El Acuerdo de Nochevieja presentado para su aprobación a la UE por los gobiernos de España y Reino Unido junto con el Gibraltar es cierto que presenta muchas lagunas que pueden dar lugar a interpretaciones equivocadas. En su presentación al Parlamento de Gibraltar, el ministro principal Fabián Picardo ya resaltó la fragilidad del mismo.
Desde el momento en que el diario “El País” dio a conocer el Acuerdo que le había sido filtrado y que, ni en Gibraltar ni en España, ni en Europa, el gran público conocía y comenzaron las especulaciones con el control que España como país cercano de UE le tocaba realizar para el control de entrada y salida de ciudadanos en el espacio Schengen, hubo muchas inquietantes preguntas sobre si el control de la entrada a Gibraltar por el Puerto y el Aeropuerto iba a ser realizado por la Guardia Civil y Policías españoles o por agentes de fronteras de Frontex (que pudieran ser italianos, belgas, malteses, portugueses o de cualquier otra procedencia de la Unión) levantándose una ola de comentarios contra Fabián Picardo al que, injustamente, algún exaltado gibraltareños (british we are, british we stay) ha acusado de haberse vendido a España.
Nada más lejos de la realidad. Pero sí que resulta difícil de entender la posible nueva situación (si Europa la acepta) cuando, interesadamente los de Vox y algún miembro destacado del Partido Popular (en el partido de Inés Arrimadas parece que no tanto, aunque salidas de tono si hay), pretenden en el Parlamento, en las páginas de los periódicos españoles y en las televisiones, que el Acuerdo de Nochevieja, sirva para poner de rodillas al pueblo de Gibraltar en el camino para anexionarlo a España. Son políticos que siguen soñando con la quimera de un Gibraltar Español, que no ha llegado y que de momento y parece que durante muchos años más, no va a llegar.
La ministra de Exteriores de España, Arancha González Laya, al explicar el Acuerdo de Nochevieja ha recurrido al dicho de que la política de los palos, de los insultos al pueblo gibraltareño. de la constante crispación que nada bueno ha traído en los últimos más de 300 años para nadie, ni para el pueblo gibraltareño, pero tampoco para La Línea y la comarca del Campo de Gibraltar debería dar paso a la política de la convivencia, del entendimiento entre los pueblos y de la necesidad de aunar sinergias para lograr una “Prosperidad Compartida”.
Esta es la segunda parte, la más preocupante para el futuro económico de Gibraltar.
Gibraltar como centro de compras sin IVA ha sido uno de los grandes alicientes que han motivado a los cruceristas, a los viajeros que hacen turismo navegando a bordo de los grandes o pequeños barco de crucero y que en masa han desembarcado en el Puerto de Gibraltar, para ver sus muchos atractivos turísticos: las cuevas de San Miguel, los monos, las galerías militares del Gran Asedio y de la II Guerra Mundial, las panorámicas sobre el Estrecho y la Bahía con la cercanía de Africa al frente, pero también, para comprar perfumes, souvenir y regalos que llevar de vuelta a la familia, exentos de IVA. El Comercio y el Turismo son junto con las sociedades que integran el Centro Financiero (compañías de seguros y juego, entre otras) el pilar donde se asienta la principal actividad económica de Gibraltar.
El nuevo Acuerdo va a obligar a una “armonización” y a la introducción del IVA ahora exento en Gibraltar.
Si se convencen en VOX y en el PP de que no lleva a ninguna parte una constante campaña para mantener la crispación en todo lo que concierna a Gibraltar (en pos de una quimérica y por ahora y por mucho tiempo después, obtención de la soberanía) es posible que haya avances también en el plano económico conjunto, como ya se vislumbran en el factor humano y de relaciones, acabando con los controles en la Verja.
