Superman, Batman, Thor, o el Capitán América habrán derramado lágrimas por la muerte de Carlos Pacheco, un genio del tebeo que dio vida a estos y otros superhéroes en sus épicas aventuras y que fue una gran estrella del competitivo mercado del tebeo en los sellos Marvel y DC en las últimas tres décadas. Hay conmoción y dolor en el mundo de cómic al despedir al historietista campogibraltareño, una leyenda de su oficio, el primer dibujante español fichado por Marvel, faro para una generación y que dibujó también a la Patrulla-X, Los Vengadores, Los Cuatro Fantásticos o Green Lantern.
Pacheco ha fallecido en el Hospital de La Línea , cinco días antes de cumplir 61 años y dos meses después de anunciar que padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y que iba a enfrentarse a un «inesperado giro de guion», según dijo al confirmar en septiembre que padecía esa enfermedad neurodegenerativa.
«Es lo que hay y es a lo que hay que enfrentarse, pero que no impide que me siga sintiendo afortunado por todo lo vivido, por las experiencias que he tenido, los logros conseguidos y las personas con las que he tenido la fortuna de cruzarme», dijo en redes sociales al anunciar su afección. Celebró «una vida que ha ido más allá de los sueños más locos de aquel chaval que un día fui». Así lo escribió, agradecido, este pionero en la industria americana del cómic, uno de los dibujantes españoles más famosos del mundo.
Nacido en San Roque en 1961, era su Hijo Predilecto y comenzó su andadura profesional mientras cursaba la carrera de Biología en Sevilla. Su trabajo en Planeta de Agostini en los años 80 le permitió personalizar las ediciones españolas de Marvel Comics con portadas, pósteres e ilustraciones para sagas y personajes como Capitán América, Nick Furia, los X-Men, Los Vengadores o Los Cuatro Fantásticos.
Su enorme talento hizo que en 1993 lo contratara la división británica de Marvel. Dark Guard fue la primera serie completa que dibujó y la que le situó el competitivo mercado internacional. Un año después DC Comics le invitó a participar en ocho números de The Flash. Marvel no dejaría escapar al joven talento y le fichó en exclusiva.
DC Comics haría luego lo propio para poner su talento al servicio de legendarios superhéroes y villanos como Superman, Batman, Capitán América, Green Lantern o Ultron. Creó ademas la personal y fantástica serie Arrowsmith, junto con el escritor estadounidense Kurt Busiek, y escribió y dibujó Iberia Inc., miniserie de seis álbumes publicada por Dolmen Editorial en 1996.
Se retiró en abril, tras más de 30 años de carrera. Se concedió «un año sabático» que interrumpió abruptamente la ELA al sufrir una parálisis en la pierna derecha. Editores, autores, libreros y lectores se movilizaron entonces por «un pionero, un titán del cómic y una de las personas que más sabe de tebeos de este país». La Asociación de Autores de Cómic de España (AACE) reconoció la semana pasada su brillante trayectoria.
Reconocido como autor revelación de la revista estadounidense Wizard, desde 1997 se mantuvo en el ‘top ten’ de autores de la publicación. En 2001 encabezó la lista. Trabajó para los gigantes del cómic anglosajón desde su refugio en nuestra comarca, como él mismo contó en el libro ‘La aventura gráfica de Carlos Pacheco’, (Planeta), en el que recorre su trayectoria personal y profesional.
Se nos ha ido un grande. Descansa en paz, amigo.
Patricio González
Suspenso a Todos
No conozco a nadie que hable bien de los políticos en general. Pero todos los medios de comunicación nos bombardean cada día con ellos hasta el hastío. Lo más lógico es que cuando lleguen las próximas elecciones no vaya nadie a votar, pero eso no va a pasar nunca porque ellos, los políticos, se encargan de que consideremos que es imprescindible votar para mantener la democracia y que no venga un militar a meternos de nuevo en una nueva dictadura, como si esto que tenemos ahora fuera una verdadera democracia.
Votamos a un señor que nos promete el oro y el moro, se hace con los mandos del país y durante cuatro años hace lo que le sale de los cataplines. Puedes patalear, protestar en las redes sociales o manifestarte en la calle, pero el dictador disfrazado de demócrata se pasa por la entrepierna tu descontento y va a lo suyo, que es seguir en el poder. Algo tiene que cambiar en nuestro país, pero el cambio tampoco nos gustaría. No me gusta nada al actual presidente del Gobierno, por cómo llegó a la Moncloa y lo que derrocha con tal de seguir en el sillón presidencial. Maldigo su nombre cada vez que salgo de casa a comprar o tengo que pagar tantos impuestos para, según él, mantener el estado del bienestar. Y también sus privilegios, sus vaciladas con el Falcon y esos veintitantos ministerios que mantiene con toda la cara del mundo con el nivelito que tienen.
