Con el disparate y el despropósito, de la falta de calma, la serenidad y el sosiego, perdemos todos porque no podemos convivir en paz y libertad. En democracia no se pueden hacer las cosas al margen de la ley ni tampoco ignorando al adversario como si fuera el enemigo que hay que arrasar.
El pasado domingo día 1 , vivimos un jornada gris y que permanecerá en nuestras retinas, que como demócrata me llena de vergüenza y de tristeza., porque nada fue lo que dijo ser y asistimos a la representación de una gran farsa , en la que se consolidó la irresponsabilidad de los independentistas que no les ha importado provocar una fractura social.
Intentando ser precavidos, prudentes y sabios desde la distancia de cuando han pasado algunos días, quiero analizar esta situación, no siendo neutral ni equidistante, sino como un español razonable que no entiende como un conflicto político, se ha convertido en un enfrentamiento entre ciudadanos y ciudadanas.
Utilizar el frentismo como recurso político además de ser inútil es altamente perjudicial para España en todos los aspectos, social, económico y políticos y todos perdemos. Dividir la sociedad española y catalana entre buenos y malos, además de ser una terrible equivocación es alimentar el problema y no buscar la solución.
Aunque algunos descerebrados me llamen fascista como hicieron con mi buen amigo Joan Manuel Serrat, la fractura social existe , entre independentistas y el resto de los catalanes, entre los que quieren la liberación Cataluña del Estado opresor y los que defienden España, una, grande y libre , entre quienes se dicen patriotas, pero solo son unos fanáticos.
Los últimos acontecimientos nos demuestran que la fractura existe y costará repararla. Esta especie de pantomima estrafalaria orquestada desde el Gobernó de la Generalitat ha sido y continua siendo la historia de un gran engaño, una enorme mentira y una monumental estafa.
Ir del disparate a la cordura no es fácil pero resulta necesario e imprescindible. Aquí, por mucho que se empeñen los manipuladores del lugar, no hay ni vencedores ni vencidos, todos somos perdedores y se le ha hecho un gran daño a Cataluña y España…
Este espectáculo que podrá llamarse como se quiera, menos Referéndum, ha sido un proceso en el que el independentismo se ha dedicado a meter miedo a cualquier ciudadano para no ser señalado como enemigo de la Comunidad., bajo la amenaza de sufrir escraches o ser acusados de traidores.
Todo el relato y la actuación de los independentistas además de ir contra el Derecho Internacional , por ir contra la Comisión de Venecia , sin locales designados , sin tarjetas censales , sin censo oficial , ni papeletas , ni campaña electoral neutral, sin sindicatura electoral y con unas leyes y una convocatoria suspendidas por el Tribunal Constitucional.
Bueno, más bien malo, cuarenta y cinco minutos antes de abrir los colegios, se cambiaron las reglas del juego y se estableció que lo que valía era un Censo Universal, cualquier ciudadano podía ir a votar a cualquier colegio y además se podía depositar el voto en las urnas chinas traslucidas de 5 euros sin sobre y con la papeleta doméstica. . Ninguna república bananera lo hubiera superado
También asistimos entre la inquietud y el estupor, y comprobamos como los datos de todos los catalanes y catalanas viajaban por internet sin ningún control y atentando a toda la normativa europea de privacidad de sus identidades.
En este bochorno electoral, los independentistas intentaron hacerse dueños de las calles y presentar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado como las de ocupación, pero por mucha provocación y montaje, no lo logaron, aunque muestre mi total desacuerdo con las cargas policiales y la exigencia de responsabilidades políticas a quienes ordenaron esas cargas, al igual que muestro mi respaldo y apoyo total y rechazo con todas mis fuerzas por intolerable, el acoso, los insultos y los escraches sufridos por guardia civiles y policías nacionales
Dos realidades paralelas, una defensora de la ley y otra en un desafío y un pulso al Estado en una actitud de desobediencia. Ha habido una manipulación de las emociones, en una mezcla explosiva entre la sinrazón y la locura.
Asomado al abismo, como algecireño, campogibraltareño, andaluz, español, europeo y ciudadano del mundo, me pregunto ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Hay que recuperar el diálogo y el que no lo quiera como dice Javier Aroca, que vaya al psicólogo, pero hemos de volver al camino de la ruptura a la cordura, y no se puede legitimar un fraude por mucho que votemos.
Añadir datos del mal llamado Referéndum, ya es otra historia, ya que fue algo que empezó por una huida hacia adelante de Artur Más, continuó con la construcción de un relato de independencia y concluyó con la imagen y la foto del 1 de Octubre, en la que según el Govern los resultados incomprobables alcanzaron algo más de 2,2 millones votos, con lo que sobre un censo inexistente votó el 42 %.
Dar algún valor legal a estos resultados me parece una burla a la democracia, manipular y querer controlar las emociones y los sentimiento y es un ejercicio de perversión desde las fuerzas independentistas, Y si ahora por parte del Parlament se declara unilateralmente la Independencia de Cataluña es un sin sentido y la mayor expresión de la esquizofrenia política.
Entre la estética y la épica, mentiras y relatos fantasiosos y delirantes, huelgas generales, estamos ante una seria crisis institucional, entre el rupturismo del independentismo catalán y la del inmovilismo del gobierno del PP; la más grave de la democracia española en las últimas décadas junto al golpe de Estado del 23 de F de 1981.
Y el pasado martes día 3 de Octubre, el Rey Felipe VI, como Jefe del Estado se dirigió al conjunto del país para ante una situación de extrema gravedad afirmar que Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional
El Tribunal Constitucional ha suspendido el Pleno del Parlament catalán para el próximo lunes día 9, en el que previsiblemente se declararía la independencia unilateral de Cataluña, admitiendo la petición de amparo del PSC. A la vez poderes económicos y financieros comienzan la espantada para situar sus sedes en otros lugares. ¿ Hasta dónde va a continuar esta barbaridad?
Más que nunca los españoles necesitamos liderazgos políticos con altura de miras y sentido de Estado. Dialogo de todos con todos .La situación es complicada y difícil y hemos llegado a esta escenario político y social, mal, muy mal, pero nada es irreparable. Si nos lo proponemos con inteligencia y comenzamos por cambiar el lenguaje, lo conseguiremos.
Juan Antonio Palacios Escobar