En esta era de las nuevas tecnologías y la sociedad del conocimiento, cuando se cumple medio siglo del Mayo del 68 y una década del estallido de la gran crisis que ha convulsionado el mundo, y cambiado nuestro modelo laboral y productivo bajo la religión de la austeridad y la precariedad. Hay cosas que podemos manejar a distancia, y no podemos olvidar nunca que vivimos en un mundo globalizado.
Una sociedad en la que movamos lo que movamos en cualquier rincón del Planeta, nos repercute a todos, en el que podemos en el mismo instante transmitir a través de nuestros móviles lo que ocurre a nuestro alrededor y ver instantáneamente lo que les sucede a los demás.
Pero en esto de avanzar sin parar, y sorprender hasta el ridículo, no hay quien sea capaz de superar a algunos dirigentes independentistas catalanes. Y créanme como andaluz, me duele profundamente, estudié en Madrid y me forme profesionalmente en Cataluña, cuando ningún ciudadano o ciudadana de España, se sentía intruso ni extranjero en esa parte de nuestro país.
Era una tierra que recibía a todo el que llegaba con un espíritu abierto y de universalidad, sin reparos, en el que en una librería podías asistir a un coloquio con Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa, Dos Premios Nobel de Literatura o formarte en las técnicas más avanzadas en Europa.
A lo largo del tiempo, se fue hacia un proceso involutivo, ultranacionalista y cateto hasta las trancas, de tal manera que lo que era una mirada abierta hacia afuera, se convirtió en una postura cerrada y hacia adentro, en la que se pasó a través del adoctrinamiento a la declaración unilateral de independencia.
En las últimas fechas hemos leído, visto y oído de todo en el laberinto catalán, entro otras cosas decir a don Carles Puigdemont, candidato del PDeCAT y ahora a la Presidencia de la Generalitat, Entre ser Presidente y ser presidiario, prefiero ser Presidente, aunque sea desde Bruselas
Ante esta afirmación, uno no deja de sorprenderse y de situar a este personaje, entre la iluminación de un santón, líder de una secta o un individuo con una cara dura impresionante y un tramposo , entre el disparate y la osadía de reírse de todo un pueblo.
Para remate del tomate don Carles Puigdemont ha ordenado crear un sistema digital que le permita gobernar desde Bélgica, a la vez que JxCat retiró del orden del día de la reunión del pasado martes la solicitud del candidato a la Presidencia de la Generalitat, de votar por voto delegado en el pleno de investidura.
Lo de este señor es alucinante, que además aprovechando su inmunidad parlamentaria, se ha desplazado el pasado lunes 22 a Copenhague a dar una Conferencia y visitar el Parlamento danés, y ha salido del territorio belga, donde estaba huido, no exiliado. En dicho acto Marlene Wind, la directora del Centro de Política Europea de la Universidad afirmó, quitándole la careta al personaje, El circo de Puigdemont consiste en presentarse como víctima de Rajoy
Curiosamente el mismo día que el moderado Presidente del Parlament, Señor Torrent anunció que el señor Puigdemont sería candidato a la Presidencia de la Generalitat y propone la celebración del Pleno de investidura el 30 de Enero. En una función entre Els Comediants, Els Joglars o La Fura del Baus, ha pedido una entrevista a Rajoy, visitará a los diputados presos y viajará a Bruselas para ver al prófugo candidato, lo que resulta kafkiano y perverso. Además los letrados de la Cámara ya se han pronunciado que el señor Puigdemont no puede ser investido telemáticamente.
Aunque la Fiscalía española quería que se cursara la Euroorden, porque tal vez era lo que todos hubiésemos deseado con nuestras entrañas. Sin embargo, el magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena la ha rechazado en un auto en el que argumenta las razones ya conocidas el pasado 5 de Diciembre, en el que no ha entrado en tal grado de provocación, y ha mantenido la orden de busca y captura nacional, de tal manera que en cuanto pisara suelo español sería detenido de inmediato
Creo que una vez más ante tanto espectáculo el Juez ha actuado con mucha inteligencia y frialdad, porque entre lo grotesco, lo ridículo y lo extravagante el señor Puigdemont, confundiendo inmunidad con impunidad, no se ha salido con la suya de dejarnos en una situación ridícula. Y es que muchas veces, lo que le pide a uno el cuerpo, no es precisamente lo más conveniente de hacer.
De todas formas, don Carles tiene hasta el gorro, a muchos de sus partidarios, ya que cada día monta un numerito, y no deja a Cataluña, precisamente a buena altura, sino todo lo contrario. Estamos ante el esperpento convertido en rutina y la necesidad psicopatológica de llamar la atención.
Esta estrategia entre el distraer y el confundir, ha sido la empleada por los líderes independentistas, en un intento de burlar la Ley, tomarnos el pelo y hacer lo que les da la gana. Lo más difícil todavía sería, que por primera vez en la historia democrática universal, lograran investir telemáticamente a un Presidente.
Mientras el Ministro del Interior, José Ignacio Zoido, acumula errores; que en cualquier otro país europeo, le hubiera costado el cese fulminante en su última oportunidad para estar callado; declaró sobre un posible regreso de incógnito de Puigdemont:Vamos a procurar que no pueda entrar ni en el maletero del coche
En este caso, al señor Puigdemont, como máximo responsable de la Generalitat de Cataluña, se pasa por el arco del triunfo, todas las normas e informes jurídicos. Otra opción, es que pusieran en marcha un plan B, con un candidato o candidata presente en el Parlament.
El Gobierno de Don Mariano Rajoy ha recurrido la candidatura de Puigdemont ante el Tribunal Constitucional y el Consejo de Estado le da un varapalo al dictaminar que no pesa ninguna decisión judicial firme que impida a don Carles, presentarse o ser Presidente de la Generalitat, mientras en un tirarse a la piscina sin agua anuncia que recurrirá pese a este informe negativo. Con todo el respeto, es como continuar dándole aire fresco a los independentistas, fracaso tras fracaso.
Y puestos a fabular, la más increíble y disparatada, sería que en esta historia tortuosa, escrita entre golpes y trompicones, en un relato futurista, fueran capaces de teletransportar a don Carles de Bruselas a Barcelona, miembro a miembro, pieza a pieza, para que un acto entre lo humano y lo divino, fuera investido President.
Casi todos llegaríamos a una conclusión, nos quedaba mucho por vivir y a una reflexión final, nunca digas nunca jamás.
Juan Antonio Palacios Escobar