El Ministro Principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha intervenido ante el Parlamento para hablar sobre los últimos acontecimientos del Brexit. Se trascribe su intervención de forma íntegra:
Presidente:
Lo ocurrido ayer (por el miércoles) en Westminster es inaudito.
La Primera Ministra afirmó a la Cámara de los Comunes a las 13h de ayer que, por supuesto, votaría a favor de la moción que ella misma presentaba por la tarde.
Sin embargo, por la tarde, votó en contra de su propia moción, ya que había sido enmendada, a pesar de que seguía presentándose en su nombre.
La Cámara de los Comunes votó a favor de una moción que descarta una salida sin acuerdo de la Unión Europea, pero la salida del Reino Unido y de Gibraltar el 29 de marzo sigue prevaleciendo por ley. Esto no ha cambiado, si bien aún puede revocarse la notificación según el Artículo 50 o ampliarse el plazo de dos años que establece. Pero esto aún no ha ocurrido.
La moción que se vota hoy en los Comunes busca ampliar el plazo hasta el 30 de junio, siempre que exista un Acuerdo de Retirada que se apruebe antes del final de la semana que viene, o, en caso contrario, lograr una prórroga superior.
Pero esta moción puede enmendarse. De hecho, como los Diputados aquí presentes sabrán, se han agendado numerosas enmiendas.
Por lo tanto, no está claro cuál será la moción final que se votará en la Cámara de los Comunes hasta esta misma tarde.
Tal y como dije ayer por la noche, nos encontramos en un momento sin precedentes.
Nunca hemos presenciado este nivel de incertidumbre política en la era de democracia moderna de posguerra del Reino Unido.
El Gobierno británico se está viendo derrotado constantemente en su propia Cámara de los Comunes.
El sistema de disciplina parlamentaria se ha desmoronado por completo.
Como resultado de ello, y estoy convencido de que hablo en nombre de todos, afirmo que me complace el hecho de que estemos más cerca de descartar por completo la salida sin acuerdo de la UE.
Pero seamos claros: no podemos dar por descontada esta opción.
Por ahora, la situación por ley sigue siendo que tenemos que abandonar la UE el 29 de marzo, con acuerdo o sin él.
Hasta que se enmiende la Ley de Retirada (Withdrawal Act) si la legislación necesaria para ello se aprueba en la Cámara de los Comunes, la situación del Reino Unido sigue siendo la misma.
Incluso si se enmienda la Ley, el Reino Unido abandonará igualmente la UE el 29 de marzo si la UE no acepta una prórroga del proceso del Artículo 50. El Reino Unido podría buscar una prórroga del proceso del Artículo 50, pero ello depende de que la UE apruebe esa prórroga. O, en ausencia de esta prórroga, el Reino Unido podría revocar de forma unilateral la notificación según el artículo 50.
Por tanto, el Gobierno de Gibraltar debe seguir planificando todas las opciones, incluida la hipótesis menos probable de un Brexit sin acuerdo.
En este momento, todas las opciones son posibles.
E incluso demasiadas opciones siguen siendo probables.
Tenemos que planificar todas las eventualidades que pudieran surgir.
No obstante, la revocación de la notificación según el Artículo 50 se constituye ahora como una posibilidad probable.
Cada vez se habla más de ello. De hecho, la Primera Ministra mencionó esta opción ayer en diversas ocasiones y los Diputados sabrán que el diputado decano de Westminster, Ken Clarke, presentó una enmienda con Vince Cable y otro diputado del Partido Laborista que no fue seleccionada por el Presidente y por tanto no se votó, cuyo objetivo era que la Cámara votara la revocación de la notificación según el Artículo 50.
Presidente, creo que la revocación de la notificación según el Artículo 50, que permitiría que el Reino Unido y Gibraltar permaneciesen en la Unión Europea, sería sin duda alguna el mejor resultado para Gibraltar.
También podría celebrarse una votación en forma de nuevo referéndum. Los Diputados sabrán que siempre evito denominarlo segundo referéndum, dado que tendría que ser un nuevo referéndum sobre otra cuestión que, en mi opinión, sería la forma más legítima de abordar un nuevo plebiscito.
