Dice un viejo refrán español que, nada es verdad o es mentira. Todo es según del color con el cristal con que se mira.
Con motivo de la explosión de los barcos «Camponavia» y «Petrogen-one» el 26 de mayo de 1985 ocurrida en el Pantalán de Atraque que la Refinería de la Compañía Española de Petróleos tiene en San Roque, cuyo aniversario se ha recordado estos días profusamente en las redes sociales, se ha vuelto a catalogar a las instalaciones de Cepsa como una bomba en el corazón de la Bahía. Ha habido frecuentes episodios, como hace unas semanas la reciente humareda que alertó a todo el Campo de Gibraltar cuando un fallo eléctrico produjo un paro en las instalaciones y se lanzó al aire, enturbiando el medio ambiente, una gigantesca nube negra. Los ecologistas del Campo de Gibraltar, la asociación Verdemar presidida por un polémico sanroqueño, calló. Llevan años callando todo suceso que afecte a la Refinería. Pero nunca con Gibraltar. Aunque sus terribles vaticinios, nunca se han cumplido y, mejor así, en el Peñón nunca ha habido vertidos, ni escapes radioactivos
Con 50 años de antigüedad, es evidente que la Refinería, que ya no es española, aunque así lo diga el título de su compañía, ya que ha sido comprada con los petrodólares del Golfo y a ellos pertenece, tiene unas instalaciones viejas, donde la corrosión del salitre marino ha hecho mella, a ojos vista. Tanques y tuberías por donde corre el petróleo, en crudo o refinado, dan la sensación de que ya están podridas o en riesgo de estarlo. Y eso, asusta. Ponerlas nuevas o simplemente lijarlas y volverlas a pintar supone un costo muy alto. Los propietarios, desde el lejano Golfo Arábigo, no parece que estén ni por esa, ni por otras labores necesarias. Lo que pase aquí, si es que pasa, les trae al pairo. Eso sí, los dividendos, los beneficios, cada año mayores, si que les satisfacen. La Refinería es una fábrica de hacer billetes. Lo demás, si hay peligro, si cada vez hay una mayor preocupación entre la población circundante, porque algo pueda pasar o simplemente la contaminación del aire aumenta vertiginosamente los casos de cáncer, seguro que no es su problema. Es el nuestro, es el de los vecinos del entorno.
En Gibraltar hay una teoría que dice que las partículas contaminantes que salen de las chimeneas de la Refinería, viajan por la Bahía y al llegar al Peñón, chocan contra la Roca y caen sobre la población que ahí reside. No se que rigor científico tendrá tendrá esa teoría, pero lo evidente es que el mayor índice de muertes entre la población gibraltareña, como también lo es en toda la zona circundante expuesta al aire contaminado, son muertes por cáncer. Una de las partidas más fuertes del Gobierno de Gibraltar es la de Sanidad y dentro de ella, la atención a los enfermos de cáncer, tanto en Londres, donde Gibraltar posee una residencia especial para los enfermos que allí reciben tratamiento, como la fuerte factura que paga a Xanit, el Hospital de la Costa del Sol que tiene los mejores especialistas y donde se trata a los enfermos de Gibraltar, con un alto porcentaje, de cáncer.
Pero es el peligro de una explosión el que alerta y hace cundir esa afirmación de que hay una bomba en el corazón de la bahía. Lo han dicho los medios de comunicación españoles, como El Mundo que el 8 de diciembre de 2002 resaltaba que en el imponente arco industrial de chimeneas, hornos, tuberías y depósitos que media entre La Línea y Algeciras: dos centrales térmicas, otra de ciclo combinado, la refinería de Cepsa y su complejo petroquímico anexo, los hornos y el pantalán de Acerinox (escenario hace pocos años de un accidente con residuos radiactivos) y una planta de celulosa…,, hay un evidente peligro industrial. Lo de Acerinox fue muy gordo y sí causó muertes. Le percepción que existe es que las Grandes Industrias (AGI) están en el Campo de Gibraltar para llevárselo crudo como se dice, ya que con una cada vez más alta tecnificación la cifra de puestos de trabajo directos que aportan a la zona está en torno a los 5.000. Lo que aportarían, sin duda con creces, con creces industrias blancas como el Turismo con media docena de hoteles en el singular y atractivo marco que ocupan las mejores playas del sur, en Palmones, en Guadarranque o Puente Mayorga. Pero como asegura El Mundo sobre la AGI es todo un regalo envenenado del desarrollismo franquista y recurre al informe de la Universidad Pompeu i Fabra, asegurando que a ello atribuyen parte de la culpa de que Cádiz (esta parte de la provincia) sea el lugar de España donde más probabilidades tiene uno de morirse.
Y añade El Mundo una tremenda pero posible especulación ¿Y si un terrorista de Al Qaeda (como planeaba la célula saudí que Marruecos dijo haber detenido este año) secuestra uno de estos inmensos depósitos de combustible ambulantes (que navegan por el Estrecho) y lo incrusta contra la refinería (en cuyo pantalán estalló en los años 80 el petrolero Petrogen 1 llevándose consigo la vida de parte de la tripulación)? ¿Y si ? … , en una clara alusión a ese peligro de la existencia de una bomba en el corazón de la Bahía como se dice en las redes.
El caso es que han sido los ecologistas de Verdemar quienes han utilizado esta misma afirmación contra Gibraltar intimidando y asustando a los campogibraltareños con proclamas en los medios de información, a cuenta de la llegada estos días al Peñón de un submarino de propulsión nuclear, algo habitual, por otra parte, sin que nunca ni en el polémico caso del Tyreless, haya habido ninguna fuga nuclear, ningún derrame en la Bahía.
Si hubiese una guerra, submarinos como el HMS Torbay estarían poniendo en peligro a sus marineros en defensa de la OTAN, ¡y eso incluiría a España!
Ahora, dicen que una «bomba flotante» ha llegado a Gibraltar, como si no hubiera bombas flotantes en aguas españolas.
Los submarinos británicos de propulsión nuclear hacen escala en Gibraltar en un atraque apropiado para tales propósitos, ¿no saben los españoles que los británicos toman tales asuntos en serio?
Si los ecologistas españoles hacen la declaración de que ningún submarino nuclear es seguro, por que se trata de un submarino de propulsión nuclear, ¿qué pasa con los submarinos nucleares que navegan en aguas españolas? Presumiblemente saben la diferencia entre un submarino de propulsión nuclear y un submarino con armas nucleares.
¿Por qué es que algo que tiene que ver con Gran Bretaña está mal. ¿Y todo lo demás no está mal?. ¡Qué hipocresía!
HMS Torbay recibió a los estudiantes para Perisher – para que el título oficial sea el curso del comando submarino.
Armados con un cronómetro, un periscopio y sus habilidades matemáticas, los oficiales tienen que asumir un papel vital de ‘sólo ojos’ donde deben mantener el buque seguro como de ser un buque de guerra.
El curso de alta graduación forma para la toma de decisiones de los oficiales y los desarolla los instintos de navegación submarina, demostrando que tienen lo que se necesita para comandar un submarino.
El gobierno español ha emitido una protesta contra los submarinos nucleares británicos que atracan en Gibraltar. En los últimos cinco años, el territorio británico ha sido visitado al menos 30 veces por submarinos nucleares, a pesar de las protestas españolas.
La información viene a la luz a través de una respuesta a una solicitud de libertad de información.
Mientras que la respuesta afirma que ha habido «29 visitas», esto se determinó antes de la visita más reciente de un submarino británico, dice UK Defense Journal.