, que no pudo pagar y fue por ello que Inmobiliaria Bilbao pegó un zarpazo a una parte de la finca y comenzó haciendo las tres torres que tanto afean el paisaje de Nueva Andalucía y que enfurecieron a Hohenlohe, tanto que consiguió que las posteriores urbanizaciones de Aloha, en Inmobiliaria Bilbao, se hiciesen en torno al campo de golf Aloha, puntualiza el autor del libro de Historia del Turismo en Marbella “Lo que yo vi, lo que yo viví” y decano de los periodistas, José Luis Yagüe Ormad también presente en el acto de homenaje a Ricardo Arranz. Como también era el único periodista de la Costa del Sol acreditado por la Casa Militar para poder cubrir la inauguración de Incosol, de cuyo acto se contó una anécdota referida a la Torre de Río Real.
“El lujo y la calidad, es lo que nos define”, insistió Arranz y por ello abogó porque la zona de Marbella o sea, el Triángulo de Oro de la Costa del Sol, cuente con las grandes marcas hoteleras como Mandarín, Anantara y Four Season, cuyas obras, a la salida de Marbella hacia Málaga, comenzarán próximamente, una vez vencidas las muchas e incomprensibles dificultades burocráticas.
A este respecto aludió al gran éxito de Four Season en Madrid, asegurando que, en Marbella, también lo será.
Y citó la baraja que garantiza el éxito en esta zona: el clima, la seguridad (en contra de lo que algunos critiquen y elogiando el trabajo del recién jubilado comisario de Marbella, Enrique Lamelas, también presente en el acto) y una completa infraestructura turística: Campos de Golf, canchas de tenis, puertos deportivos, casino, gastronomía y paisaje.
Pero con una llamada al Gobierno Central para completar las infraestructuras. La antigua N-340 ahora A-7 está igual que el día que se hizo y está pidiendo a gritos un tercer carril y una mejora de los peligrosos accesos para incorporarse a ella, en puntos clave (uno de ellos es la salida del Villa Padierna, precisamente y otro muy significativo en el de la curva de salida de la zona de Incosol y Rio Real, entre otros).
Y en el aire flotaba la necesaria inversión en la Costa para regenerar las playas, que el Ministerio de Medio Ambiente no termina de abordar.
En general toda la intervención de Ricardo Arranz, con su experiencia, con sus conocimientos, con sus logros y éxitos proporcionó una auténtica lección sobre Turismo Residencial y Turismo de Lujo., que los asistentes, aplaudieron.
Entre ellos estaba el que fuera consejero de Agricultura y Pesca y luego uno de los consejeros que más impulso dio a la promoción del Golf y el Turismo en Andalucía, Paulino Plata Cánovas, que se retiró de la vida activa una vez terminó su mandato en el Puerto de Málaga, incrementando la llegada de los grandes cruceros y por vez primera llevando a cabo una complicada pero exitosa operativa que convirtió a Málaga en puerto de embarque, movilizando la llegada de varios aviones especiales con los pasajeros, cuyo equipaje fue directamente del avión al barco, algo que se recuerda como un hito que demostró la capacidad de Málaga para este tipo de operación, hasta ahora reservado al Puerto de Barcelona, para los del Mediterráneo y en el de Miami, para los cruceros por el Caribe.
Entre los asistentes, Juan Orbaneja, de la Asociación de Urbanizadores de la Costa del Sol y de Sitio de Calahonda, con su esposa, que llegaron acompañados de Franscico de Borbón, duque de Sevilla; Ricardo Sánchez Bocanegra, secretario de la Academia Gastronómica de Marbella junto a otros académicos como Antonio Espada o Santiago Domínguez, a cuya esposa, fallecida recientemente, Mari Paz Ametller Maiz, también se le dedicó un cariñoso recuerdo en la charla. Otros muchos personajes llenaron el aforo de la sala presidido por una gran escultura y un precioso mural, como unas de las 2.000 obras de arte que adornan los salones y las estancias del Anantara Villa Padierna Palace Hotel & Resort.
Eso sí, se echó en falta y así se dijo, la presencia del alcalde de Benahavís y presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol, José Antonio Mena Castillo; ni el de Estepona ni ninguna representación municipal de Marbella.