La realidad nacional se mueve, en algunos casos, entre la pillería, el ridículo, el circo y el esperpento y tenemos ejemplares para todos los gustos y cometidos, desde los maestros de la corrupción hasta quienes desde la más absoluta irresponsabilidad intentan colocar permanentemente a nuestro país al borde del abismo, desde la mayor frivolidad entre la confusión y la perplejidad.
Son un día una cosa y el otro toda la contraria, seguro que ya saben que me refiero a la cúpula política que navega entre el cinismo y la mentira, y que tienen tres objetivos claros ocupar el poder, eliminar al PSOE de la escena política y el tercero colocar en crisis a las instituciones, responden al nombre de PODEMOS y cada jornada nos ofrecen un espectáculo distinto. La política al servicio de lo mediático
Creo que soy una de las personas que más ha escrito y me he comprometido en contra de la política del Presidente Rajoy y de su partido el PP, pero antes que nada soy ciudadano, patriota y demócrata, y como tales no puedo estar colocando a mi país frente a la fantochada, la fanfarria y ninguna solución.
Cuando como dice el reciente Premio Cervantes de las Letras , Eduardo Mendoza creemos que todo va mal, como con razón creemos en nuestro país , la situación es peligrosa, pero lo peor es no creer en nada, porque no se reconoce nada ni se respeta nada.
Demasiadas veces asistimos al espectáculo de la burla, la chanza y la mala educación, presidido por la ignorancia, la falta de ideas y la osadía, creyéndose importantes pero siendo insignificantes. En cualquier nación de Europa, el señor Rajoy ya hace tiempo que habría dimitido y en el mejor de los casos estaría en su casa y en el peor dando cuenta de los presuntos casos de financiación irregular de su partido, el PP…
PODEMOS a lo largo y ancho de su actuación política ha demostrado muy mala fe, pretendiendo lo contrario de lo que dice a bombo y platillo, Si PODEMOS hubiese querido echar a Rajoy con todos los perejiles democráticos hubiese apoyado en su momento la investidura del socialista Pedro Sánchez, y aquí paz y allí gloria.
También en esta ocasión y a pesar de su preparación en la Sociología y en las Ciencias Políticas, la mayoría de la cúpula podemita son sociólogos y politólogos, parecen ignorar que es una moción de censura, que no es ni más ni menos según el Reglamento del Congreso de los Diputados el mecanismo con el que la Cámara puede exigir la responsabilidad política del Gobierno. Por tanto su objetivo es forzar la salida del Presidente y elegir un sustituto.
Tiene que estar propuesta al menos por la décima parte de los Diputados, cuestión que se cumple y tendrá que incluir un candidato alternativo que haya aceptado la candidatura, tal y como estipula el Reglamento, lo que no se da y tampoco salen los números para aprobarla que es la mayoría absoluta o sea 176 diputados., tras la negativa del propio PP; PSOE, CIUDADANOS y PNV
Pero todo en los violetas es una pura representación, una enorme farsa y una gran mentira porque esta moción que dicen que van a presentar contra el PP, y que aún no han hecho es en realidad una estrategia para desgastar y acabar con el PSOE.
Es un intento bastardo de sacar a PODEMOS de la irrelevancia a través del vocerío mediático, entre el circo y el esperpento, regalándonos todos los días un numerito distinto, pero que en el fondo es letra distinta y la misma música, acabar con el PSOE.
Recordaran ustedes toda la parafernalia tras las elecciones de Diciembre de 2015, cuando tras la consulta con el Jefe del Estado, Felipe VI, en rueda de prensa y con su cúpula, en la que en aquel entonces estaba el que era hombre fuerte Iñigo Errejon, hoy en desgracia, Pablo Iglesias anunció el gobierno y el reparto de carteras sin consultar con su posible aliado el PSOE.
El apóstol Iglesias y sus acólitos padecen un síndrome de ansiedad aguda por ser la única oposición, en un paso intermedio para lograr su objetivo final , el poder absoluto que es ser el único partido con un control total y totalitario sobre todo lo que se mueve y lo que no también.
La dirección de PODEMOS tiene ahora una difícil papeleta, terminar poniendo la moción y que nos explique cuál es su candidato y cuál sería su programa y la otra no presentarla. En ambos casos, la ciudadanía que de tonta no tiene un pelo, constatará que les han querido tomar el pelo y que detrás de esta jugada, ni se pretende acabar con la corrupción ni echar a Rajoy sino un reality show, que se toma en broma nuestro sistema democrático y nos considera que somos gilipollas.
No confían en ustedes, ni aquellos que dicen que si ustedes pasan por el aro de convocar el referéndum de la independencia de Cataluña, les apoyarían y es que ustedes son especialistas en no cumplir la palabra dada. Y en dar bandazos de uno a otro extremo.
Esta frivolidad de los violetas además de carecer de estrategias y apoyos, es una bufonada, una ocurrencia sin sentido, una jugada peligrosa y lo afirma alguien que opina que el actual presidente del gobierno de España, en cualquier otro país europeo ya se habría marchado a su casa.
Don Pablo Manuel Iglesias ha afirmado que sostener al PP es traicionar a España , pues aplíquese su ungüento porque es lo que él hace continuamente con sus salidas de tono, sus maniobras de colocar a todo el mundo al borde del abismo y su obsesión de querer acabar con el PSOE, cueste lo que cueste.
Señor Iglesias y señora Montero, cabezas visibles de este magno despropósito tienen ustedes a propios y extraños entre la confusión y la perplejidad. Han cambiado cientos de veces de dirección y las que me imagino que les quedan.
Confunden dialogo con imposición, compromiso con disposición y les gustaría que la sociedad fuera un ejemplo mayúsculo de pensamiento único. Entre improvisaciones y patinazos no aciertan ni de casualidad y la última metedura de pata en cuanto obligar a Errejon a retirarse como tertuliano del programa de la Cadena SER, Hora 25 y pretender en el colmo de los colmos imponer la presencia de doña Irene Montero, es un ejemplo de no terminar de entender cómo funcionan las cosas en una sociedad democrática. Esto no es ni Irán ni Venezuela.
No podemos permitirnos el riesgo y la peligrosa aventura de colocar el gobierno de España en sus manos. Son ustedes unos populistas y unos demagogos y no me cabe la menor duda que terminarían ustedes no solo con todo lo que se mueve sino con todas las esperanzas de quienes les votaron.
Juan Antonio Palacios Escobar