Olga Portero trabajó durante muchos años en Marbella contribuyendo a la formación de miles y miles de jóvenes que hoy son abogados, maestras, algún sacerdote o religiosa, médicos y grandes profesionales y, sobre todo, personas de bien que llevan a gala el sello de la formación salesiana.
Han pasado ya mas de 50 años desde que la comunidad de Salesianas llegó a Marbella para abrir el colegio del Castillo. Ante su éxito, años mas tarde se construyó el colegio de arriba en la zona próxima a Xarblanca y frente a Las Cancelas. Cada curso, medio. millar de alumnos han podido estudiar en los dos y las Salesianas se han esforzado por impartir la mejor educación. Y el amor a la Madre, María Auxiliadora, que procesiona su imagen cada 24 de mayo portada a hombros con gran emoción y alegría por los alumnos mayores que consideran un gran honor el poder pasear la imagen de María Auxiliadora por las calles de Marbella.
Entre la comunidad de salesianas que han trabajado por la juventud de Marbella se ha encontrado, hasta su reciente jubilación como docente, Sor Olga Portero una malagueña muy entregada a la obra salesiana.
Fiel a su vocación de ayuda a los demás Sor Olga Portero ha aceptado con gusto el traslado a un lugar remoto en la isla de Fuenteventura donde junto a otras Salesianas realiza una admirable labor de apostolado, de formación y de ayuda solidaria al escaso vecindario.
Ella misma lo cuenta en este artículo publicado en la revista salesiana:
“TUINEJE, UNA IGLESIA EN SALIDA
… EN LA TIERRA DONDE LAS MONTAÑAS PARECEN JOROBAS DE CAMELLO…
En 1975 se abrió una pequeña comunidad en un pueblo de la isla de Fuerteventura, llamado Tuineje, Desde el principio las hermanas fueron muy bien aceptadas, Empezaron a llevar la catequesis sacramental, la atención a los enfermos (pues no había centro de Salud) y las clases de religión en las escuelas públicas de cinco pueblos.
Poco a poco la actividad de la comunidad fue cambiando. Algunos de estos lugares han ido perdiendo habitantes, forman parte de la” España vaciada“, pero ha permanecido viva la relación de cercanía y disponibilidad de la comunidad con la gente, sin importarle el número, pues somos conscientes que, también en estos lugares recónditos está el Señor. Son “las nuevas periferias” al estilo que pide el Papa Francisco de” ser una Iglesia en salida”
Nos proponemos llegar a las gentes que conocemos con el trato cercano y cariñoso, practicando el «persona a persona», el «uno por uno» (EG. 127), conscientes de que nuestra presencia es para ellas un signo del amor de Dios. Nuestra casa, llamada en la zona “la casa de las monjas”, es un centro de animación y referencia muy importante en la zona. Procuramos acoger con cercanía y disponibilidad a todas las personas que se acercan. También atendiéndolos en el archivo parroquial y cuidando la parroquia. Por su parte recibimos mucho afecto y detalles, con frecuencia los vecinos comparten con nosotras los frutos de su la tierra.
En la actualidad, animamos y coordinamos la catequesis de cinco pueblos y sus celebraciones litúrgicas. También tenemos un grupo de oración de adultos que se reúne quincenalmente, siguiendo el libro “Jesús aproximación histórica” de José Antonio Pagola. Visitamos a las familias, sobre todo a las personas mayores, enfermas o que viven solas y se les lleva la comunión.
Hay que entender y amar esta misión que tiene mucho de pequeños gestos, de cercanía, de conocimiento personal… pero estamos contentas y confiadas en que Dios y María Auxiliadora nos quieren aquí y ahora, viviendo en esta isla tan lejana, el carisma salesiano de nuestros fundadores D. Bosco y María Mazzarello.
Este año por la situación de la pandemia no hemos podido asistir a los consejos pastorales de cada pueblo, del arciprestazgo y de la isla; tampoco a las numerosas reuniones de coordinación a todos los niveles que la tarea evangelizadora conlleva. No ha sido posible la colaboración con Caritas en los talleres de alfabetización u otras iniciativas. Ni tampoco el cuidado de la relación con las otras congregaciones religiosas presentes en la isla: Franciscanas Misioneras de María, Religiosas del Sagrado Corazón e Hijas de la Caridad, con quienes, en condiciones normales, compartimos retiros, celebraciones y la fiesta de cada fundador. Pero como el amor es creativo, esta situación no ha frenado la actividad apostólica, vamos de pueblo en pueblo con precaución, pero sin miedo porque sabemos que nuestra presencia es importante para las personas que atendemos.
Entre los nuevos retos que tenemos para este curso están:
Animar la formación en el carisma salesiano de los educadores y jóvenes musulmanes del hogar de chicos extutelados que pertenece a nuestra Fundación Canaria Maín.
Fomentar la pastoral familiar, ofreciendo formación mensual a las 170 familias de los niños.
Reunir trimestralmente a los 49 “padrinos” que, en toda la isla, tienen apadrinados un niño o niña con nuestra ONG VidesSur, para conocerlos y seguir animando su solidaridad.
Continuar convocando y dirigiendo la rondalla Manitaga, un grupo folklórico canario que actúa animando las fiestas litúrgicas de todos nuestros pueblos. En momentos especiales se une a los “Coros de Fuerteventura” y actúa en toda la isla.
Volver a reunir y organizar, cuando pueda ser, al grupo de teatro de personas adultas que animan fiestas y contribuyen a eventos solidarios.
¡¡Misión no falta, ni pasión por evangelizar!!
Olga Portero, fma
Comunidad de Tuineje (Fuerteventura)”
Rondalla Tamacite