Fundación Unicaja y la Fundación Manuel Alcántara han hecho entrega hoy, 16 de diciembre, del II Premio Nacional de Periodismo Deportivo ‘Manuel Alcántara’, con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga y de la Asociación de Periodistas Deportivos de Málaga.
El periodista Ander Izagirre Olaizola ha sido el ganador de esta edición de un reconocimiento que pretende valorar la labor de los profesionales de la prensa y de estimular el periodismo deportivo de calidad. En el acto también se ha reconocido la trayectoria profesional de una de las grandes figuras del periodismo deportivo español, Pepe Domingo Castaño.
El acto se ha llevado a cabo este lunes al mediodía en el Salón de Actos Unicaja de la Plaza de la Marina y han estado presentes el responsable de Publicaciones y Premios de la Fundación Unicaja, Francisco Cañadas; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el presidente de la Fundación Manuel Alcántara, Antonio Pedraza; y el presidente de la Asociación de Periodistas Deportivos de Málaga, Antonio Rengel.
El periodista Ander Izagirre, gracias al reportaje titulado ‘Cuando las ciclistas cambiaron de marcha’, publicado en la revista digital ‘Píkara Magazine’, ha recibido el II Premio Nacional de Periodismo Deportivo ‘Manuel Alcántara’. En su artículo, el informador donostiarra denuncia el escaso tratamiento informativo que recibe el ciclismo femenino en los medios de comunicación con un repaso a la historia de mujeres destacadas en el ciclismo del siglo XX.
Izagirre ha recordado cómo le sorprendían las columnas de Manuel Alcántara en el Diario Vasco cuando él aún era “un chaval con ganas de escribir”. “Lo leía fascinado porque hacía cosas muy distintas con materias muy habituales”, ha indicado.
El jurado ha valorado lo revelador del reportaje, “al referirse a un hecho que hace historia y casi desconocido” y que “recoge una circunstancia muy actual, la igualdad y el feminismo”, con una buena narración y “rico en datos”.
Izaguirre narra grandes gestas de las mujeres pioneras del ciclismo y recuerda cómo hasta hace apenas unas décadas, la participación de la mujer en grandes citas como el Tour de Francia eran una mera anécdota. En el largo y minucioso recorrido que el autor realiza en su reportaje destaca, entre otras, la historia de Marthe Hesse, que escaló el Tourmalet en 1902 sin bajarse de la bicicleta en ningún momento, algo que el Tour premió en su edición de 1910.
También se hace referencia a la ciclista Alfonsina Strada, la única mujer que compitió con los hombres en una gran carrera como el Giro de Italia y en otras dos citas tan prestigiosas como el Giro de Lombardía. Strada lo disputó dos veces, contra los mejores ciclistas internacionales, y lo acabó en las dos ocasiones, cosa que no logró ni la mitad de los corredores participantes en la carrera transalpina.