.- Las compraventas inmobiliarias en Marbella y su área de influencia, el conocido como Triángulo de Oro que conforma junto a Estepona y Benahavís, se han estabilizado después de ocho años de crecimiento sostenido. Sin embargo, una serie de factores como la sobreoferta enfocada a un mismo perfil de comprador, la incertidumbre generada por el Brexit o la ralentización de la economía global llevan a los expertos a augurar para los próximos meses una moderación en el ritmo de ventas y desaceleración de los precios. El informe sobre el mercado inmobiliario en la Costa del Sol elaborado por Diana Morales Properties|Knight Frank, una de las agencias más prestigiosas de la zona, apunta a la necesidad de tener en cuenta estas señales y anima a todos los actores del sector “a seguir trabajando de forma ardua para nivelar los distintos factores”.
Pese al auge de Estepona o Benahavís, Marbella sigue a la cabeza de las operaciones de compraventa, y es una de las ciudades de referencia nacional debido a la estrecha relación de su economía con la situación en la Unión Europea. Así, a la llegada de inversiones que buscan la estabilidad política que no encuentran en Cataluña, se suman incentivos como la reciente bonificación del impuesto de sucesiones y donaciones adoptada por el gobierno andaluz.
En el contexto internacional, la incertidumbre por el Brexit sigue alejando a compradores del Reino Unido. Aunque siguen siendo la nacionalidad mayoritaria tanto en España como en Marbella, ya representan el 15% de las ventas frente al 21% de hace unos años. Ese descenso se ha compensado con un aumento del mercado doméstico y, especialmente, el auge de compradores procedentes de Noruega, Bélgica, Suecia, Holanda, Francia o incluso países árabes. Todos ellas regiones con un crecimiento económico sólido, que encuentran en la Costa del Sol un destino asequible. De hecho, la Semana Santa es uno de los periodos usados por posibles compradores para visitar y conocer de primera mano sus futuras adquisiciones.
Sin embargo, el ajuste de las previsiones de crecimiento de estas economías para el bienio 2019-2020 por debajo del 2%, así como la menor actividad de los fondos de inversión europeos y norteamericanos, hace pensar a los expertos en un enfriamiento de inversiones de las grandes fortunas en un futuro cercano. El estudio pone además el acento en la presión que sufren los promotores para compensar los beneficios tras el aumento de los costes de construcción y del suelo, lo que se traduce en un aumento de precio de las propiedades.
Por este motivo, el informe del Mercado Inmobiliario de Diana Morales Properties | Knight Frank considera que estas señales deberían conllevar una “disminución de los precios del suelo y de los costes de construcción, con la consiguiente moderación de los precios de la vivienda debido a la pérdida de dinamismo del mercado y la resolución del impasse producido por el Brexit”. Según sus estimaciones, sería el segmento de lujo alto el que mejor resistiría y mantendría sus objetivos de venta.
Benahavís, Estepona, Ojén y Mijas, incluso Casares o Manilva, han absorbido gran parte del desarrollo inmobiliario en los últimos cinco años ante la falta de una herramienta de planeamiento en Marbella, donde los precios han subido hasta un 7%. Sin embargo, se detecta ya un “enfriamiento paulatino del interés” en estos municipios debido al incremento de precios.
El estudio de Diana Morales Properties | Knight Frank detecta además dos fenómenos llamativos. Por un lado, la escasez de nuevos proyectos en Marbella, derivados precisamente de la falta de suelo disponible y de planeamiento urbanístico. De esta forma, y ante la falta de oferta, la Milla de Oro mantiene su estatus como sitio más exclusivo de la ciudad, con precios de hasta 20.000 euros por metro cuadrado en la primera línea del mar. Urbanizaciones históricas como Sierra Blanca o Guadalmina mantienen aún su prestigio frente al auge de zonas como Estepona o la Cala de Mijas, donde hay más disponibilidad de suelo y más celeridad burocrática. Asimismo, se constata la escasa variedad de oferta, dado que buena parte de los proyectos inmobiliarios de los últimos años se asemejan en estilo, servicios y precios, y están enfocados a un mismo perfil de comprador. Un exceso de oferta que contribuye a la desaceleración, especialmente en el mercado de nivel medio y bajo.
El informe constata que la mayoría de los compradores en Marbella no necesita hipoteca. El segmento de edad entre los 35-44 años se mantiene como el más activo en la búsqueda de propiedades, confirmando el rejuvenecimiento de los compradores, seguido por quienes se encuentran entre los 45-54 años.
La demanda se centra en propiedades de estilo moderno de nueva construcción, y aumenta el interés por las promociones que ofrecen las comodidades y espacios abiertos de una villa en un apartamento. También se divisa un cambio estético desde el blanco minimalista de los últimos años hacia una fusión de estilo clásico-contemporáneo. Los futuros compradores aprecian además la construcción ‘eco-friendly’, respetuosa con el medio ambiente. Las propiedades de segunda mano para reformar mantienen vivo el interés de los compradores, especialmente en Marbella, la Milla de Oro y Nueva Andalucía. Una fórmula que permite aunar la mejor ubicación con las últimas tendencias en equipamiento, calidad y diseño.