El alcalde de Estepona, José María García ha atendido con prontitud la petición de la madre del joven Ulrich, de 18 años apuñalado y muerto en el aparcamiento del centro comercial Diana cuando acudía a comprar el pan, tal y como le había encargado su madre.
El alcalde ya ha conseguido que se libere una cantidad económica de los fondos del Ayuntamiento de Estepona para atender al pago de los gastos del entierro, ya que la familia carece de ningún tipo de seguro, como pudiera ser el Ocaso o La Preventiva.
Ni de medios para poder hacer frente al costoso gasto del sepelio que en este caso será con una cremación y no se conoce aún en que momento en que será posible que llegue al crematorio.
El cadáver del muchacho está en el Instituto Anatómico Forense de Málaga pendiente de la finalización de la correspondiente autopsia.
El pueblo de Cancela volcado en ayuda
Por otra parte, al conocerse la lamentable situación de penuria económica de la madre del muchacho y saber que no tenían medios ni para el entierro, la barriada de Cancelada en cuyo Instituto de Enseñanza Media estudió el joven asesinado, se ha movilizado realizando una cuestación y colocando huchas en diferente4s puntos de la población para que cada familia aporte lo que pueda.
Los compañeros del Instituto y sus familias están consiguiendo la solidaridad de muchos vecinos entristecidos por la tragedia y el angustioso llamamiento de la madre comunicando que no tenían posibilidad de atnder los gastos del entierro o crematoio, en este caso. En cuanto el alcalde de Estepona, José María García Urbano tuvo conocimiento de esta situación familiar tan lamentable, se movilizó para conseguir que el Ayuntamiento libere la cantidad precisa para los gastos. No obstante, la ayuda que el vecindario de Canceleda pueda recaudar va a venir bien a la madre del joven apuñalado. Los lamentables hechos ocurrieron el viernes en el aparcamiento del Centro Comercial Diana.
Indignación en la Costa del Sol tras el apuñalamiento
Su madre lo había mandado a comprar pan al cercano centro comercial Diana, situado frente a la zona de Atalaya Park, al comienzo del término municipal de Estepona y no lejos del cruce con la carretera a Benahavís, en las proximidades de San Pedro Alcántara.
Parece ser que al cruzar, un automóvil, que podría ser un Mercedes blanco de alta gama, matrícula inglesa, según algunos testigos, por poco lo atropella.
El chaval se encaró con el conductor: “¿Donde vas con tanta bulla, tío?”, le gritó. El conductor, ni corto ni perezoso, se bajó del coche y al parecer con una navaja lo apuñaló y lo mató. Según testigos presenciales parece que era una pareja de extranjeros los que ocupaban el vehículo. El se dice es alto y rubio y la policía lo busca.
Una vecina llegó corriendo a avisar a la madre y le dijo: “corre, corre para el aparcamiento que tu hijo se está muriendo”.
Imagínense la escena y el dolor de la madre, al ver a su hijo tirado en el suelo dentro de una gran mancha de sangre. Nadie podía hacer nada por él. Las asistencias llegaron avisadas por los testigos, pero los médicos no pudieron hacer nada más que certificar la muerte del chaval.
Parece que no había cumplido aún los 19 años cuando unos canallas, le segaron la vida. No es cierto que hubiese habido pelea, ni nada por el estilo. El chico al ver al coche que se le echaba encima, recriminó al conductor, como puede hacer cualquiera en un caso de éstos.
Y el canalla del criminal conductor, contrariado por la reprimenda, se bajó del coche para apuñalarlo. Y lo hizo con total impunidad. Al parecer con una navaja de hoja ancha.
Es de esperar que, con las declaraciones de los testigos, se iniciase una búsqueda urgente de los criminales, avisando a las fronteras y al aeropuerto para que no escapen.
En esa confianza viven muchos vecinos de la Costa del Sol indignados por este trágico suceso y por la triste muerte de un chaval, al que su madre había mandado a comprar el pan.
Este suceso está levantando comentarios de todos los gustos y de clara repulsa a un hecho increíble, lamentable. Qué clase de bestia humana iba al volante, para tener una reacción así, tan criminal.
Todo el mundo se pone en la piel de esa madre que corrió para ver a su hijo desangrándose sin remedio y sin salvación posible, Tremendo.