Los seres humanos, somos muy dados al efecto Lampedusa, cambiémoslo todo para que todo continué igual, que nada de lo nuevo nos intranquilice ni agobie. Que todo esté controlado y a nuestro servicio, sin juicio crítico y mucho menos autocrítico. Hay quienes se crean y se creen una fantasía, que convierten en un relato y pretenden hacernos ver que es la única realidad.
Y en base a esa premisa, hay políticos que nos cuentan historias que son verdaderos cuentos, entre los de dentro y los de fuera, los de arriba y los de abajo, los de la derecha y la izquierda lo oculto y lo evidente, lo intransigente y lo flexible.
Parece que una cosa es clara y dominante en nuestra sociedad, que hay sujetos que se empeñan en transformarlo todo, cuando no tienen ninguna razón para ser y sentirse. Eso sí están todo el día pendiente de las encuestas y modifican su discurso y su actitud, en función de si los barómetros electorales le son o no favorables.
Le demos las vueltas que le demos, no hay mejor solución a nuestros problemas que la política, o lo que es lo mismo la participación de todos directa o indirectamente en la toma de decisiones. Cualquier intento de ignorar la política es un camino peligroso de involución democrática.
Pero los tiempos cambian y con ellos nosotros y por tanto algo que es de todos como la política ha de transformarse sin dejar de tener como actores principales a nosotros como ciudadanos y ciudadanas. Si no somos capaces de entender esto, nos situaremos en una rueda que gira sin parar, pero que no nos conduce sino a un bucle permanente sobre nosotros mismos.
Me van ustedes a permitir algunas reflexiones que no van a favor ni en contra de ninguna opción partidista, pero que apunta a la necesidad que tenemos que modificar nuestra forma de actuación ante los problemas que nos plantea la sociedad actual.
Estamos viviendo una etapa dura, complicada y difícil, de desprestigio y desconfianza hacia la política y los políticos, en la que nadie tiene ninguna seguridad sobre ningún derecho. Hay una gran confusión de poderes, en las que vivimos situaciones que el ejecutivo parece confundirse con el legislativo y el judicial.
La actitud de la mayoría de nuestros representantes públicos está más centrada en el cortoplacismo e intereses partidarios, que en los temas de Estado y las demandas ciudadanas. Una vez más he de afirmar mi defensa de la POLÍTICA con mayúsculas y mi desprecio hacía la intriga y la politiquería.
Camino de los siete años, el 15 de Mayo de 2011 y convocado por diversos colectivos, surgió un movimiento social que había tomado la calle de nuevo y que reclamaba la democracia real, y no ser marionetas de ningún poder político o económico, pero aquello ha quedado en casi nada.
Un partido político aprovechó aquel impulso para situarse en el escenario, PODEMOS. Hoy tras un recorrido corto pero intenso, nuestro país no está mejor, y esta organización política ha reproducido todo lo peor de lo que ellos censuraban.
Pero si tuviéramos que resumir en una especie de decálogo la necesidad que entre todos cambiemos lo más valioso que tenemos para cambiar nuestra sociedad, la política, permítanme que les diga, que no valen medias tintas sino que hemos de afrontar la situación de cara y con valentía:
1.-La recuperación económica ha llegado a las grandes multinacionales y a los que más tienen, pero no a la gente de la calle, sino que quien tiene la suerte de encontrar trabajo, lo hace echando más horas que antes para ser más pobre que nunca. Hemos de derogar la Reforma Laboral en su totalidad. Se acabaron los austericidios, sino subimos los sueldos en función al nivel de vida, iremos hacia atrás como los cangrejos.
2.-La regeneración democrática tiene que comenzar porque quienes gobiernan este país, y cuyo partido, el PP; está siendo juzgado por presuntos casos de corrupción, entre ellos la Gürtel, que ya no tenemos letras en el alfabeto para denominar los mismos, hagan un gesto de nobleza, decencia y valentía y se vayan a su casa, como harían en cualquier otro país de la Europa desarrollada.
3.-La sociedad está hasta las narices, de ver como día a día, dilapidan ustedes el tiempo que tienen para legislar o ejecutar y resolver nuestros problemas, y se dedican a un diálogo de besugos, de enfrentamientos estériles y peleas inútiles El último año ha sido el de menor producción legislativa. ¡Ya está bien!
4.-Estamos padeciendo la mayor crisis de política territorial que ha habido en las cuatro décadas de democracia. El problema catalán, no es solo un conflicto en clave regional sino que nos está debilitando al conjunto de España y afectando a la Unión Europea.
5. No podemos estar permanentemente sustituyendo el poder político, ya sea legislativo o ejecutivo, por el poder judicial. Ni ese es el camino ni la solución a ninguno de nuestros problemas. La ley está para cumplirla y debe ser el primer mandato de cualquier demócrata.
6.- Debemos fortalecer la democracia, para lo cual hemos de combatir la desigualdad, y eso significa que cuanto más desiguales seamos y menos derechos nos asistan, menos lugar le dejaremos a la política y más a los especuladores, y por supuesto iremos retrocediendo hacia menos democracia.
7.-Es necesario que nos planteemos en serio diversas reformas entre ellas las de la Constitución y la de Ley Electoral. No podemos jugar al solitario y hacernos trampas continuamente.
8.-Todo ser humano por el hecho de serlo, tiene derecho a percibir una Renta Básica, que le sirva como instrumento de inserción… No podemos dejar a millones de personas que no tienen ningún ingreso y que sufren el paro de larga duración en el camino de la exclusión, ni permanecer impasibles ante la pobreza.
9.-Hemos de defender con fuerza y con firmeza la renovación del Pacto de Toledo. No puede ser que nuestro Sistema Público de Pensiones esté en peligro y el gobierno del PP, esté fomentando que ahorremos, lo que no nos parece mal, si pudiéramos, para que suscribamos planes privados de pensiones.
10.-Vivimos en una sociedad , en la que cada día asistimos al entierro de una víctima de la Violencia de Género, en el que no se termina de respetar la Ley de la Memoria histórica, en el que continúa vigente la ley mordaza , y no se cumplen los principios para combatir el cambio climático.
El lamentable estado en el que se encuentra la política española, exige un esfuerzo por parte de todos para que cambiemos la política, y sustituyamos a los mediocres por gente valida y comprometida, y las ideas sustituyan a los intereses.
No vale lamentarse sino tomar medidas, y predicar con el ejemplo, de tal manera que acompañemos coherentemente las palabras de los hechos y seamos capaces de hacer el servicio a la Comunidad, un ejemplo ético de cómo debemos gestionar los recursos de todos.
Si queremos que la política cambie, no podemos ni esconder la cabeza debajo del ala como el avestruz, ni mirar para otro lado, hemos de tener el coraje y la valentía de afrontar los problemas para saber cuáles son las mejores soluciones.
Creo honestamente que este país , tras cerca de siete años de Gobierno del PP, que se ha demostrado políticamente nocivo , necesita una opción progresista y de izquierdas, que lidere el PSOE , en el que volvamos a recuperar los derechos perdidos y seamos capaces de avanzar en una gobernanza que refuerce la ciudadanía.
Juan Antonio Palacios Escobar