Pero no me consuela nada saber que en poco menos de un año puede estar en la Moncloa Alberto Núñez Feijóo, el líder del PP, que se está desinflando cada día de manera pasmosa. Mientras Sánchez tenga dinero europeo para seguir comprando votos, como hace, el gallego no llegará a la Moncloa y solo de pensar que Pinocho pueda estar otros cuatro años en el poder, o sea, hasta 2027, dan ganas de morirse. Un suspenso general a la clase política actual porque se les nota demasiado que les importamos un bledo. Ya no se ni a quien votar en las próximas elecciones generales porque es difícil creer en un sistema que me utiliza solo para meter una papeleta en una urna cada cuatro años y luego se olvida de mí por completo. Y encima quieren que sea un buen ciudadano, que vaya a votar y que siga pensando en los demás como un pringado generoso y solidario. Suspenso general como una catedral a esta clase política que no merece nada más que desprecio. También a esos columnistas que están todo el día defendiendo a quien sea por un puesto en las tertulias televisivas. Se pueden ir todos a la venta del nabo.
Patricio González
El Drama de los mayores
Después de una pandemia en la que han fallecido en las residencias miles de personas mayores, no hemos aprendido nada, seguimos igual o peor.
Esta semana me quedo absolutamente petrificado con la noticia que acabo de leer en una prensa que sigo como es la canaria.
Es un tema recurrente para los medios de comunicación que a menudo queda reducido a una cifra, siempre cambiante y casi siempre, por desgracia, al alza. La última que ha trascendido habla, nada más y nada menos, de 330 personas mayores que ocupan una cama hospitalaria en Canarias a pesar de haber recibido el alta médica.
El enfoque, además de numérico, solo suele reflejar una cara del drama, o, en el mejor de los casos, pone las dos posibles en una misma balanza, como si pesaran lo mismo. La noticia nos cuenta que son mayores de los que sus familias «no pueden o no quieren hacerse cargo». Esa simple ‘o’ conjuntiva no hace justicia porque separa esas dos opciones sin apenas matices, como si fuera lo mismo no querer que no poder.
Es la coletilla más habitual en este tipo de informaciones y yo creo que su uso, aunque sin pretenderlo, insulta a muchas familias, estoy convencido de que a la mayoría, y de paso, salva el culo al sistema sanitario , que es, a mi juicio, el verdadero responsable.
Estoy convencido de que casi todo el mundo querría atender a ese ser querido que, de repente, queda encamado o con muy poca autonomía. El problema es cómo. El común de los canarios y canarias no cuenta con recursos para afrontar los cuidados que precisarían ese tipo de pacientes. Ni por tiempo, recursos, logística o conocimientos.
El drama de esos 330 mayores es, pues, otro agujero negro del estado del bienestar , producto de unas instituciones a las que les ha pillado el toro.
Cuando hizo falta colegios, se construyeron. Cuando hizo falta centros de salud, se levantaron. ¿Cuántos años llevamos reclamando centros sociosanitarios? Ya vamos demasiado tarde. Muchos morirán en el camino, sin ver este derecho atendido.
Patricio González
Bloqueo Político
Cuando iba en apariencia bien encaminado el acuerdo para desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial, todo se vino abajo y se vuelve a la posición de salida, que no es otra que cada uno en su trinchera, la Justicia hecha unos zorros y avisando de la anormalidad democrática en que nos hemos instalado.
Si se trata de buscar culpables, habrá que echar mano de aquella expresión que decía que entre todos la mataron y ella sola se murió. Porque desde el PP aseguran que la culpa es de los socialistas, pues a última hora se dieron cuenta de que, en paralelo, Pedro Sánchez, tenía negociado con ERC la rebaja de penas por delito de sedición. Mientras, desde el PSOE dicen que Núñez Feijóo se asustó en el minuto final ante las presiones del ala más a la derecha del PP, esa que lidera Isabel Díaz Ayuso y que tiene como bandera negar toda posibilidad de acuerdo con el Gobierno conformado por socialistas y Podemos.
¿Quién tiene razón? Pues lo dicho anteriormente: todos en parte y ninguno del todo. Lo único claro es que falta sentido de Estado y también escasea cultura democrática, ese es el tema. Esa cultura democrática que, sobre todo, se exige cuando no hay mayorías absolutas. En esto creo que encontramos la clave del asunto: los partidos mayoritarios siguen teniendo comportamientos propios de cuando este país era cosa de dos, pero con el matiz de que uno tenía los votos suficientes para hacer lo que le daba la gana. Lo hemos visto, por ejemplo, en la reciente celebración de los 40 años de la victoria socialista el 28 de octubre de 1982, donde parece que muchos añoraban no tanto el protagonismo de Felipe González como los tiempos en que era posible tener 202 diputados en el Congreso, de manera que nadie pudiera toserle al Gobierno.