En nuestro reciente artículo “Prosperidad Compartida con Gibraltar” señalábamos que esa prosperidad es posible y no es ninguna quimera si Gibraltar sigue gozando de su actual status fiscal que hasta ahora funcionaba dentro de las directrices de la UE y se facilita que empresas radicadas en Gibraltar y con centros de producción en los polígonos de San Roque o de La Línea puedan gozar de esas anheladas ventajas que para su desarrollo, toda empresa busca. Y ponía como ejemplo la ventajosa fiscalidad de las Islas Canarias, de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, etc. Nada nuevo, pues ya el ínclito Margallo de tan nefasto recuerdo para muchos miles de habitantes del Campo de Gibraltar que sufrimos sus inhumanas colas de hasta 9 horas, en su propuesta de cosoberanía quería ofrecer todas esas ventajas y más para que los gibraltareños tragaran el anzuelo (es tan sin sentido este político que ofrecía el caramelos de tantas ventajas “solo por unos meses” y después “ahí os quedáis”).
Ahora, la “Prosperidad Compartida” ha de necesitar de mucha dosis de buena voluntad, de entendimiento, con ganas de unir a todo el Campo de Gibraltar en un horizonte nuevo de progreso y bienestar, que tanta falta hace.
En Gibraltar, de momento preocupa el día a día de una economía dañada seriamente, como todas las del mundo, por el Covid-19 y por todas estas incógnitas del Brexit y del Acuerdo de Nochevieja.
Ayer en el diario “Gibraltar Chronicle” (que es el más antiguo de la península ibérica), el ministro de Finanzas Públicas “en la sombra” (es decir, en la Oposición), Roy Clinton, perteneciente al partido social demócrata GSD que lideró años atrás Sir Peter Caruana y que actualmente lidera Keith Azzopardi (que fue ministro con Caruana), escribía el siguiente artículo de Opinión, que por su interés ante la problemática actual de la economía de Gibraltar, reproducimos:
OPINIÓN Y ANÁLISIS
La futura prosperidad económica de Gibraltar
Por Roy Clinton
Todos tenemos interés en la futura prosperidad económica de Gibraltar representada por la salud de nuestras finanzas públicas y el éxito de nuestra economía del sector privado. Es fundamental para nuestro bienestar que nuestra economía prospere y crezca porque sin los ingresos fiscales que genera, el gobierno no puede brindar servicios como salud y educación.
Tenemos dos preocupaciones inmediatas que afectan a nuestra economía, la primera es la crisis del Covid-19 y la segunda es el Brexit. La crisis del Covid-19 ha tenido un impacto económico inmediato pero a corto plazo y el Brexit aún no ha tenido ningún impacto económico inmediato, pero sus efectos serán a largo plazo. Es importante evaluar cómo cada uno ha afectado o podría afectar a nuestra riqueza futura.
CRISIS COVID
Tenemos en Covid-19 lo que comúnmente se llama en el mundo de los mercados financieros un evento de ‘cisne negro’ que no era esperado o predecible. Todas las naciones del mundo han sufrido un terrible precio tanto en vidas humanas como en pérdidas económicas. Con el despliegue de la vacuna tenemos la esperanza de que lo peor pronto quede atrás y podamos iniciar el proceso de recuperación económica. Pero nosotros recordaremos y lloraremos a aquellos a quienes hemos perdido y evaluaremos su costo económico que hasta ahora asciende a £ 167 millones y se espera que aumente. Tenemos el uso de una garantía del Reino Unido para un préstamo de 500 millones de libras esterlinas, pero esto solo durará tres años y debe reembolsarse.
Sir Joe Bossano (que acaba de hacerse cargo de la Economía de Gibraltar) ha dicho en términos inequívocos que la posición de las finanzas públicas de Gibraltar es «inestable» y que habrá que tomar «decisiones difíciles». Ignorando que el Brexit existe por un minuto, podemos asumir que así como las economías mundiales tardarán uno o dos años en comenzar a recuperarse, pasarán al menos tres años o más antes de que nuestras finanzas públicas puedan restablecerse si los ingresos fiscales aumentan al mismo ritmo. .
El Gobierno puede abordar este dilema intentando estimular y hacer crecer la economía en proyectos del sector público, como lo haría cualquier seguidor de Keynes, pero en este sentido el Gobierno ya se ha exagerado con el desarrollo excesivo y el endeudamiento durante los últimos ocho años y hay espacio para maniobrar. Todo lo que puede hacer ahora es gestionar su gasto de acuerdo con las prioridades y orientarlo hacia aquellos que produzcan el máximo beneficio público o económico.
