Ya estamos casi igual que hace unos meses, pero es que se han cumplido ocho meses desde que comenzó el primer Estado de Alarma. La televisión (fundamentalmente la pública) no para de decirnos que la situación está tirando hacia la estabilización. Me imagino que esas son las directrices del famoso Ministerio de la Verdad para tratar de convencernos que una media de 300 muertos diarios y 20.000 contagios forman parte de lo que ellos llaman estabilización.
Yo estoy semiconfinado, ya casi con miedo a salir porque te vas enterando que gente que conoces y no son nada sospechosos de botellonas o fiestas, están contagiándose. Este enemigo invisible no conoce de botellonas o de seriedad en cumplir las normas.
Además, cada día corrigen las normas. Cada día aparecen en los diferentes informativos, expertos que dicen que la única forma de contener este virus es el confinamiento domiciliario. Si cambias el informativo te encuentras a otro experto que te dice todo lo contrario, que no es bueno confinarse en casa porque es bueno el aire y muchísimas de las casas son pequeñas y la ventilación no puede ser buena en ellas.
Te vas dando cuenta, cada vez más, que la mayoría de las decisiones no son realmente de expertos sino políticas y solo entro en temas de pandemia porque creo que es el tema más importante que tenemos al ser la mayor tragedia que nos ha ocurrido desde la Guerra Civil. Pero en esas decisiones políticas se ven que muchas de ellas son auténticas chorradas que las tienen que cambiar al día siguiente.
Yo, de todas formas, soy disciplinado con las normas, sean chorradas o no, sean de expertos o sean políticas, aunque observo las barbaridades que se están produciendo en este país con el tema presupuesto , con la lengua……todo ello aprovechando una pandemia que ya ha matado a 60.000 personas. A ver si algún día nos cuentan la verdad sobre el número de muertos porque han ocurrido tantas cosas que se han callado que dan vergüenza ajena como la cremación de cadáveres de Madrid llevadas a cabo en Huelva sin que sus respectivas familias lo supieran. Les devolvían después las urnas a Madrid. Esto ha ocurrido de verdad.
Y este tipo de cosas es lo que te lleva a un estado casi depresivo porque ves que el otro Estado , el de España, se parece cada día más a la novela de Orwell, “1984”. Como decía Churchill, dice Sánchez:” No siempre me he equivocado. El paso del tiempo, la historia me dará la razón. Sobre todo, si la escribo yo”. Si, tú la estás escribiendo.
Algeciras, 15 de noviembre de 2020
Patricio González