Estuviéramos atentos a que ningún gobernante por mucho poder que creyera tener actuara como un sociópata , narcisista y tirano., que tiene acceso al botón rojo para hacernos saltar por los aires y a meternos a todos y todas en una situación sin solución. Son personajes que hacen que ocurran cosas terroríficas, simple y llanamente porque lo que está sucediendo no les gusta.
Y si nos preocupáramos más por nuestro carácter , por enriquecer más nuestra personalidad que por nuestra reputación y por lo que piensen los demás de nosotros. O descubriéramos que el mundo se nos va al carajo y ante esa situación fuéramos capaces de aprender de los demás
Y si con dignidad no permitiéramos que los peregrinos fueran donde fueran, hicieran el camino de ida y no tuvieran ninguna dificultad para hacer el de vuelta , descubriendo que lo importante era lo recorrido, la experiencia , en la que aprendimos que no es lo fundamental intentar ser mejor que los demás sino los cambios que se producen en nosotros mismos.
Y si en lugar de quedarnos paralizados por el miedo , nos arriesgamos a fallar incluso y probablemente aprendamos cosas y conocemos el éxito. Sin que nos suceda como ese Consejero de Ayuso, en la Comunidad de Madrid ¿Qué no sabia donde estaban los pobres?. Curioso e indignante , cuando solo en la capital se detectan 2.800 personas sin techo. Si señores aunque los señores Rajoy y Feijóo no les guste hablar de pobres y ricos, créanme existen.
Y si un día , de verdad de la buena nuestros datos fueran realmente privados, se protegieran, y no se hicieran un uso ilegitimo de los mismos , manipulándolos con diferentes fines y sacando de ese manejo pingues beneficios.. En resumen nos roban todo lo que puede saberse de nosotros y se negocia con esa información. ¿Cabrea o no?
Y si en este mundo del aquí y ahora nos diéramos cuenta que hay décadas en las que no pasa nada y minutos en los que nos dan la sensación que han pasado décadas., pero sobre todo somos conscientes que por muy fuertes que nos consideremos , somos tremendamente vulnerables .
Y si por fin recibiéramos la buena y deseable noticia que en la batalla entre las autocracias y las democracias, han ganado las segundas y la inmensa mayoría de la población viven en ellas., y entre sueños y pesadillas, nos sorprendemos porque los hombres han aprendido a respetar a los diferentes.
Y si tomáramos conciencia que lo importante no son las decisiones que tomamos sino en que sentido y como nos afectan. En un mundo en el que juntamos una crisis con otra , hay dos cosas que los seres comunes y corrientes no logramos entender ,¿Cómo y quien nos garantiza la seguridad en las redes sociales o ciberseguridad ante los ataques de energúmenos? ¿Cómo resolvemos la crisis de imaginación de gran parte de nuestra sociedad que se deja llevar por lo que dicen los creadores de necesidades artificiales?
Y si en lugar de dedicarnos a las revoluciones de las cosas más complicadas y fuéramos capaces de transformar lo cotidiano , teniendo en cuenta que las leyes son necesarias pero reversibles , pero los derechos hemos de alimentarlos diariamente , lo que nos hace más fuertes y capaces como ciudadanos y ciudadanas.
Y si admitiéramos que uno de los males más perjudiciales en nuestra convivencia es desenmascrar a los sembradores de la confusión , a aquellos que están empeñados en que no sepamos que queremos ni hacia donde queremos ir y nos hacen sentir enfermos o cansados , molestos y preocupados,
Y si llegara un día en que todo el trabajo que nosotros hacemos ahora , lo hicieran las máquinas , y esta robotización asumiera incluso la posibilidad de hacer critica y ser autocrítica , y que legislaran , gobernaran y administran justicia. ¿A qué nos dedicaríamos los seres humanos? Seriamos solo seres dedicados al ocio , mientras todo funcionaria a través de complejos procesos y circuitos.
