Las consecuencias de la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) serán muy negativas para Gibraltar y para el Campo de Gibraltar. Eso sí, el Peñón tiene la suficiente fortaleza económica para recuperarse a largo plazo, y también se podrían buscar nuevas fórmulas para fomentar la cooperación transfronteriza. Así se ha puesto de manifiesto este jueves en la jornada informativa ¿Qué es el Brexit? ¿Cómo afectaría al Campo de Gibraltar?, que se ha celebrado en el Palacio de los Gobernadores.
Esta jornada ha sido organizada por la Diputación Provincial de Cádiz y por el Ayuntamiento de San Roque, y en ella se han expuesto distintas perspectivas sobre las consecuencias de una salida del Reino Unido de la UE en el caso de que así lo decidan en referéndum los ciudadanos británicos el próximo 23 de junio, lo que conllevaría también la salida de Gibraltar.
Esta decisión no sólo afectaría a la economía gibraltareña, sino que también repercutiría sobre los más de 8.000 trabajadores españoles que cruzan diariamente la frontera. Además, haría imposible la agrupación europea de cooperación transfronteriza en la que se trabaja a ambos lados de la Verja.
La bienvenida corrió a cargo del alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, y del subdelegado de la Junta de Andalucía en la comarca, Ángel Gavino. En su discurso, Ángel Gavino recordó que la Junta siempre ha trabajado por el entendimiento a ambos lados de la Verja, y que por ello anticipó hace apenas dos décadas los anticipos necesarios para paliar los problemas de la revalorización de las pensiones de los extrabajadores españoles en el Peñón.
Además, en 2007 la Junta se incorporó a la Comisión Mixta de Cooperación y Colaboración entre Gibraltar y la Mancomunidad de Municipios, además de que recientemente la presidenta andaluza, Susana Díaz, acordó con el Gobierno de España la participación de Andalucía en aquellos foros sobre Gibraltar que afecten a materias de competencia autonómica, como los relativos a pesca, medio ambiente, educación o sanidad.
Destacó Gavino que el hecho de que diversos especialistas en la materia y representantes de las sociedades civiles de uno y otro lado de la frontera se sienten hoy aquí para expresarse públicamente y defender su argumentos refleja ya, de entrada, la sensibilidad y la fraternidad como valores que han guiado la organización de esta jornada.
Por su parte, el alcalde, quien también es vicepresidente de la Diputación de Cádiz, excusó la no presencia de la presidenta de dicha institución, Irene García. En su discurso, Ruiz Boix planteó que si bien el Brexit puede ser perjudicial, el acuerdo que se ha llegado entre los gobiernos comunitarios y el Reino Unido en caso de que no se produzca la salida británica de la Unión, también tiene sus peligros. Indicó que algunas de las propuestas planteadas para el nuevo encaje del Reino Unido -gobernanza económica, competitividad y soberanía- afectan a toda la estructura del edificio europeo, en especial la modificación del Reglamento de libre circulación de los trabajadores dentro de la Unión y las restricciones de los beneficios sociales que existen en el Reino Unido.
En este foro -señaló el primer edil sanroqueño- donde hay representantes de los sindicatos, quiero subrayar que el objetivo compartido de que el Reino Unido se mantenga en la Unión Europea se debe conseguir haciendo compatible este objetivo con la protección de los trabajadores españoles en el Reino Unido.
Quiero concluir este reflexión sobre qué es el Brexit -continuó- apuntando el riesgo que corremos en la Unión Europea de que, a partir del régimen excepcional acordado con el Reino Unido, se puedan crear excepciones para todo el que quiera utilizarlas, de manera que el euroescepticismo pueda atravesar el Canal de la Mancha e ir creciendo en otros países en un momento de extraordinaria debilidad del proyecto europeo, plagado de graves problemas no resueltos: crisis de los refugiados, el terrorismo yihadista y una crisis económica que extiende sus efectos al terreno social y a la esfera política.
