En un mundo roto, hay desgarros más significativos que otros aunque existan intereses muy especiales por ocultarlos o tratar de disimular su impacto visual. Uno de esos destrozos se llama España, si, España, y por mucho que se trate de hacer invisibles sus vergüenzas la tarea es infructuosa y cada vez más estéril. Por muy bueno que sea el maquillaje, las profundas heridas de su piel no se pueden disimular y van ahondándose a un ritmo vertiginoso.
¡Santo Poder, Bendito Poder! ¿Qué tienes, cuál es el misterio de tu hechizo?.Esta España, acomplejada y exagerada que pasa de dar vivas al Caudillo Victorioso a querer sacar a patadas sus huesos de la sepultura para quien sabe si en cualquier otra jornada ir a buscarlos donde vayan a ir a parar para elevarlos a los altares, o venderlos a un coleccionista, o en una subasta , porque todo es posible en estos pagos, esta España no parece que vaya a cumplir nunca la profecía el pobre D. Antonio, de Machado, no acaba de tener su mármol y su día, su infalible mañana y su poeta sino que sigue siendo de charanga y pandereta, tanto que hasta el bueno del autor de tan certeros versos fue, como tantos otros, metido en el caldero cainita, en el eterno e irredimible guiso de buenos y de malos.
¡Todo por el Poder! Esa sería ladivisa común que debería figurar de modo obligatorio en el umbral de las sedes de todos los Partidos Políticos, sin faltar un ápice a la verdad
¡Venerado poder! Por el se vive y se muere, se traiciona, se engaña, se ultraja, se humilla, se deshonra, se pierde la dignidad, el honor, el orgullo, se vende el alma a Dios, al diablo o a ambos a la vez, y de él se vive, porque su estructura jerarquizada, piramidal, ramificada y capilarizada permite que la profesionalización de su entorno a través de la actividad política sea el oficio de miles de personas, constituyendo una actividad laboral, lo que suelo llamar la industria del Poder. En ella se instalaron allá en mi juventud, en tiempos de estudiante algunos compañeros cuyo brillo y esplendor ha quedado de manifiesto a lo largo de su carrera política, algunos ocupando Vicepresidencias y Ministerios, antes y ahora, de unos bandos y otros, sin que durante cuatro décadas hayan hecho otra cosa que ejercer de políticos profesionales.
Cierto es que no es solo cuestión hispana esta particularidad y que la profesionalidad casi de nacimiento del político, algo que me parece nefasto y pernicioso, es praxis común en otros lugares, y que el ideal lo veo en un tiempo muy pasado, mucho más atrás de aquel por el cual se me pueda tildar de esos modos descalificativos al gusto de la moda e identificarme com modelos del siglo pasado que rechazo y condeno, modelos que fueron, ¡y nadie debe olvidarlo!, desviaciones salvajes y demenciadas de los frutos del pensamiento liberal y socialista del siglo XIX . Pero no yendo tan atrás, siempre me pregunto por Suiza, ¿por qué funciona la Confederación Helvética de una manera apreciablemente bien, con prosperidad y armonía?. Siempre me responderá alguien que por ser un país pequeño
¡Más o menos como la región de Cataluña y con una población equivalente!. Me dirán que por la mentalidad, pero las mentalidades cambian, se modifican con la formación, y además allí hay una mezcla cultural germana, italiana y francesa
. ¡Algo hay!. ¿No sería ideal vivir en un sistema semejante al de Suiza?
Pero volviendo a centrarme en el mundo desgarrado y en esta España: ¿Es admisible aceptar la situación que vivimos permaneciendo callados y diciéndonos para dentro: qué le vamos a hacer, es lo que nos ha tocado?. Si lo es, evidentemente estoy equivocado, y mi aislamiento, mi soledad y mi autarquía me han derrotado, ¡me rendiré!
Si se me dice que es normal que gobierne quien dirige un grupo de 84 diputados, entre los cuales hay varios independientes, cuestionado por los más destacados dirigentes históricos de su partido, el PSOE, ese tal Sr. Sánchez, que pone en el ejercicio del Poder todosu empeño de manera descarada y pacta con los independentistas, financia el separatismo y fomenta todo lo que suponga una esperanza, por pequeña que sea de que sus delirios de grandeza, sus ambiciones y su afición aeronáutica se mantenga, que sus presupuestos confiscatorios se aprueben y hace trizas el ya maltrecho partido que dirige. ¡Qué razón tiene Alfonso Guerra en sus últimas declaraciones!. Si se considera normal que un gobierno regional arrebatado al PSOE por pactos semejantes a los que se utilizan para quitar el gobierno a los contrarios es un golpe de estado y se llama a la algarada y la movilización sin que nadie diga basta, si se considera normal que haya tantas historias de España como regiones autónomas, la mayoría falsas creaciones artificiales creadas para que todos estén conformes por lo del café para todos
. ¡que me lo demuestren!
