Malos tiempos. La pandemia que nos iba a ser mejores resulta que nos está haciendo peores, más egoístas y sálvese el que pueda. Pero es curioso porque siempre son los demás, nosotros no. Nosotros cumplimos, los demás no. Son los jóvenes con sus botellonas, nosotros no, nos reunimos veinte pero con todos los protocolos. Y el caso es que buena parte de los problemas de nuestra sociedad actualmente tienen que ver con la ignorancia. Somos así, lo que se ignora se teme y se termina odiando. Muchas veces con un odio que nos lleva hasta límites incontrolables.
Porque miren ¿Quién sabe, en realidad, en que consiste el problema que representa la llegada de niños extranjeros no acompañados a España? ¿Alguien cree que todos los chicos y chicas que llegan son delincuentes peligrosos y son una amenaza colosal para el futuro de España? ¿Queremos saber algo sobre ellos?.No, no queremos saber nada de verdad, nos limitamos a señalar un colectivo como si fuera ganado enfermo y luego nos damos la vuelta.
No se nos pasa por la cabeza poder visitar un centro de acogida o entrar en la web de una de esas asociaciones que pelean por el bienestar de ese colectivo para entender lo que sucede. Hemos dado la sentencia sin ni siquiera intentar enterarnos de la realidad.
¿Qué tiene de malo ser gay o lesbiana? ¿Alguien cree que este colectivo está compuesto por personas viciosas, con mentes perversas, extraños sujetos que se retuercen entre grandes padecimientos generados por su orientación sexual? ¿Estamos seguros de estar leyendo esto mismo sin un gay a nuestro lado que pudiera ser nuestro hijo, o un amigo o un conocido? Nos llevaríamos una gran sorpresa. Y es que el colectivo LGTBI es amplio, numerosísimo, y está compuesto por personas de toda clase social, religiosa o económica. Si salieran todos los deportistas gays del armario; Si supiéramos la cantidad de lesbianas que tenemos cerca… Tememos a los gays y lesbianas porque somos incapaces de empatizar con ellos. Sencillamente, nos dan miedo porque no los conocemos.
El miedo está haciendo estragos en nuestra sociedad actual.
El miedo bloquea las mentes y las personas dejan o dejamos de pensar. Por eso triunfan los mensajes populistas ; son sencillos y dicen lo que tranquilizan a quienes les escuchan.
La culpa es de los otros; el enemigo son ellos y nos atacan; todo lo que no seamos nosotros mismos es una amenaza; tranquilos que ya acabamos nosotros con el problema… Tiempos de odio.
Algeciras, 8 de julio de 2021
Patricio González