Metidos en plena crisis del coronavirus, se está hablando, ahora, de salvar la Navidad. Me imagino que se referirán al mismo tipo de salvación que la del verano, que luego en septiembre y octubre se demostró que fue una total irresponsabilidad.
Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, pero ahora no estamos hablando de piedras sino de olas. Y lo que parece claro es que vamos a por la tercera.
Los datos van mejorando y los contagios van bajando en estas últimas semanas y la famosa curva va bajando. Pero lo malo es que esa curva se parece a una serpiente y está bajando por los toques de queda y los confinamientos perimetrales. Pero el bicho está esperando y deseando que lleguen las fiestas porque, sobre todo, será su propia fiesta, la fiesta del bicho.
Por lo que, tanto autoridades como ciudadanos tenemos que ser conscientes de que nos enfrentamos a los peores meses de esta pandemia y que podrían ser muy distintos porque podrían ser los meses de nuestra salvación, pero que si lo hacemos mal pueden ser los de nuestra perdición porque, aunque vengan vacunas, puede ser demasiado tarde. Y esto tenemos que tenerlo muy claro después de haber pasado un año horrible con más de sesenta mil muertos, con secuelas de todo tipo y con el miedo metido en el cuerpo.
Desde luego, es lícito que quienes viven de la Navidad, protesten para poder salvar sus economías, pero que nadie nos confunda con las metáforas porque no es la Navidad quien necesita salvarse, sino nosotros.
Suerte a todos.
Algeciras, 30 de noviembre de 2020
Patricio González