Y si un día ellos también deciden dedicarse al vivir la vida y a los dulces placeres de manera autónoma, y en su desprecio, desdén y desconsideración hacia nosotros como seres inútiles , unos decidieran protegernos para salvarnos para que la especie no extinguiera, mientras que otros en plan verdugo decidieran ajusticiarnos y eliminarnos .
Y si entre manipuladores y autosuficientes, nos damos cuenta que nos han despersonalizado , y se han cambiado los papeles y somos nosotros los que nos hemos convertido en robots , mientras ellos se han humanizado y comienza de nuevo la historia.
Y si no nos dejáramos abatir por la tristeza y el pesimismo y le echáramos coraje y optimismo a cada día , estuviéramos preparados para las traiciones y los ataques por la espalda . Es posible que al principio nuestros enemigos piensen que han ganado , pero si tenemos calma, paciencia y reflexionamos nos daremos cuenta que las cosas dan la vuelta y se vuelven a nuestro favor.
Y si el PP se convirtiera de una vez al verdadero patriotismo por la vía de los hechos y se dejaran de palabrería o presumir con pulseras , correas y cintas con los colores de la enseña patria , y tuvieran siempre presente el bien general de España que sus intereses partidarios y electorales . Nos parecería que hemos empezado a vivir en otro País en que podemos dialogar y discrepar sin que alimentemos la polarización.
Y si además la derecha española admitiera que ellos siempre que hablan de bajar impuestos , se pirran por beneficiar a las rentas altas , y no sabemos ya que se van a inventar para justificar que lo que ellos pregonan no tiene nada que ver con lo que planteaba la primera ministra británica Liz Truss, que ha tenido que dar marcha atrás , ya que suponían 50.000 millones de euros e iba a llevar al País a la ruina.
Y si Feijóo y la compañía se enteraran que el Presupuesto para 2023 refuerza el escudo social ante la situación de menor crecimiento , y que las cuentas impulsan la inversión , que se amplia la prestaciones de paro por hijo y el transporte gratis y que además las pensiones subirán cerca del 8,5% para salvar del poder adquisitivo.
Y si PODEMOS dejará de querer interpretar dos papeles a la vez, gobierno y oposición sin caer en la esquizofrenia política, y querer apuntarse todo lo bueno que hace el Gobierno, pero no ser leal y solidario en los momentos de dificultades y tragarse los saos que corresponden.
Y si los responsables de las Universidades castigaran con rigor a todos aquellos que bajo el paraguas de bromas y gamberreos ejercen la violencia machista contra compañeras berreando insultos contra sus compañeras universitarias .
Es algo que produce un profundo rechazo y ante lo que no se puede mirar para otro lado y exige medidas contundentes y ejemplares. Curiosamente por este Colegio Mayor masculino “Elias Ahúja”, que no es la primera vez que da la nota,pasó Pablo Casado entre otras “figuras ilustres” Además se trata no de algo espontaneo sino de acción coordinada , sincronizada y organizada.
Lo más sorprendente es que algunas alumnas del Colegio Mayor Santa Mónica a las que iban dirigidos los insultos quieran restarle importancia y disculpar a estos cafres, diciendo que se trata de una tradición y que se pusiera paños calientes sobre la conducta de sus amigos porque son una tradición y una broma , pero en el fondo se quieren . Es la cultura de la violación .!Lamentable e indignante! No es aceptable que pidan perdón porque no condenan su comportamiento machista.
Afortunadamente hay jóvenes concienciados en la igualdad y desde el Instituto Pérez de Guzmán de Ronda tuvimos ocasión de oír las voces de sus alumnos y alumnas contra la violencia de género con el lema de “la violencia no es tradición” “y no tiene justificación” y “más respeto ; menos brutalidad”
La Fiscalía General del Estado con buen criterio ha abierto un expedientes por estos gritos machistas , que dicho sea de paso y con videos demostrativos no son la primera vez que se producen. Es una vergüenza que estos sujetos formen parte de la comunidad Universitaria. ¿Qué dicen los equipos directivos y los titulares de estos Colegios Mayores?
