Alrededor de las dos y veintisiete de la tarde del martes 12 de Noviembre, cuando Pedro Sánchez y Pablo Iglesias aparecían juntos en el Comedor privado de la cuarta planta del Congreso para firmar un preacuerdo de Gobierno de coalición, tras transcurrir menos de 48 horas de las Elecciones del domingo, y mantener reuniones que han estado presididas por la discreción, sin retransmisiones y con los móviles apagados.
Cuando se trata de los intereses de España, y de todos los españoles y españolas, nadie puede permitirse el lujo y la frivolidad de jugar a hacer política, ha de hacerla, pensando con generosidad y por encima de todo que había que desbloquear la situación de nuestro País.
El pasado domingo 10 de Noviembre el PSOE volvió a ganar las Elecciones, y visto los números, no había una alternativa suficiente a Pedro Sánchez como futuro Presidente. Nos encontrábamos con el Congreso y el Senado más fragmentados de la historia.
En la Cámara alta, 19 partidos se reparten 350 escaños y en la baja 10 grupos se distribuyen entre 208 senadores. Alrededor del 70% de los españoles inscritos en el censo fuimos a votar, lo que indica, tras cuatro años y cuatro elecciones, la firme voluntad democrática de los españoles y las españolas.
De todo este complejo y convulso proceso, espero que todos hayamos aprendido la lección, que la parálisis, los ataques de soberbia y torpeza y la desconfianza, no solo perjudican a los actores políticos, que son más que nunca sino que fragilizan al sistema democrático y a España.
No voy a entrar en analizar los resultados, ya que en estos días habrán escuchado, visto y leído cientos de opiniones y análisis. Prefiero mirar hacia adelante, soñar e ilusionarme con este Gobierno progresista, al que no le van a faltar enemigo desde dentro y desde fuera.
Pero permítanme que haga una fotografía de la situación en la que nos encontramos, con un PSOE que ha aguantado el temporal, un UNIDAS PODEMOS que ha descendido algo, un MÁS PAÍS que no ha cuajado, un CIUDADANOS cuyo descalabro se ha cobrado la cabeza de su líder Rivera, que vuelve a casa antes de Navidad.
También tenemos a un PP que ha subido, pero no en la medida que ellos esperaban, y que tiene una papeleta complicada para centrarse y consolidarse en su sitio y una ultraderecha representada en VOX, que se ha convertido en la tercera fuerza política del Congreso. Se ha comido a CIUDADANOS y se puede comer al PP.
Por eso los populares han de tener cuidado en no fortalecerlos y blanquearlos a través de pactos y poder institucional, sino entre hecatombes e incertidumbres, se puede perder en medio de espectáculos y personalismos. Así que su ascenso puede tildarse de agridulce.
Este País tiene grandes problemas que exigen soluciones, como el empleo, el conflicto territorial centrado en Cataluña , la desaceleración económica , el Brexit y sus consecuencias , y la recuperación de la confianza en la POLÍTICA y quienes la ejercen.
Por eso nos congratula los ejes prioritarios del Gobierno progresista de coalición entre PSOE y UNIDAS PODEMOS, que se centran en dar respuesta a resolver y dar respuestas a los principales retos que tiene planteados nuestro País.
Desde que seamos capaces de combatir la precariedad del mercado laboral y garantizar un trabajo digno, estable y de calidad hasta impulsar políticas sociales y nuevos derechos con arreglo a los acuerdos de responsabilidad fiscal de España con Europa, en el que se eliminen privilegios fiscales.
Nos provoca una gran satisfacción que en este preacuerdo estén incluidos aspectos tan importantes desde una óptica de izquierdas, como trabajar por la regeneración y luchar contra la corrupción hasta la protección y el blindaje de los servicios públicos.
Sin olvidar la lucha contra el cambio climático, el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, el derecho a una muerte digna, la eutanasia o la salvaguardia de la diversidad y la memoria y la dignidad.
Es importante que contemple de forma expresa el asegurar la cultura como derecho y combatir la precariedad en el sector , así como fomentar el deporte como garantía de salud, integración y calidad de vida , con un fuerte sello feminista que garantiza la seguridad, la independencia y la libertad de las mujeres.
Una referencia específica a revertir la despoblación y apoyar decididamente la España vaciada., y garantizar la convivencia en Cataluña y la normalización de la vida política, buscando fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la CONSTITUCIÓN.
Y lograr una justicia fiscal y un equilibrio presupuestario, evaluando y controlando el gasto público que son esenciales para que podamos sostener un Estado del Bienestar sólido y duradero e impulsen políticas sociales y nuevos derechos con arreglo a los acuerdos de responsabilidad fiscal de España con Europa.
Este preacuerdo entre el PSOE y UNIDAS PODEMOS suman 155 diputados, lejos aún de los 176 de la mayoría absoluta. Por eso. Pedro Sánchez ha anunciado que comenzará una ronda de reuniones y conversaciones para conseguir los apoyos necesarios.
En los próximos días los equipos negociadores irán concretando las diferentes responsabilidades de las dos organizaciones políticas, pero hemos de reconocer que esta vez, la casa se ha comenzado por los cimientos y no por la azotea.
España necesita hacia adentro y hacia afuera un gobierno progresista fuerte y estable. Y digo bien un GOBIERNO, porque si nos quedamos solo en la investidura, no hemos entendido nada de las necesidades de nuestro País.
NO son momentos para crear incertidumbres y preocupaciones, para aburrir al personal con exigencias inalcanzables, para fomentar la coalición y la cooperación y no el bloqueo, para demostrar que España es gobernable desde un Gobierno progresista. Estamos ante un test de responsabilidad de las distintas fuerzas políticas, que con su apoyo o su abstención, faciliten la gobernabilidad de España. Tanto izquierdas como derechas deberán retratarse y no es de recibo buscar razones, donde solo existen intereses, ni tampoco poner encima de la mesa argumentos que no existen.
Ellos tienen la palabra, y no valen buscar excusas, pretextos o justificaciones por parte de la derecha, donde solo hay un secuestro y una imposición por parte de VOX.
Juan Antonio Palacios Escobar