El paro sube un 0,26% (2.361 trabajadores), es el segundo incremento más importante del conjunto de comunidades autónomas. Se sitúa en 894.855 desempleados. Se reduce, con respecto a hace un año en 93.638 trabajadores (-9,47%), 0,21 puntos menos que en el conjunto del Estado (-9,68%). Los datos del paro justifican la necesidad de llevar a cabo cuantas movilizaciones sindicales sean necesarias en defensa de los derechos de los trabajadores.
Andalucía lidera el paro estatal: el 23,86% de los parados del conjunto del Estado son andaluces, más de una décima incluso que en enero (23,74%). Prácticamente, uno de cada cuatro desempleados españoles sigue siendo andaluz.
El 9,38% de los parados son menores de 25 años, porcentaje que desciende mínimamente con respecto al de enero (9,41%). La tasa de paro juvenil continúa siendo una de las mayores lacras de nuestro mercado laboral.
Las trabajadoras andaluzas han reducido su peso relativo en casi tres décimas (55,98%) con respecto al mes anterior (56,27%). La desigualdad laboral, tristemente, se ha convertido en el nuevo protagonista del día a día de nuestra tierra.
En febrero, el paro en los trabajadores extranjeros se ha incrementado considerablemente (1,78%). A su vez, durante los últimos doce meses, este desempleo ha caído un 8,99%, menos que en el conjunto del Estado (-10,13%).
El sector servicios continúa recogiendo a más del 60% de nuestros parados (64,16%). Durante este mes, el paro se ha incrementado en la agricultura y en colectivo de trabajadores sin empleo anterior. Por el contrario, se ha reducido en la industria, la construcción y los servicios.
En febrero se realizaron 93.569 contratos menos que en el mes anterior, lo que supone un desorbitado descenso del 20,48%. A su vez, la contratación temporal sigue acumulando prácticamente la totalidad de los contratos registrados: el 95,89% de los contratos de febrero fueron temporales.
39 de cada 100 desempleados andaluces han agotado sus prestaciones por desempleo. El número de hogares andaluces sin ingresos no deja de incrementarse al tiempo que la tasa de pobreza y exclusión social alcanza valores insoportables.
Por último, el segundo mes del año ha servido para que se reduzca, en un 0,06%, la afiliación a la Seguridad Social. Con este descenso, la tasa interanual se sitúa en el 3,43% y se sitúa por encima de la registrada a nivel estatal (3,38%).
Por todo ello, desde UGT Andalucía, valoramos muy negativamente el incremento del mismo de este inicio de 2017. La precariedad, la temporalidad, los sueldos indignos y la desigualdad se ponen de manifiesto con la publicación de cada nuevo dato laboral.
Hay que apostar por el empleo estable y de calidad. Los datos de temporalidad son inasumibles para cualquier tipo de economía moderna. Los salarios tienen que subir para ayudar a recuperar al conjunto de la economía. Un reparto justo de la riqueza generada es esencial para consolidar los llamados «brotes verdes».
Hay que erradicar la siniestralidad laboral. No se puede permitir que los trabajadores andaluces pierdan la vida en el desempeño de sus obligaciones laborales.
Además, la igualdad de oportunidades tiene que volver a imperar en el mercado laboral andaluz. Colectivos como las mujeres, los jóvenes o los trabajadores inmigrantes requieren de medidas discriminatorias positivas que ayuden a recuperar lo perdido durante la actual crisis.
En definitiva, hay que derogar ya la Reforma Laboral que empobrece a los trabajadores y dispara las tasas de pobreza y exclusión social.
CCOO
El mercado laboral andaluz, marcado por la precariedad, la estacionalidad y la temporalidad, ha llevado a CCOO a plantearse que la dirección hacia la que se dirige es desastrosa si no se pone remedio de manera inmediata.
Ese remedio no puede ser seguir basando el crecimiento económico y la recuperación en el sacrificio de los trabajadores y las trabajadoras, sometidos a continuos abusos en muchos casos ante un empresariado rancio que hace un uso cada vez más fraudulento de la contratación temporal como lo demuestran los miles de empleos que están en la economía sumergida, apunta el sindicato.
En su opinión, es necesario incrementar la productividad pero no a base del sacrificio de las personas trabajadoras sino creando empleo estable y seguro porque esas cualidades son clave para generar valor añadido y aumentar los beneficios.
En estos momentos la calidad del empleo que se crea es cuestionable gracias, sobre todo, a la reforma laboral, pero también a la poca responsabilidad de un empresariado corto de miras y a un gobierno andaluz que está haciendo una nefasta política de los planes de empleo y se muestra pasivo ante la economía sumergida. Desde CCOO, -se insiste- seguimos reclamando una inspección de trabajo con más recursos humanos y materiales para que las empresas sean denunciadas y sancionadas si no cumplen con la legalidad.
Por último, la central ha recordado la necesidad de proteger a todas esas personas que ya no cobran nada con la puesta en marcha de la ILP de renta mínima, y la necesidad de que se derogue la reforma laboral del PP que solo ha traído ruina al mercado laboral, desregulando las relaciones laborales y precarizando el empleo a favor de unos pocos.