Y si la señora Ayuso dejara de obsequiarnos cada semana con sus pertas cultivadas, y rompiendo incluso con la línea de su partido el PP , no condena los gritos machistas de estos desalmados del Colegio Mayor en Madrid y cuestiona que la Fiscalía investigue la polémica , evita criticar a los alumnos y pone el foco en otros asuntos ”gravísimos” de la universidad.
Y si el señor Enrique Ossorio , entendiera que es necesaria una Comisión de Investigación como le han exigido todos los grupos políticos de la Asamblea de Madrid a excepción del PP para investigar con seriedad y rigor las muertes de ancianos en La Comunidad de Madrid durante la primera ola del COVID , y como no es la primera vez que la lía , en esta ocasión en su falta de sensibilidad y empatía se dejó caer con que esta Comisión “solo tiene un interés electoral” y que va causar un “daño innecesario a las familias cuando ya lo han superado” . Y como sabe usted que los familiares de los más de siete mil afectados lo han superado. ¡ Su actitud y su falta de escrúpulos son impresentables!
Y si al final , gracias al esfuerzo, la sensatez y la generosidad de todos y los apoyos del GOBIERNO tenemos por tercera vez Presupuestos Generales y con un acento importante en la política social, demostrando una vez que Sánchez demuestra su capacidad para lograr acuerdos , a pesar de ser el Presidente con menos escaños de la democracia , está logrando más estabilidad que otros Gobiernos anteriores, ya que hasta ahora no ha tenido necesidad de
Y si todos aprendiéramos a controlar nuestros silencios como el gran maestro que nos dejó al inicio de este mes de Octubre , y pusiéramos todos nuestros sentidos e n que el otro pudiera sacar fuera todo lo que es capaz de expresar y decirnos
Y si nos lleváramos la sorpresa que los que dice el papel se corresponde con la realidad, que tal y como dice la Constitución la justicia es igual para todos y además se aplica con prontitud para que su aplicación no sea en si INJUSTA.
Y si nos diéramos cuenta que el mundo ha cambiado , que en esta época del aquí y el hora , nada es como era , y probablemente nada será como lo estamos viviendo, y que hemos de abrir nuestra mente al mundo y no enrocarnos en unas posiciones que nos inutiliza y nos impiden avanzar.
Y si todos los que nos creemos tener respuestas, pensáramos que la clave para corregir nuestros errores está en saber hacernos las preguntas adecuadas , y no estar todo el día ansiosos por lo que nos pasará en el futuro, en lugar de disfrutar cada segundo del presente y estrujar nuestras vidas sin estar dominados por la necesidad del éxito , que nos puede llevar con mucha probabilidad a fracasar o estrellarnos.
Y si JUNTS en lugar de estar a lo suyo defendiendo una posición que se ha demostrado que no tiene ninguna viabilidad como es la independencia , rompiendo el pacto con ERC , hubiera pensando más en la estabilidad del Gobierno de la Generalitat y el bienestar de los catalanes y catalanas . Ya hay muevo Gobierno monocolor con personalidades “independientes” cercanas al PSC y a EN COMUN PODEMOS..
Y si le encontráramos a todo lo que nos rodea la miajita de ilusión, el poquito de sorpresa , y no estuviéramos pendientes de sacarnos el mejor selfie, de lograr subirnos a todas las plataformas de redes sociales y conseguir el mayor número de “me gusta”.
Y si nos empeñáramos individual y colectivamente en reducir todas las ocasiones de violencia y no anduviéramos en el triste y miserable deporte de haceros daño unos a otros., procurando no dejar de ser personas dominados por un personaje que está pendiente de que la gente nos observe. Si nada ni nadie nos parara , ni siquiera el tráfico en hora punta.