Una España ridiculizada, gobernada por el Sr. Sánchez, con el impagable apoyo de su vicepresidenta la Sra. Calvo, Carmen, Carmen, aquella compañera de tiempos de estudiantes
¡Quien lo habría podido pensar!, aunque ya apuntabas modos, pero con lo de la magistral lección jurídica que diste con la ocurrencia de declarar que el dinero público no era de nadie ya diste la talla. ( Me imagino a nuestro común profesor Dr. Aparici Díaz en el bar del más allá con su copa de ginebra, atusándose la perilla y tratando de encajar el dinero público como res nullius en los derechos reales romanos). Una España que tal vez en pocos años figurará en la Historia como un lugar que llego a ser un Imperio y que duró a trancas y barrancas hasta que en tiempos de una troupe de Circo mandada por un tal Sánchez, Carmen, su ayudante y unos cuantos más lo dejaron hecho un camping donde se instalaron todos los que no querían en ningún sitio.
Hoy el mundo vive sus problemas y aquí tenemos lo de siempre: Cataluña y su independencia, que al final se la dará Sánchez a Torra de modo oficial como la entrega de Guinea a Fernando Macías y sin que nadie se entere ni diga nada por aquello de ¿qué le vamos a hacer?, aunque eso sí, será en ceremonia secreta y mediando vuelo del avión Falcón por unos módicos 280 o 300 eurillos. Nada se dice sobre el entreguismo a los muchachos de Podemos, que resulta que además le aprietan. -(Yo creo que se deberían llamar Podemos, Queremos, Mandamos, Exigimos y Gobernamos) incluso ante situaciones como la de Venezuela, donde España no se pronuncia porque se hará lo que digan los de la extrema izquierda rancia, estalinista y decadente, dividida y divisoria, bajo el mando del delirante histriónico Iglesias, un Hitler con coleta al que cualquier día le oiremos que se le ha posado en el moño un pajarito y como a su amado Maduro le ha dictado las consignas a seguir y le ha augurado el futuro bajo su mando. En todo lo que se toque hay inestabilidad e incertidumbre
¿Es normal y previsible crear empleo mientras se anuncia que entidades como determinados bancos se van a deshacer de miles de empleados?.
¿Es esperanzador saber que el turismo ha descendido a niveles preocupantes, bastante más del 5,2% oficial?. La pérdida de confianza en el destino estacional no se recupera en ferias nacionales e internacionales mientas los medios de comunicación difundan por el mundo las imágenes de taxistas y transportistas alternativos de pasajeros a bofetadas y pedradas en los aeropuertos, huelgas y demás espectáculos, o las noticias de la violencia, robos, asesinatos, escalada de situaciones que contradicen la idílica perspectiva vacacional, incluso la perspectiva de la inversión en vivienda de temporada se empaña con el fenómeno de la ocupación ilegal y la dificultad de recuperación de la posesión, pues no son pocas las informaciones que llegan a los periódicos extranjeros de las dificultades y lo tedioso de los procesos de desalojo de viviendas que resultan ocupados ilegalmente en ausencia de sus legítimos dueños. La idea de que España no es el país seguro de antes se difunde como la espuma por el mundo entre la clase media y media alta europea que fue tan rentable para nuestra economía, y la cuestión de la seguridad es un problema que nadie puede negarme ¿Alguien puede considerar normal el diario fluir de noticias poniéndonos al corriente de delitos cada vez más crueles, más sangrientos, más repugnantes?, ¿nos tenemos que acostumbrar a eso y aceptarlo?
La sociedad tiene que decir ¡ya basta!. Y al Poder hay que ponerle freno, a la tiranía hay que pararla y tiranía no es solo eso que por costumbre se llama dictadura
. Un abuso de poder, se ponga como se ponga quien se ponga, consistente en no pudiendo ejercer por su propio peso el gobierno y comprándolo con el dinero público a quienes deberían ser reprimidos por su ilegítima conducta es un ejercicio de tiranía, doblegarse a las exigencias bolivaristas de los iluminados, infringir la Constitución a través de establecer medidas discriminatorias entre ciudadanos se llama tiranía. A mí no me asustan las tiranías, por otra parte,, pero dígamelo Sánchez, dígamelo
. Si me lo dice
Me dice usted, mire lo mío es el Santo Poder, y quiero mandar y gobernar cueste lo que cueste, igual lo entenderé, pero no me haga el mamarracho porque al final va a servir usted, y Carmen Calvo, claro (que por cierto tendría que revisar su curriculum
), porque la Sta. Robles se vuelve a la Justicia que todo se lo traga y se jubila con toda la gloria descangallada, para que los tiranos sean otros, esos que hoy le aprietan los zapatos.
Manuel Alba