La segunda jornada del curso Gibraltar, frontera exterior europea Negociando el Brexit y sus consecuencias arrancó ayer en San Roque con la conferencia Gibraltar, el Brexit y la verja, problemáticas europeas y campogibraltareñas, a cargo del catedrático Alejandro del Valle, uno de los coordinadores del curso.
El profesor Del Valle hizo un rápido recorrido en lo relativo a Gibraltar en la negociación europea del Brexit para continuar con las negociaciones hispanobritánicas, con participación del Gobierno gibraltareño en la delegación de Reino Unido. Además, Del Valle hizo dos recomendaciones a las autoridades. La primera, que no garantizar el tráfico fluido en la frontera y no abordar la situación de La Línea de la Concepción llevaría a un acuerdo en falso, y la segunda, no fijarse en exceso en el ejemplo irlandés: La situación es muy distinta. Es preferible una solución ad hoc, pero eso requiere más negociación
Con expectación en la sala, y previa presentación del alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, y el abogado gibraltareño Charles Gómez, otro de los coordinadores, el Ministro Principal de Gibraltar, Fabián Picardo, reiteró la posición del Gobierno de Gibraltar ante el escenario político abierto por el Brexit.
El jefe del Gobierno gibraltareño detalló la posibilidad que el Brexit podría llevar, con la buena voluntad de todas las partes, la relación Gibraltar-España-Europa al siglo XXI, dejando atrás, de una vez por todas, el sempiterno debate de la soberanía al que aludió el Presidente del Gobierno español, Pedro Sanchez, cuando argumentó en el Congreso que en muchas ocasiones, se nos olvida la gente que está precisamente viviendo y sufriendo las consecuencias de esa falta de diálogo.
Ya en el turno de preguntas, el político socialista respondió a una pregunta del exsenador José Carracao sobre un posible escenario de soberanía compartida. La respuesta de Picardo fue, como siempre, contundente: No, no, no. Gibraltar no pone sobre la mesa su soberanía, sea en materia absoluta o desglosando sus ingredientes. Y ejemplificó con una metáfora: Si tienes un amigo y se le está quemando la casa, cuando a ese amigo le hace falta la ayuda de un cubo de agua, aunque tú le hayas pedido comprar la casa antes, no es procedente decir: aquí tengo el cubo de agua; si me das la mitad de la titularidad de tu casa, te presto el agua. No, no, no. Y eso no significa no ser amigos y buenos vecinos.
Tras el Ministro Principal intervino el profesor de Derecho y Relaciones Internacionales Miguel Acosta, quien disertó sobre los trabajadores transfronterizos, su situación legal, evolución y perspectivas. Tras explicar la normativa europea y su traslación española sobre trabajadores fronterizos en general y su aplicación en zonas fronterizas hispanolusas y francoespañolas, el profesor destacó que desgraciadamente, la figura europea de trabajador fronterizo no es aplicable a los trabajadores españoles en Gibraltar, para describir la situación de los casi 13.000 trabajadores fronterizos del Campo de laguna jurídica y ausencia de reconocimiento político por parte del Gobierno español.
A continuación, la mesa redonda sobre trabajadores transfronterizos y Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) en el Campo de Gibraltar contó con la moderación del exdiputado y exsenador español Rafael Román.
Antes de ceder la palabra, Román reseñó que no es normal la ausencia del Estado en esta zona de forma tan clamorosa ante las dificultades que afronta el Campo de Gibraltar, y reclamó que el Gobierno español arbitre mecanismos para apoyar a los transfronterizos.
A continuación, John Ísola, de la Cámara de Comercio de Gibraltar, tras desgranar con datos la interconexión económica entre ambos lados de la frontera, llamó a buscar soluciones para proteger esto tan importante de forma más cercana y adaptada al contexto local que las negociaciones mantenidas en Londres, Madrid y Bruselas.
Por el lado sindical del Grupo Transfronterizo, Manuel Triano, secretario general de la Unión Comarcal de las Comisiones Obreras, puso en valor la importancia de sentar en una misma mesa a organizaciones sindicales y empresariales de Gibraltar y su Campo en la forma del Grupo Transfronterizo, y sobre la AECT planteo que sería imperdonable no usar ese instrumento para traer recursos a esta zona tan necesitada de ellos.
Juan Carmona de Cózar, en representación de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de La Línea (Apymell) llamó a llegar a un acuerdo aprovechando la oportunidad abierta gracias a que el Gobierno de España, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de La Línea y el Gobierno de Gibraltar están en la misma línea, así como a impulsar la AECT y cambiar el concepto de dependencia del Campo de Gibraltar respecto al territorio británico por el de complementariedad.
La profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Cádiz Inmaculada González García salió al paso de recientes críticas al planteamiento de la AECT entre Gibraltar y su Campo y tras un extenso repaso a la normativa europea sobre cohesión y cooperación territorial, concluyó que afirmar que Gibraltar no puede entrar en una AECT es desconocer los instrumentos jurídicos.
Por último, el actual presidente del Grupo Transfronterizo y representante del sindicato Unite de Gibraltar, Lionel Chipolina, recordó que el cierre de 1969 hizo perder lazos personales y familiares a los vecinos gibraltareños y campogibraltareños y que esa historia y sufrimiento compartidos constituía la razón de que el Grupo Transfronterizo hablara el idioma de la cooperación para que toda la sociedad se beneficie de la colaboración transfronteriza.
Con la moderación del profesor Jesús Verdu, el abogado Sebastián Díaz y el profesor titular de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Cádiz Miguel Checa abordaron después aspectos prácticos del Brexit en su relación con Gibraltar. Por problemas de agenda, la mesa redonda no contó con la participación prevista del alcalde de La Línea, Juan Franco.
Sebastián Díaz planteó una Zona Franca u otras figuras de cooperación económica para atraer a negocios gibraltareños al lado español de la frontera, mientras que el profesor Checa aseveró que la cooperación judicial civil entre el Reino Unido y la Unión Europea se encuentra en un escenario de incertidumbre como consecuencia del Brexit y que se precisa un acuerdo entre las partes, ya que en un escenario de no acuerdo, las sentencias judiciales británicas no tendrían garantizado su reconocimiento en el resto de Europa.
La jornada de ayer jueves concluyó con la intervención de Michael Llamas, fiscal general de Gibraltar, para dar una perspectiva gibraltareña de las negociaciones para el Brexit. Así, aportó datos sobre la conexión entre Gibraltar y su Campo a través de la frontera, como que el 90% del turismo gibraltareño pasa por ella o que la práctica totalidad de las importaciones que abastecen a Gibraltar entran por el paso fronterizo, además de encontrar en el Campo su residencia la mayoría de trabajadores transfronterizos.
Es por ello que Llamas definió la relación entre Gibraltar y su Campo de necesidad mutua puesto que no hay uno más fuerte que otro, sino que dependemos los unos de los otros. Somos un ejemplo casi perfecto del proyecto europeo. Dos comunidades con diferencias que se han complementado gracias al Derecho comunitario, apuntó.
Por último, Llamas reclamó que, aunque pueda resultar paradójico, el Brexit debe ser usado para cooperar más, e hizo hincapié en que el Gobierno del Peñón está dispuesto y preparado para la transparencia total con la Hacienda española en material de cooperación fiscal.