A este respecto, el Gobierno debe ser completamente transparente en cuanto al alcance de sus préstamos indirectos y publicar cuentas auditadas completas para todas las empresas de propiedad estatal. Sería inaceptable que este Gobierno esperara que el contribuyente sufriera sin salir limpio. En este sentido, la próxima sesión presupuestaria será de interés, donde la atención debe estar en los números y la cruda realidad.
BREXIT DURO
El tema del Brexit y, de hecho, un ‘Brexit duro’ es uno que merece un análisis económico más detallado, porque, por supuesto, su significado es diferente en el contexto del Reino Unido al contexto de Gibraltar. El Brexit duro para el Reino Unido, en pocas palabras, significa dejar la UE sin un acuerdo comercial. Para el Reino Unido, esto podría haber tenido un efecto dramático con respecto a los aranceles sobre los productos manufacturados y las exportaciones al salir de la Unión Aduanera.
Para Gibraltar nunca hemos estado en la Unión Aduanera y, por lo tanto, este elemento no tendría un efecto económico tan evidente en nosotros, excepto en términos de importación de productos alimenticios y otros elementos esenciales como estamos viendo ahora. Estos habían disfrutado tradicionalmente de un régimen de importación más laxo a pesar de que no estábamos en la Unión Aduanera mientras estábamos en la UE.
El Gobierno produjo un folleto de orientación completo sobre los efectos de un Brexit sin acuerdo para Gibraltar en términos de su efecto práctico en la vida cotidiana y las empresas, pero poco en los efectos económicos. Sir Joe Bossano en su manifiesto de 2019 confiaba en tener un plan económico posterior al Brexit y que Gibraltar prosperaría independientemente.
ACUERDO MARCO
Ahora se nos presenta un Acuerdo Marco que en seis meses podría conducir a un Tratado entre el Reino Unido y la UE con respecto a Gibraltar. Esta es una forma de acuerdo comercial que, por supuesto, debería generar más beneficios económicos que ningún acuerdo.
Este Acuerdo Marco se centra en dos elementos principales, a saber, la libertad de circulación de personas en forma de Schengen y la libertad de circulación de mercancías en forma de unión aduanera.
El Ministro Principal ha descrito las disposiciones de Schengen como aquellas que «se incluirán» en cualquier tratado, pero que las disposiciones de la Unión Aduanera a medida se denominan «pueden» incluirse.
Para ser honesto, estoy tan preocupado por la Unión Aduanera como por Schengen debido a sus consecuencias económicas a largo plazo.
Sorprendentemente, el manifiesto GSLP / Liberal 2019 menciona el Brexit 114 veces, pero ni una sola vez aparecen las palabras ‘Schengen’ o ‘Unión Aduanera’.
El líder de la oposición ha explicado en detalle nuestra posición sobre los controles de Schengen durante los últimos días, por lo que quiero concentrarme en las cuestiones económicas derivadas de un posible acuerdo de unión aduanera.
UNIÓN ADUANERA
El elemento opcional del Acuerdo Marco es la idea de que Gibraltar podría formar una Unión Aduanera a medida con la UE. Sir Joe ha declarado que actualmente no ve la necesidad de adherirse a una forma de unión aduanera, y todavía no estoy convencido de los beneficios económicos de un acuerdo aduanero personalizado con la UE. No habíamos necesitado uno antes del Brexit, entonces, ¿por qué necesitaríamos uno ahora?
Seamos claros, la UE no nos permitirá nada que atente contra su mercado único de mercancías y España ya ha dejado claro que busca armonizar la fijación de precios de determinados productos en nuestra economía y conseguir que introduzcamos una forma de IVA y cumplamos sustancialmente con las políticas comerciales y arancelarias exteriores de la UE. Dado el costo de introducir nuevos sistemas e imponer el IVA, me gustaría escuchar los argumentos económicos a favor de esto.