Y si nos diéramos cuenta que siempre las emociones y los sentimientos no son lo que parecen expresar, y que lagrimas de risa , y carcajadas que encierran llantos sin remedio , que si asumimos nuestras contradicciones y aprendemos reírnos de nosotros mismos , tendremos muchas posibilidades de aprobar el doctorado de la vida, con sus cambios y rutinas.
Y atentos los demoscópicos y los políticos, sepan que la ultraderecha en Europa , uno de cada seis europeos han votado en las últimas elecciones de sus países a partidos catalogados como de extrema derecha , aunque en cada País tiene sus rasgos específicos, pero que no debe dejar de preocuparnos porque el acceso de esta ideología a cualquier Gobierno , supone una involución democrática.
Por ejemplo en España , VOX está sufriendo su primera crisis seria entre los movimientos de Olona y la cerrazón de Abascal. ¿LLegará algún día el PP a no considerarlo un socio valido de Gobierno? En el último acto en Madrid “Viva 22“ se oyeron ritos de un trio musical que “eran la resistencia, eran fachas” y recalcaban “Vamos a volver al 36”.
Una cosa es la libertad de expresión y otra uy distinta es situarse contra la Constitución y la Ley de la memoria histórica enalteciendo el fascismo. Lo sorprendente es que Trump, que no sabe muy bien donde está España,y la nueva Presidenta de Italia Meloni o el máximo responsable de Hungría , Victor Orbán, yendo más allá les enviaran un mensaje de apoyo y Abascal resucitara la figura del fundador de la Falange ,José Antonio Primo de Rivera.
Y si nos metemos todos en nuestras conciencias ciudadanas , tal y como ha dicho el Presidente Pedro Sánchez que “Sin justicia fiscal no hay justicia social” Que es además la mejor herramienta para combatir la desigualdad y fortalecer el Estado de Bienestar . En la vida pública hay personajes que más que sumar, restan y en lugar de escuchar , lo que desean es que le escuchemos
Y si las mujeres de Irán en su revolución social lograran acabar con la dictadura de su País , y el diálogo entre las dos grandes fuerzas políticas; PSOE y PP en España , lograra que se consiguiera un Pacto de Estado como la renovación del Consejo General del Poder Judicial, y el PP terminará con su postura negacionista , tras la dimisión de Carlos Lesmes como Presidente de dicho Organismo
Esperemos que sea una negociación y un acuerdo rápido , coherente y plausible en la que haya una comunicación fluida entre Pedro Sánchez y Núñez Feijóo y un desbloqueo entre los negociadores Bolaños y González Pons.
Y si…
Juan Antonio Palacios Escobar
(Recordando a Jesús Quintero)
Recuerdo aquellas noches pegado al transistor sin importarme el tener que madrugar, para seguir el programa del que se intitulaba el loco de la colina. Había algo de mágico en sus preguntas, sus cadencias y sus silencios.
Pasó un tiempo hasta que pude contemplar, ahora en televisión, el rostro de aquella voz de hechicero. Me pareció un dandi que lucía su variada colección de foulards, y que hacía que sus entrevistados salieran del plató serenos como el católico que acaba de confesarse, no sin antes expresar públicamente lo a gusto que se habían sentido durante tan singular interrogatorio.
Por casualidades del destino, en los Jardines del Generalife, durante el descanso de un espectáculo de los Festivales de Música y Danza de Granada, me lo presentó Juan José Téllez. Sería éste, nuestro común amigo, el que hizo de padrino sin yo saberlo para que me incluyera en el programa radiofónico a realizar (en la década de los años 80) en Gibraltar donde participó el entonces ministro principal Joshua Hassan y un ex sargento británico cuyo nombre no recuerdo.
Transcribo lo hablado en aquella ocasión.
-Jesús Quintero: ¿Qué te une y te separa a Gibraltar?