Los votantes, que son los que atesoran la soberanía popular, han decidido que el panorama parlamentario sea otro y ante eso solo caben dos opciones: asumirlo, por supuesto, porque la legitimidad está al margen de los gustos de cada cual, y actuar en consecuencia. Esto último nos lleva a su vez a tres derivadas: 1) en los asuntos donde se requiere mayoría reforzada, se deben poner de acuerdo los partidos gobernantes si el bloque gobernante no tiene votos suficientes, 2) el bloque opositor puede hacer lo mismo, y 3) se articula una mayoría que cambie la ley que determina esa mayoría reforzada.
Las tres opciones son válidas en democracia y la tercera está sujeta, evidentemente, a cambios cuando se modifiquen las mayorías. Pero seguir en el bloqueo es indefendible e impresentable.
Patricio González
El abuso de las Operadoras de telefonía
Recientemente ha habido un fallo de un juzgado de Las Palmas condenando a la compañía Orange a indemnizar a un cliente tras haberle sometido durante meses y meses a un acoso permanente, después de haberse dado de baja. Esto hace por fin algo de justicia ante los abusos y el maltrato al que someten las compañías de telefonía móvil a los ciudadanos.
Sin embargo, resulta a todas luces insuficiente. El juez decidió imponer a la compañía una condena de 900 euros que para estos gigantes supone una auténtica propina frente a abusos que se extienden a miles y miles de personas y que llegan a amargar la vida del ciudadano ante la incapacidad de poder hacer valer la verdad y acabar con los pagos indebidos.
El ciudadano rescinde el contrato y entrega los aparatos ( hablo de cualquier operadora porque todas lo hacen) y así todo, la compañía sigue pasándole facturas por un servicio que ya no está prestando.
Resulta increíble. Cuando uno trata de hablar con ellos es imposible mientras en las tiendas de las respectivas operadores no se hacen cargo de nada. Los ciudadanos quedan a su merced y sin posibilidad de hacer valer ningún tipo de derecho.
Muchos afectados, agobiados por la situación, optan por dejar de pagar lo que se les reclama y devolver los recibos pero ésta, desde luego, no es la solución. El ciudadano aparece en los ficheros de morosos -cuando no lo son- y pueden sufrir un rechazo si van a pedir un crédito, al tiempo que las compañías tienen la fórmula para perseguirte y cobrar aunque sea vía judicial lo que te reclaman.
Estamos ante una situación realmente injusta y llama la atención la escasa protección que la administración brinda al ciudadano frente a estos abusos.
El fallo este de ese Juzgado de Las Palmas es bienvenido pero lamentablemente no creo que vaya a haber un cambio sustancial en el ‘modus operandi’ de esta compañías.
Patricio González
Los límites
Los seres humanos tenemos muchas capacidades, entre ellas la de poder ponernos en la piel de otra persona e, incluso, de otro ser vivo. Poca gente, por suerte para el resto, sería capaz de ver sufrir a un animal y no hacer nada.
Con nuestra especie esa empatía, al menos sobre el papel, es aún mayor. De nuevo, salvo excepciones, la inmensa mayoría trataría de ayudar a alguien en apuros o sería solidaria con quien sufre.
Incluso convivimos con heroínas y héroes capaces de sacrificar su propio bienestar por los demás. La pandemia , aunque ya parece que la hemos olvidado, nos mostró como el personal sanitario, incluso cuando no tenía protección y ni siquiera sabíamos a qué nos enfrentábamos, estuvo tratando de salvar vidas a costa de la suya.
Pero también tenemos una cara b. La capacidad de no ver, la de no mirar, la de no sentir. Si algo nos gusta o nos atrae mucho somos capaces de obviar todo lo que hay debajo, incluido el propio sufrimiento de otras personas, y disfrutarlo sin el menor de compasión o remordimiento.
Y si la cosa es del gusto mayoritario, el silencio sobre la infamia se extiende con una naturalidad pasmosa.
El mundial de fútbol que se va a celebrar en Qatar es un ejemplo de esto.Han muerto miles de personas durante la construcción de las infraestructuras, pero ni un reproche tendrá el o la aficionada cuando se siente ante la tele con su cerveza y sus E papas fritas para disfrutar de la emoción de un partido. Tampoco le hará dudar si verlo o no, saber que las mujeres allí son cosas de los hombres. Que no pueden vestir como quieren o hablar o bailar en público. Menos aún le importará que las personas LGTBI sean perseguidas y encarceladas porque su opción de vida no le parece adecuada.
El mundial es un negocio, eso es obvio, pero no para quien se sienta a ver el partido. Esa persona simplemente paga, y está pagando por blanquear un régimen que no respeta los derechos humanos másbásicos. Hastalas emociones tienen un límite.
