La campaña de vacunación tiene como objetivos que la cifra de fallecidos baje(por eso se elije a los grupos de riesgo más vulnerables para que sean los primeros en vacunarse) y la presión hospitalaria pueda descender a niveles soportables. El número de contagios que puede evitar la vacuna es muy grande y los beneficios son incalculables. Pero, cuidado, la vacuna no cura ni hace desaparecer el coronavirus. Todavía hay que esperar y seguir con todas las precauciones.
La campaña de vacunación nos hace pensar que nuestros mayores pueden estar más protegidos. Hay que esperar para conocer resultados y vacunar también a esos 2.300.000 mayores que no viven en residencias.
No puede repetirse lo que ha sucedido en España . Son , como mínimo, 30.000 mayores muertos por coronavirus en residencias de mayores y discapacitados. Esto es un enorme dolor y un fracaso total de toda nuestra sociedad, de una forma de vida. Son 30.000 mayores muertos. Se dice pronto. Y esto sólo se refiere a residencias porque la realidad es que han muerto muchos más que vivían en sus casas o en las de sus hijos.
La campaña de vacunación hace pensar que el número de contagios en nuestras residencias bajará de forma considerable.
La rapidez es esencial y no pasa nada por buscar alternativas en otras vacunas. La rusa “Sputnik V” es otra buena opción.
Esto y un mayor control en las residencias son fundamentales para la recuperación de la dignidad de nuestros mayores y de nosotros mismos porque lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo en las residencias de mayores es una vergüenza para toda nuestra sociedad que no puede permitir algo tan terrible.
Algeciras, 6 de febrero de 2021
Patricio González