-Juan Manuel Ballesta: Me une, indudablemente, la circunstancia de que mis abuelos eran gibraltareños británicos y mi madre tenía pasaporte británico, aunque casada con un español. Eso es una razón, y, por otro lado, yo siempre he vivido lo más cerca de La Línea y siempre he pasado mis vacaciones allí. Entonces, la contemplación de esa mole de Gibraltar, vista desde un sitio privilegiado donde está mi casa, influye también. Gibraltar supone una atracción que proyecta su sombra hasta casi mi casa y eso tiene un alcance increíble. Y, luego, por razones de que mi abuelo fue cónsul inglés en La Línea durante muchísimos años, he vivido, he mamado el problema de Gibraltar con cantidad de anécdotas, de vivencias que no podían pasar inadvertidas para mí. Yo Gibraltar lo siento y lo vivo.
J. Q.: Tú eres uno de los fundadores del Movimiento pro Reconciliación entre los Pueblos del Campo de Gibraltar. ¿Eso no es una utopía?
J. M. B.: No es un sueño irrealizable. Es un sueño, es una ilusión, es una utopía, pero también es una necesidad. Pienso que precisamente son esas razones utópicas las que han llevado al hombre muchas veces a realizaciones que nos puedan parecer fantásticas, pero que se han ejecutado. Entonces, a mí no me detiene el hecho de que haya personas que no llegan al sentimiento, que esa idea quizá un poco etérea no la conciban, que pasen -en una palabra- de ese sentimiento, porque creo que la idea es clara y está ahí y que se debe luchar por ella. No me decepciona el que haya hablado con personas que me parecían capacitadas, que me parecían importantes, que podían haber prestado una ayuda -y que incluso estaban obligadas a prestarla- y que han permanecido al margen. Tampoco me decepciona el hecho de que, una vez que se ha abierto la frontera, algunos de nuestros socios opinaban que estaba de más nuestra asociación. Eso me hace pensar que nunca llegaron a comprender la intención de la misma.
J. Q.: Cuál es tu propuesta para lo que algunos llaman el peñón de la discordia?
J. M. B.: Pues, primero, que la palabra discordia debe volar. El problema de Gibraltar hay que enfocarlo con un gran sentimiento y con una visión histórica, pero una visión histórica de perspectiva de futuro también. La Historia nos enseña, pero nos debe enseñar a superar situaciones que no deben llegar a repetirse. Cualquiera que estudie el caso y sea hombre de buena fe tendría una visión clara del asunto. Ignorancia y mala fe son los peores enemigos para la resolución de un problema como este.
J. Q.: ¿Qué le dirías tú desde aquí, desde Gibraltar, en este cuarto que se parece al portal de Belén, a los españoles sobre Gibraltar, sobre los yanitos?
J. M. B.: Pondría una estrella que condujera a unos magos -que a lo mejor aún no han nacido todavía- hasta este portal y naciera un redentor que de una vez por todas trajera la verdad.
Hasta aquí esta charla grabada en la sede de la GBC. Su duración de apenas cuatro minutos y medio es posible que sea la más breve por él mantenida. Al menos podré presumir de ello.
El loco, el de la colina, el que dejó dicho que “la fama aburre y la gloria pasa” se nos ha ido. Ahora, ya en otra dimensión, se las habrá ingeniado para que le autoricen sus entrevistas tanto en la Gloria como en el Infierno. Genio y figura hasta después de la sepultura.
Juan Manuel Ballesta Gómez
Tarde de Toros
El claro sonido de la cucharilla de plata chocando lentamente contra los bordes de la taza de porcelana indicaba que mi padre estaba listo para salir en diez minutos, mientras una profunda vaharada de intenso olor a café puro inundaba el cuarto de estar de la casa, mezclada con un civilizado aroma de limpio frescor de lavanda inglesa de Atkinsons. Poco después se oía el chasquido del cierre de su encendedor en laca y oro. Y a los anteriores se unía el dulce olor de un cigarrillo Chesterfield. Hay sonidos que ya no existen.
