El Gobierno de Gibraltar confirma que, aproximadamente a mediodía de este viernes, un avión militar español P3 Orion sobrevoló los límites de las Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar. En su momento de mayor incursión, el avión estuvo a dos millas náuticas de la costa este del Peñón.
El avión español estaba siendo controlado por controladores aéreos militares del Centro de Control de Sevilla. Los controladores civiles de dicho centro transmitieron información sobre las intenciones del aparato al Control de Tráfico Aéreo de Gibraltar. Sin embargo, el avión no siguió el perfil de vuelo estipulado (inició una ligera elevación cuando se encontraba fuera de las Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar) y, en consecuencia, el Control de Tráfico Aéreo de Gibraltar señaló al aparato como tráfico desconocido, lo que implica la obligación de separar el avión del resto del tráfico por una distancia de 5000 pies o 5 millas náuticas.
Un vuelo de British Airways tuvo que retrasar el despegue, previsto para las 11:50 de la mañana, y permaneció ocho minutos en la pista, hasta que el Centro de Control de Gibraltar se aseguró de que el avión militar español había abandonado el espacio, asegurando así la separación requerida para que el avión de British Airways pudiera despegar con destino al Aeropuerto de Heathrow a las 12:15 horas, como así sucedió.
El Primer Ministro, Fabián Picardo, comentó: No es ningún secreto que España ha estado causando problemas a Gibraltar de forma deliberada en nuestra frontera y por medio de sus incursiones en Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar. La incursión de hoy en el espacio aéreo de Gibraltar, en medio de un día de intenso tráfico en el que estaba previsto que varios vuelos llegaran y saliesen del Aeropuerto Internacional de Gibraltar, eleva el acoso español de Gibraltar a nuevas cotas. Es absolutamente inaceptable que el ejército español haya interferido en el movimiento de la aviación civil de esta manera tan peligrosa. El Aeropuerto Internacional de Gibraltar es una zona de intenso tráfico de pasajeros civiles, que son importantes contribuyentes a la economía turística de la zona del Campo de Gibraltar. Los retrasos causados por las maniobras de índole política del ejército español son intolerables pero, gracias a la rápida acción del Centro de Control de Tráfico Aéreo, sólo hubo que lamentar retrasos. El incidente de hoy pudo haber terminado mucho peor.