El consejero de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández, subrayó que el turismo generó en Andalucía 19.200 millones de euros en ingresos en 2016 -un 7,7% más en términos reales- y defendió el peso de esta actividad en la economía regional por su aportación del 13,1% al Producto Interior Bruto (PIB) y su capacidad de generar empleo y riqueza, así como por su efecto de arrastre sobre otras actividades productivas.
Durante su intervención el ‘Forum Europa. Tribuna Andalucía’ en Sevilla, Fernández detalló las principales cifras del impacto del turismo en la comunidad y señaló que en materia de empleo, por ejemplo, ha sido la primera actividad andaluza que ha conseguido recuperar los niveles de ocupación previos a la crisis y suma en la actualidad a más de 372.000 trabajadores, la mayor cifra de empleo por rama de actividad.
Además, el consejero resaltó que la industria turística aporta beneficios a la renta, ya que supone incrementos de producción y de Valor Añadido Bruto; incrementa el número de empresas tanto en las áreas emisoras como en las receptoras; es una entrada importante de divisas; atrae inversiones internacionales; incide en el desarrollo de las infraestructuras y causa efectos positivos en otras ramas de actividad.
En este sentido, explicó que la demanda de bienes y servicios turísticos también dinamiza el sistema productivo en su conjunto, de modo que, sumando los consumos directos, con los intermedios, se calcula que el turismo en Andalucía tiene un efecto multiplicador de 1,47. Es decir, por cada euro que consume un turista en nuestra región, la economía andaluza produce por valor de un euro y 47 céntimos, apuntó.
A nivel global, destacó que el movimiento registrado el pasado año alcanzó los 1.230 millones de turistas, contando solo las llegadas internacionales, y la generación de ingresos se situó en 1,17 billones de euros, lo que supone que el volumen de negocio que aporta esta actividad actualmente en el mundo iguala, e incluso supera, las exportaciones de petróleo, productos agroalimentarios o de automóviles.
En este contexto, Francisco Javier Fernández indicó que la aportación del turismo a la economía andaluza resulta fundamental para que la región siga avanzando y negó que ese peso sea excesivo, como, según dijo, se ha intentado etiquetar en algunos debates. El turismo no es un monocultivo en Andalucía, ni tampoco debe ser motivo de preocupación que siga avanzando, afirmó.
De hecho, consideró que teniendo controlada la capacidad de carga de los destinos, reduciendo la estacionalidad, y trasladando los beneficios a su mercado laboral, nuestra industria turística puede seguir creciendo con solvencia, estabilidad y fortaleza, para lo que recordó que ya se han desarrollado herramientas para el horizonte 2020 como el Plan General de Turismo Sostenible o el Plan de Marketing Turístico.
Potencial de crecimiento
Fernández insistió en el potencial de Andalucía para seguir creciendo como destino, pero alertó de la necesidad de apostar por la competitividad, porque esto no va de ser los más grandes sino de intentar ser los mejores. Por ello, aseguró que su departamento trabaja para orientar al sector, despejar la incertidumbre y afrontar los desafíos con las mayores garantías posibles.
Así, como primer reto de futuro citó el producto, un aspecto en el que el consejero comentó que hemos avanzado en los últimos años para que nuestra dependencia del ‘sol y playa’ cada vez sea menor. Según precisó, no lo hemos hecho reduciendo el turismo litoral en la época estival, sino creando nuevos productos que aumentan las llegadas fuera de la temporada en la propia zona costera y en otros territorios.
En este sentido, el consejero afirmó que nuestra política turística no consiste en cambiar un segmento por otro, y menos aún reemplazar los destinos, sino sumarlos y aportarles valor, algo que nos diferencia notablemente de otros competidores, y apostó por seguir profundizando en esta imagen de Andalucía como destino único porque la oferta conjunta de las ocho provincias es imposible de superar.
Fernández mencionó como segundo reto la necesidad de afrontar los cambios en la distribución, ya que el turismo se ha convertido en un campo de nuevas formas de comercialización, con la consiguiente pérdida de capacidad como destino de asumir el control. Por ello, incidió en que es importante que el tejido empresarial suba su apuesta por los canales de venta directa, y que mejore su capacidad de decisión.
Precios
En tercer lugar, consideró que hay que realizar una reflexión sobre los precios y recordó que durante el pasado verano se advirtió un moderado descenso del turismo nacional en las costas españolas debido a que estos viajeros, que reservan con menor antelación, se encontraron gran parte de los alojamientos ya ocupados por el cliente internacional y los disponibles, a unos precios superiores a lo habitual.
El consejero aconsejó al sector que no descontrole los precios porque, si el coste de la subida supone perder al turista nacional, se debe pensar mucho antes de tomar esa decisión. A su juicio, hay que mantener la cordura a la hora de establecer los precios, tanto de la oferta como de la intermediación, y no ver solo la realidad de hoy, sino pensar también qué va a ocurrir mañana.
Finalmente, otra de las metas que marcó Francisco Javier Fernández fue afianzar el empleo sectorial y dotarlo de mayor calidad. En este sentido, animó a los empresarios de la comunidad a que sigan apostando por su mejor y más valioso activo que son los trabajadores y estimó que es un buen momento para reforzar plantillas, y para mejorar las condiciones de los puestos de trabajo.