El cierre de la puerta de un Mercedes Benz antiguo y el apagado de un Dupont de entonces. Tampoco existen, aunque puedan remedarse, aquellos olores de un hogar en la Caleta en los sesenta. Era tarde de toros. Mi madre aborrecía la fiesta. Mi padre sacaba cada año dos abonos en el palco de la Gran Peña y los tres hermanos varones nos repartíamos las corridas.
En orden de prelación del mayor al menor. Así eran las cosas en aquella época y a ello le debo, siendo el mayor, haber contemplado tantas tardes de gloria sobre la arena color moscatel de la Malagueta. Hay arenas color albero. O grises. O casi negras. La de nuestra plaza, sobre todo recién regada, es como el color de la uva de Manilva o la Axarquía, casi pegajosa, como cuando el zumo dorado resbala por la carnosa boca de un fauno, como en las bacanales del barroco italiano, como en los nuevos vinos dorados, que de forma inteligente y esforzada, enhebran con el pasado personas, a las que solo falta algo de dulzura y les sobra aspereza para parecerse a sus vinos. Mi padre preguntaba: “¿Nos vamos?”, y el de turno contestaba: “Sí, papá”.
Mi padre entonces solía ir a los toros con traje de alpaca beige, camisa de seda cruda con gemelos y corbata también de seda pálida. Nosotros, el que le tocara aquel día, con los primeros polos que habían llegado a Málaga y cinturones elásticos bicolor, que cerraban con una serpiente plateada, que traían las estraperlistas de Gibraltar. Peinados con agua y colonia.
Dios, en su infinita misericordia, aún no había perdido las riendas del mundo, la gente no vestía trapos y los tatuajes solo existían en los brazos de los marineros, o de los viejos legionarios de entonces, que no marcaban paquete, pero lucían unas barbas pobladas, que nada tenían que ver con un hípster, un islamista, o un plastificado hércules de gimnasio. No existían tatuajes maoríes, ni argollas nasales A lo más que se llegaba era a un ancla, o a un “amor de madre”, que normalmente son también otras anclas.Íbamos andando a la plaza desde la casa. Mi padre no sudaba y decía que el sudor era pura sugestión. Que no se debía hablar del calor, porque eso aumentaba el agobio. Nunca le vi sudar.
Claro que también decía que Málaga, a la que amaba profundamente, era una ciudad fenicia y pragmática en la que solamente se comían sopas de almejas. Y que lo que dignificaba al hombre era la tierra, no el mar. Eso era en sus momentos de cólera. En aquel tiempo, llamar fenicio a alguien era señal de desprecio, aunque luego la visión de la historia cambió. Quizás por los bellos ojos entornados en azul de las jábegas que observaban el monótono transcurrir de las olas. Después mi padre pasaba horas mirando al horizonte y sabía la época del año en que las bandadas de patos, grullas, flamencos, o garzas cruzarían el mar de norte a sur, o al contrario, según la estación del año. Llegar a la plaza de toros era sentirse un elegido de alguna manera, porque uno podía pasar impasible, como un brahmán entre parias, mientras los de la reventa asaltaban a cualquiera que vieran con cara de despiste, los vendedores de agua, los de las almohadillas, todos los que de alguna manera sentían con toda razón que ellos eran el alma de aquel espectáculo cuasi romano, pero también todos ellos deberían sentir algo parecido a una silente frustración. Y romano quiere decir, o yo intento decir con ello, que el orden pétreo, marmóreo o férreo de una columnata barroca alrededor de una arena, que espera al gladiador y la fiera, tiene un significado muy serio, y muy sólido intelectualmente.
En aquel palco, situado frente al de los médicos de la plaza al que de forma puntual entraba pulcramente elegante el doctor Horacio Oliva, asistían cada tarde dos grandes aficionados de los que mucho aprendí, oyendo sus comentarios a gritos, gracias a la sordera de uno de ellos: el escultor Sebastián Miranda y el crítico de ABC Antonio Díaz-Cañabate, inventor del término “el rincón de Ordoñez” cuando se refería al punto exacto donde el maestro provocaba la muerte infalible del toro. Como pequeña venganza, existía un lugar en el restaurante Antonio Martín – menos mal que parece que se salva del derribo – al que después de la corrida asistían los seguidores del rondeño y al que bautizaron con ese nombre, “El rincón de Ordoñez”.