Por supuesto, hay precedentes que podemos observar, como el de San Marino y cómo maneja su unión aduanera con la UE, pero cada uno requiere un análisis técnico profesional, asesoramiento y una consideración cuidadosa. El Ministro Principal (Fabián Picardo) ha creado un nuevo organismo llamado Comité Asesor y de Enlace de Tratados (‘TLAC’) para considerar la cuestión, pero deben contar con el apoyo / asesoramiento técnico completo de especialistas y cualquier informe que el Gobierno ya haya encargado. En ese sentido, pediría al Gobierno que publique esos informes, si existen, y los presente al Parlamento.
Una vez que aceptemos y estemos dentro de la ruta de la Unión Aduanera, será difícil deshacernos y es posible que hayamos perdido negocios y oportunidades comerciales y algo de libertad y control en la gestión de nuestra economía. Tiene que haber un caso económico claro de que unirse a la Unión Aduanera, en cualquier forma, evitará la pérdida de negocios o aumentará nuestro nivel de negocios sin cruzar las líneas rojas de la soberanía, la jurisdicción o el control. Esta discusión debe ser abierta y franca.
No habrá escapado a la atención de nadie que eliminar la frontera física, que es el objetivo político de España, requerirá no solo Schengen, sino también un acuerdo de Unión Aduanera, ya que tener una sin la otra no satisfaría sus aspiraciones.
UNA ECONOMÍA MÁS AMPLIA
Todo esto no afecta directamente al pilar de nuestra economía que son los servicios financieros y el juego.
Covid-19 puede haber afectado la rentabilidad del sector del juego, pero con respecto al Brexit, la mayoría ya había elaborado planes de contingencia en lo que respecta al acceso al mercado único de servicios.
En lo que respecta a los servicios financieros, más del 90% de su negocio se realiza con el Reino Unido, para lo que nos hemos asegurado el acceso al mercado desde el Reino Unido.
No se nos ha ofrecido nada en el Acuerdo Marco que sea de interés obvio para ninguno de estos en la industria de servicios.
La industria turística debido a Covid-19 puede tardar años en recuperarse, y será interesante saber si ellos o, de hecho, otras industrias como el abastecimiento de combustible o la reparación de barcos ven alguna oportunidad o amenaza en el Acuerdo Marco.
DEBATE
Se nos pide que aceptemos el Acuerdo Marco como una “obra maestra en negociación”, entre otros elogios. Perdonar mi escepticismo porque el Tratado Fiscal español fue anunciado de manera similar e incluso la Cámara de los Lores reconoció más tarde que era un tratado que se redactó fuertemente a favor de España. Un tratado que no fue aprobado ni debatido por el Parlamento de Gibraltar.
Entonces, si el Acuerdo Marco aporta un tratado que nos brinde un mayor beneficio económico que el de no tener tal tratado es una pregunta que está en el aire. Para llegar a una respuesta se requerirá un análisis técnico, económico y político honesto y detallado. Este es un debate importante que me decepcionó leer cuando un colaborador del Chronicle lo describió como un recurso a la “política de la aldea”, una sugerencia que encuentro profundamente ofensiva para nuestra madura democracia parlamentaria y libertad de expresión.
Así que enfrentamos algunas realidades duras de la vida que nadie dijo que fueran justas, estamos sufriendo el costo humano y financiero inmediato de Covid-19, que en sí mismo requerirá años para recuperarse agravado con el Brexit.
Gibraltar ha sufrido, de hecho, bajo el Covid-19 y ahora queda por ver si el Acuerdo Marco puede ofrecer un nuevo horizonte en nuestra prosperidad en un Tratado justo, seguro, beneficioso y equilibrado.
Esto no es “política de pueblo”, todos (en Gibraltar) debemos interesarnos activamente en el debate sobre nuestras finanzas públicas para recuperarnos del Covid-19, y también en qué tratado económico desemboque en los próximos seis meses, porque no nos engañemos que lo que es, lo que está en juego es nada menos que el bienestar futuro y la prosperidad económica de Gibraltar.
Roy Clinton es diputado de GSD y ministro en la sombra de Finanzas Públicas.