En cualquier caso, el alcalde admitió que las consecuencias del Brexit serían todavía peores, especialmente para Gibraltar y el Campo de Gibraltar. De todos es sabido -apuntó- que más de 8.000 vecinos y vecinas de este otro lado de la Verja acuden a diario a trabajar al Peñón. De ahí la importancia que tenga el resultado que salga de las urnas el día 23 de junio en un referéndum en el que tienen voz y voto los ciudadanos británicos, pero cuyo resultado puede afectar de una manera negativa a estos miles de trabajadores de la comarca que tienen en Gibraltar su puesto de trabajo.
Ruiz Boix recordó que en sus responsabilidades de alcalde y de vicepresidente de la Diputación de Cádiz, ha abogado por un diálogo con Gibraltar en el que los temas de soberanía queden aparcados para centrarse en temas de empleo, encuentros empresariales, educación, turismo o cooperación cultural. El alcalde se congratuló del reciente cambio de actitud que sobre cooperación transfronteriza se ha reflejado por distintas autoridades y administraciones españolas, e hizo votos porque este nuevo clima se mantenga tras las elecciones generales del 26 de junio.
En esta línea -continuó el regidor sanroqueño-, es fundamental el papel que están desarrollando las organizaciones sindicales, empresariales y sociales de Gibraltar y de la Comarca del Campo de Gibraltar que conforman la Plataforma Civil Transfronteriza de Cooperación -algunos de cuyos miembros participan hoy en esta Jornada- que está trabajando desde diversos frente para convertirse en una Agrupación Europea de Cooperación Territorial y poder dar respuesta y mejorar las condiciones sociales y económicas de la ciudadanía de ambos lados de la Verja.
A continuación se produjo la conferencia del profesor de Relaciones Internacionales Jesús Verdú titulada El Brexit, la Unión Europea y las estrategias de España sobre Gibraltar. El experto comenzó recordando que el Reino Unido se decidió a ingresar en la Comunidad Económica Europea a principios de los años 70 tras constatar el éxito del proyecto y tras haber recelado del mismo durante dos décadas. En ese momento (1972), España no contaba en la escena europea al seguir siendo una dictadura, de manera que no pudo decir nada cuando los británicos incorporaron a Gibraltar a los acuerdos.
Seguidamente, Verdú planteó los distintos escenarios que se pueden producir si los ciudadanos británicos deciden salirse de la UE. En primer lugar, se abriría un periodo de negociaciones de dos años para cerrar nuevos acuerdos entre ambas partes, aunque es prácticamente imposible hacerlo en dos años, porque hay muchas cosas en juego. Una vez agotado este plazo, España tendría la posibilidad de bloquear los acuerdos, especialmente los referidos a Gibraltar.
Cabe confiar -aventuró el experto en Relaciones Internacionales- en que Gibraltar, que tiene un sistema económico fluido y potente y una economía moderna y diversificada, se puede adaptar a un escenario post Brexit, en el que no habría que descartar un estatuto financiero de paraíso fiscal. Por otro lado, puede ser el momento para que España pueda construir una relación madura con Gibraltar, en la que se fomente la cooperación transfronteriza.
En el turno de preguntas, Verdú recordó el papel dulcificador que ha tenido la Unión Europea en los enfrentamientos entre los gobiernos español y británico sobre Gibraltar. Y apuntó también que, aunque habría que olvidar el proyecto de una agrupación europea de cooperación territorial, como país tercero, se podrían recuperar otras fórmulas de cooperación como el Interreg, al que ha renunciado Marruecos por cuestiones relativas a Ceuta, Melilla y el Sahara Occidental.
A continuación tomó la palabra la abogada Gemma Vasquez, presidenta de la Gibraltar Federation of Small Bussines y de la campaña Gibraltar Stronger in Europe. La letrada comenzó indicando que, ante la poca distancia en los sondeos entre los favorables del no y del sí, los 24.000 votos de Gibraltar son muy importantes, ya que en el Peñón existe un sentimiento mayoritario a favor del sí.