De hecho, como llevo diciendo desde julio de 2016, la forma más legítima de celebrar una nueva votación sería plantear el mecanismo de Retirada o el acuerdo nuevo que se haya logrado y, como alternativa, la opción de permanecer en la UE.
En mi opinión, esta es, sin duda alguna, la forma adecuada, en vista de que la Cámara de los Comunes han descartado una salida sin acuerdo.
También es posible que esta votación se manifieste en forma de elecciones generales en el Reino Unido.
No podemos bajar la guardia. Y no lo haremos.
No fallaremos a Gibraltar, dado que podemos garantizar que estamos preparados para afrontar cualquier forma de Brexit que acuerden los Comunes.
Debemos continuar, continuaremos y continuamos planificando, en estos momentos de incertidumbre sin precedentes, cualquier posibilidad.
Por ello, hoy (por el jueves) el Gobierno ha publicado una Propuesta de Ley para enmendar la Ley del Tabaco de 1997 (Tobacco Act 1997) y permitir al Administrador establecer unos precios mínimos de venta del tabaco.
Como saben los Diputados, esta medida está incluida en uno de los Memorandos de Entendimiento acordados en el marco del Acuerdo de Retirada.
Y ya he dado instrucciones para que se redacte la legislación interna que sea necesaria para dar efecto al histórico Tratado Fiscal que hemos alcanzado con España. Como ya he dicho, el acuerdo fiscal es un hito para mí, dado que estoy convencido de que pondrá fin al irritante mito de que Gibraltar no coopera por completo en el intercambio de información fiscal. Este tratado, y la cooperación que establece, deberían poner fin a este mito.
Esta tarde (por el juevers) he presentado una moción, que los Diputados ya habrán visto, para permitir que esta Cámara registre la existencia de este Tratado Fiscal. Presidente, pretendo exponerla al final de esta declaración, de modo que quede presentada formalmente ante la Cámara.
Por último, Presidente, las últimas 48 horas en Westminster me han dejado con la sensación de que la política y la democracia se han practicado casi como si se tratase de un deporte de alto riesgo. Pero debemos mantenernos fuertes y mantener la cabeza alta ante cualquier resultado. Tenemos que esperar que los acontecimientos nos permitan, en el mejor de los casos, permanecer en la UE, y en el peor, salir, pero con un acuerdo.
Y para ello, debemos tener claro que las noticias sobre la muerte política de Theresa May han resultado precipitadas en otras ocasiones. Durante buena parte del año pasado, escuchamos, a veces en términos un tanto desagradables, cómo estaba en una situación crítica, cómo estaba viviendo su última semana, etc.
Lo hemos escuchado semana tras semana. Y aun así, podría emerger como Rocky Balboa, con una aprobación de su acuerdo en el último minuto.
Pero si se diera el caso y nos preguntaran nuestra opinión, lo que diría a nuestros compañeros de Westminster es que el mejor modo de recuperar el control del proceso de salida sería revocar la notificación según el Artículo 50 y eliminar la capacidad de la UE para presionar al Reino Unido.
Presidente, tras los acontecimientos de las últimas 48 horas, hoy el Gobierno solo podrá abordar dos Propuestas de Ley. Espero poder volver a esta Cámara el próximo jueves y tratar otras Propuestas y otros mecanismos que podríamos necesitar implementar de forma oportuna para que Gibraltar pueda salir de la UE el 29 de marzo, si esa es la fecha en la que lo hiciéramos. Y, dado que todas las opciones están sobre la mesa, debemos prepararnos para ello.
Presidente, estoy seguro de que el Secretario contará con el apoyo de toda la Cámara si tuviera que planificar rápidamente las elecciones europeas. Estoy seguro de que es un problema que a todos nos gustaría tener y que todos le ayudaríamos, registrándonos pronto y votando pronto si se diera el caso.
Presidente, en este momento esto es todo lo que puedo decir a la Cámara sobre la última semana y, en concreto, sobre las últimas 48 horas. Soy consciente de que todos los Diputados querrán saber qué pasará esta tarde en Westminster, que arrojará luz sobre, al menos, otra parte de la incógnita sobre cómo se terminará resolviendo el Brexit.