El alcalde de Estepona, José María García Urbano, ha recogido hoy el III Premio de Calidad de la Red Española de Ciudades Saludables (RECS), en la categoría Fomento de un Desarrollo Urbano Saludable y Sostenible, gracias al proyecto municipal ‘Estepona, Jardín de la Costa del Sol’.
La propuesta municipal aglutina el proyecto desarrollado en la última década en el núcleo urbano de la ciudad para la peatonalización y restricción del tráfico rodado en más de 19 kilómetros lineales de vías públicas (130 calles), que al mismo tiempo han sido renovadas en la totalidad de sus infraestructuras y embellecidas para resaltar su tipismo andaluz.
Esta acción se está complementando en estos momentos con el proyecto pionero de sostenibilidad urbana que está abriendo la ciudad al mar, creando uno de los mejores paseos marítimos del litoral español. Así, con la peatonalización de la céntrica avenida de España se ha convertido este enclave estratégico en un lugar de transición entre el embellecido ‘Jardín de la Costa del Sol’ y el litoral Mediterráneo, con un nuevo espacio revitalizado, más agradable, abierto al peatón, lleno de naturaleza y que es ya uno de los lugares preferidos para disfrutar de la ciudad.
El alcalde ha agradecido esta distinción, que valora el esfuerzo municipal desarrollado en la última década por crear una ciudad sostenible, más humana y con mayor calidad de vida y bienestar para los ciudadanos. Asimismo, se ha referido al valioso impacto que este modelo de ciudad ha comportado, con la dinamización y la revitalización del tejido económico y social. El regidor se ha mostrado convencido de las bondades de estas iniciativas sostenibles para la ciudad, valorando la aceptación ciudadana de las mismas.
Este galardón tiene como objetivo recopilar y difundir las actuaciones desarrolladas por los gobiernos locales españoles en el ámbito de la promoción de la salud en los municipios; así como favorecer el intercambio y la difusión de las experiencias locales innovadoras y significativas a nivel local.
La Academia Gastronomica de Marbella viajó hasta Algodonales
La Academia Gastronómica de Marbella viajó hasta las estribaciones de la Sierra de Grazalema, en las cercanías de Olvera, en la Sierra de Cádiz, para disfrutar de unos platos camperos, singulares y muy apetitosos.
Acudieron a cumplimentar la invitación realizada por uno de los miembros de la Academia, para poder degustar en su finca, donde este año la sequia le ha impedido llevar a cabo la siembra del cereal, algo tan propio de la tierra como unas tagarninas con garbanzos, plato delicioso preparado a fuego lento por Encarni, la jefa de cocina y del servicio, que recibió un gran aplauso.
Mientras que el académico de Marbella, Antonio Espada, se puso el delantal de faena y cocinó unos chivos al estilo “Graná”, pero no solo con ajillo y almendra picada, ya que los vinos olorosos de Jerez y las especias, le dieron un sabor muy especial. Delicioso.
Fue un plato muy andaluz que fue también altamente valorado por los miembros de la Academia que pudieron asistir al evento campero, pero también fue altamente valorado por los miembros de la directiva de la Cofradía Gastronómica Isleña, de San Fernando (Cádiz) con su presidente, el afamado crítico gastronómico de la cadena Cope, Pepe Oneto, que se trajo a una figura del cante tan conocida como “Maita vende Ca” (que significa en calé “mi madre es gitana”). La Cofradía Gastronómica de la Isla de San Fernando celebra este lunes la ceremonia del «despesque del estero», en las salinas de San Fernando. Otro acontecimiento.
Antonio Luis Caña Santana, “Maita vende ca”, disfrutó de la mesa y luego fue invitado por el grupo “A Palo Seco”, de Algodonales a que ofreciera una degustación de su arte.
“A Palo Seco” , el grupo flamenco de Algodonales, cantó de maravilla y amenizó la sobremesa de una forma magistral, demostrando que ahí, hay arte y cante bueno, de verdad.
David, el guitarrista del grupo, que presume de ser el peluquero de Algodonales, es un gran artista, muy involucrado en el mundo del flamenco.
El cantaor, Joaquín tiene una fuerza increíble y canta muy bien, por todos los palos. Lo demostró.
Junto a David “el peluquero”, otro gran guitarrista, Fernando “Fito” y el percusionista Victor, forman en “A Palo Seco”, un grupo de flamenco muy bueno. Por algo los llaman para actuar en todos los pueblos de la Sierra de Cádiz y también de la Sierra de las Nieves.
Y volviendo al menú campero preparado para los miembros de la Academia Gastronómica de Marbella, por el académico José Manuel Gutiérrez, que se volcó y dio la talla de un gran anfitrión, el colofón lo puso un cordero asado lentamente a la brasa, vueltas y más vueltas, en un artilugio especial, que consiguió un punto, realmente delicioso.
Se ocupó de ello Andrés, que demostró saber de eso un rato, logrando, con gran maestría, que el asado de cordero resultara exquisito.
Trasladado el cordero asado al comedor en una peana, fue el mítico Santiago Domínguez Miguel, una de las glorias de la cocina española, el que se ocupó, cuchillo en mano, del despiece y del emplatado.
Santiago es uno de los grandes de la gastronomía española, natural de Vadocondes, junto a Aranda de Duero, en Burgos, donde los asados de cordero y de cochinillo son una atracción constante.
Pepe Oneto, que presume de ser “académico correspondiente”, de la de Marbella, donde también lo son el pintor Antonio Montiel y algunas otras personalidades, se trajo entre su grupo de amigos de San Fernando a Juani, un empresario isleño, que preparó las auténticas “tortillitas de camarones”, como deben ser, crujientes y sabrosas, hechas a la plancha.
Pero es que Juani sorprendió a todos, no como cocinero haciendo las deliciosas tortillitas de camarones, sino cantando por derecho junto a Joaquín, el cantaor de “A Palo Seco”, arrancando vivas y olés, con un gran aplauso.
Los miembros de la Academia de Marbella y sus colegas de la Gastronómica de la Isla de San Fernando, valoraron muy positivamente el almuerzo, la recepción de bienvenida y el ratito de flamenco bueno con “A Palo Seco”, de Algodonales y la maestría de esa figura que es Antonio Luis, conocido como “Maita vende ca”.
A la salida de la finca, se cruzaron unos conejillos salvajes corriendo delante del coche, aunque los pobladores de esos bosques, son los temidos jabalíes que se reproducen por miles. Y sin solución de parar esa plaga.
Aunque, es verdad, la sequía, es preocupante. A ver si llegan las lluvias ya, porque el campo andaluz, todo, no solo se seca, sino que la sequía impide la siembra.
Mientras, los miembros de la Academia felicitan a su compañero que dio la talla de gran anfitrión y supo ofrecer una muestra de la cocina andaluza.
Las tagarninas que preparó Encarní, que contó en el servicio con la amabilidad y profesionalidad de Noemi, Antonio y Desiree, fueron el mejor comienzo.
Y el arte del grupo flamenco “A Palo Seco”, el mejor final. Enhorabuena al anfitrión.