En una atmósfera cargada del humo de los cigarrillos, entre cabezas de toro, carteles taurinos, copas de manzanilla, o vasos de whisky y olor a pata negra, aceitunas y gambas, discutían y recordaban a gritos las glorias de las verónicas de alhelí del ídolo. Tardes de toro en La Malagueta, en la que no se concebía el toreo sin el acompañamiento de la música, porque la concepción del toreo para los malagueños siempre requiere la música, que pedían a gritos en cuanto sonaban los primeros oles. Tardes en las que Ordoñez hinchaba el pecho, adelantaba la pierna y citaba de frente por naturales con la majestad rondeña, que solo él componía. O cuando el niño sabio de Camas, Paco Camino, se colocaba la montera hasta las cejas, citaba de frente con el capote, el mentón hundido en el pecho y al encuentro con el toro, giraba su cuerpo delgado, envolviéndose literalmente en la tela arrastrada a sus pies sobre la arena, construyendo el instante de la belleza efímera de la gracia del toreo sevillano por chicuelinas. Y uno, a pesar de su niñez, sentía que aquello merecía la pena ser vivido y que una extraña emoción provocaba el fulgor en todos los ojos.
Y en las barreras, desde Hemingway a Orson Welles, desde Lola Flores a Soraya, la repudiada emperatriz de Persia, grandes actores y actrices, duques ingleses, banqueros españoles y hasta Porrina de Badajoz con chaqueta verde loro. Y la plaza era un clamor y en la presidencia chicas vestidas de mantilla, que llegaban a la plaza en enganches de cuatro caballos, adornados con morilleras y resonando cascabeles, colgaban la seda bordada a mano de los mantones de sus abuelas, que empezaron a llegar a España en el galeón de Manila, junto a biombos de laca y abanicos de nácar.
Y en Gibralfaro, el tendido de los pobres, que era una categoría social, gritaba los oles imaginados, más que vistos, con el mismo fervor que los de abajo, en una curiosa inversión de arriba y abajo. Después la gente iba por “el desfile del amor” simulando pases, hacían una primera parada en el bar Flor y después, los que podían, se iban de copas al bar del Hotel Miramar, que en aquel tiempo era un palacio de cuento de sedas, cortinajes, espejos y lámparas de araña con el sonido de fondo de un pianista de hotel, que era perfectamente respetable en su esmoquin de chaqueta cruzada.Después vinieron otras tardes en otras ferias de otras ciudades. Sevilla, San Isidro, Granada, Ronda, Córdoba, pero ya no era lo mismo.
Y uno vio grandes cosas. A José Tomás provocando lágrimas en Ronda en una goyesca en la que Cayetana no aplaudió ni una vez, porque su adorado yerno tuvo una tarde chunga. Y a José Tomás dejando que sonaran los tres avisos en Madrid, porque se negó a matar al toro en una de esas reacciones incomprensibles de su carácter. A Curro, torero en la plaza, en la calle y a solas, saliendo por la puerta del Príncipe en Sevilla y por la puerta Grande en Madrid. Y también a almohadillazos en lugares varios.Hace años que no voy a los toros.
La última vez fue en Ronda en septiembre de 2006. Las plazas son innecesariamente incómodas, el ambiente es crispado y politizado, todo se ha vuelto desagradablemente feo. No sé si volveré. Morante de la Puebla merece que uno pase todas las incomodidades que hagan falta. E incluso la sangre nueva y vigorosa llegada del Perú como un huracán que agita las aguas muertas.
Seguramente volveré.
Mariano Vergara Utrera
30 de septiembre de 2022