Patricio González
Difuntos
A lo largo de nuestra vida, de alguna manera, hemos tenido la experiencia de vivir el viaje a lo desconocido de algún familiar o de algún amigo.
Quien se marcha lo hace hacia un mundo desconocido. Esto ha sido desde el principio de los tiempos.
Las diferentes culturas han hallado diferentes respuestas sobre el lugar hacia donde van los que se nos van. En nuestro caso (cristianos), lo razonamos en el hecho cierto de la muerte de Jesús de Nazaret. Añadiendo desde la FE, la resurrección de Cristo.
Lo que está claro es que desde la inmediatez, en nuestra vida se origina una gran pérdida que nos produce dolor y sufrimiento. Una herida que estará abierta mucho tiempo, quizás hasta el día que nosotros mismos marchemos. El duelo siempre estará ahí porque no puede haber olvido porque queremos que los que no están sigan estando presentes aunque el tiempo irá borrando recuerdos pero nos quedará siempre la sensación de que quien se ha ido está en el interior de nuestro corazón.
No es fácil experimentar lo infinito con alguien querido que se ha marchado pero si se consigue resulta inigualable porque solo se consigue si se está dispuesto a dejar la mente y el corazón abiertos al camino de la Luz.
Después de una de mis operaciones de corazón me encontré en un sueño que me conducía hacia una gran tranquilidad, me encontraba sereno y una luz iluminaba mi ser. Estaba bien y no sentía dolor alguno, pero el viaje no terminó sino que algo me devolvió al punto de partida y ahí me encontré rodeado de seres queridos.
De la paz infinita que gozaba volví a la vida para seguir sintiendo el amor de mis seres queridos y descubrir con el tiempo el tesoro que uno tiene con los amigos que te van apareciendo por el camino. Yo me quedo con esta percepción frente a la ingratitud y el rencor que otros fomentan.
Sentirnos parte de una sociedad que recuerda a quienes se han marchado supone recordarnos a nosotros mismos que nuestras vidas están sujetas a una realidad de la que no podemos huir. Tener conciencia de que nuestro caminar se realiza para alcanzar el infinito es la manera más madura de darnos cuenta de que el rencor y el odio no nos lleva a ninguna parte. Sentirnos familia, bien sea por miembros de sangre o por amigos, nos hace crecer.
¡¡Feliz Día de todos los Santos!!, tanto para los que creemos en la religión cristiana como para los que han decidido que su fe se basa en su manera de razonar su propia vida. Todos hacemos al camino hacia el infinito y todos somos acogidos y comprendidos por el que más nos quiere, para los cristianos Jesús de Nazaret, y que es igual al amor que tenemos las personas que sabemos perdonar de corazón, aunque puedan ser ateas o agnósticas.
Patricio González
Estamos alcanzando las más altas cotas de miseria
Con un puerto (primero de España) que supone el 20% del tráfico total de los cuarenta y seis puertos de interés general del Estado y que al final de año superará con creces los cien millones de toneladas. Con el primer polígono industrial de Andalucía. Con un ACERINOX que llega a unos beneficios de SETECIENTOS CUARENTA Y UN MILLONES DE EUROS en lo que va de año. Con la autopista ferroviaria Algeciras-Zaragoza que ya tiene su terminal en Isla Verde y que va a ser operada por Rail & Truck y que estará totalmente operativa para 2024. Con un Área Logística ubicada en una zona privilegiada en Los Barrios junto al puerto dependiendo de Zona Franca de Cádiz.
Tenemos todos los mimbres para ser una comarca próspera y ser de verdad esa zona de prosperidad compartida. Pues con todos esos mimbres seguimos siendo la comarca con más paro de España. Nuestro tren sigue siendo una cosa impresentable que se avería contínuamente y que no nos une con Madrid sino que nos separa, cuando estamos viendo ante nuestros ojos ese nuevo tranvía de Cádiz a Chiclana.
Ese Acerinox que ha ganado esos 741 millones de euros y que, sin embargo, va a poner en marcha un ERTE totalmente incomprensible en todos los departamentos..
Ese primer puerto de España que sigue careciendo de una Zona Franca propia y que esa Área Logística en Los Barrios sigue siendo Zona Franca de Cádiz.
¿Cómo es posible que el primer puerto de España no tenga una Zona Franca propia?, ¿Cómo es posible que puertos que están en pérdidas como los Cádiz y Sevilla poseen su propia Zona Franca? , o los puertos de Barcelona o Valencia. E, incluso, Santander.
Es una vergüenza que no exista una Zona Franca de la Bahía de Algeciras.
Y todo esto no es una casualidad . Esto está totalmente estudiado para potenciar los puertos de Barcelona y Valencia y que nosotros nos quedemos como un puerto de transbordo. Pero parece que todo nos da igual. Nosotros nos conformamos con rutas de tapas y que nos den.
Patricio González