Recordó que el Grupo Transfronterizo se formó en 2013 como la unión de asociaciones sindicales, empresariales y sociales de Gibraltar y la comarca, siendo la primera vez que nos unimos para mejorar la situación los que tenemos que aguantar las colas en la frontera. El Grupo Transfronterizo -continuó Vasquez- es un ejemplo en Europa de como dos comunidades se pueden unir, el símbolo de que los Acuerdos de Córdoba siguen vivos.
Recalcó que Gibraltar se ha adaptado a la normativa comunitaria y cumple totalmente con las obligaciones financieras que se le exigen. Y recordó que si bien hace treinta años el 60% de la economía gibraltareña se basaba en la Defensa, en la actualidad es una economía madura. Gibraltar no recibe ni un céntimo de Gran Bretaña y se ha convertido en un centro financiero, turístico y comercial.
Finalmente, tuvo lugar la mesa redonda Brexit y Campo de Gibraltar, que moderó Inmaculada Ortega, secretaria comarcal de CCOO, y en la que participaron Ángel Serrano, presidente del Grupo Transfronterizo y líder de UGT en la comarca; Lorenzo Pérez-Periañez, presidente de la Pequeña y Mediana Empresa de La Línea; y John Isola, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Gibraltar. Todos ellos fueron presentados por la teniente de alcalde Dolores Marchena, quien también les obsequió con unos libros sobre San Roque.
John Isola comentó facilitó datos sobre la contribución de Gibraltar a la economía de la comarca. Entre ellos, recordó que se gastaron en 2013 unos 381millones de libras en mercancías provenientes de España, más de 102 millones de libras ganadas por los trabajadores españoles en el Peñón en 2013, y más de 40 millones gastados en viviendas de los gibraltareños en el Campo de Gibraltar. Es tan importante que, habiendo o no Brexit, -subrayó Isola- hay que proteger la relación entre ambas economías. Queremos promocionar la interrelación y buena vecindad porque creo que hay muchísimas oportunidades y no sólo las de índole económica, ya que estamos hablando del ámbito cultural y social, entre otros.
Ángel Serrano señaló que incertidumbre es la palabra que más define esta situación, que definió como el peor panorama para el desarrollo de la economía en su conjunto. Indicó que la inmigración es el debate central ahora para el Reino Unido, con problemas añadidos en el marco de los servicios públicos.
Desde Reino Unido defienden la postura de que son más fuertes fuera de la UE. Nosotros -prosiguió- estaríamos más afectados que nadie por su salida de Europa. Esta situación crea un status quo como el que vivió España antes del ingreso en la Unión Europea en 1985. Añadió que tampoco se pueden garantizar los derechos laborales en salud, en pensiones, los derechos económico…
Una de las más directas consecuencias sería la devaluación de la libra y la disminución de los salarios de los trabajadores españoles en Gibraltar, un impacto negativo que se notaría sobre todo en La Línea. Reconoció Serrano que esta situación une aún más al Grupo Transfronterizo para trabajar con más fuerza.
En su turno de palabra, Lorenzo Pérez Periáñez destacó especialmente el impacto que podría tener el Brexit en La Línea de la Concepción. Si los datos del Informe Fletcher se extrapolan a La Línea -comentó- las consecuencias serían desastrosas. Cualquier perjuicio en el tránsito de la frontera nos perjudica -añadió- y por eso pedimos una frontera fluida sin cortapisas políticas, y sobre todo una Zona Franca en la que los empresarios gibraltareños tengan sus mercancías en similares condiciones fiscales que en la Colonia, lo que generaría muchísimo empleo. Para mí va a tener dos consecuencias muy negativas, el sector económico gibraltareño se va a resentir y producirá una disminución en la facturación de las empresas de Gibraltar con pérdida de empleo en la comarca y concretamente en La Línea, recalcó.